Educomunicador

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Contenido

Introducción

En una sociedad donde las nuevas tecnologías cobran cada vez más protagonismo, produciendo un cambio social, desde la recuperación de la trasmisión oral, desde una nueva dimensión por la posibilidad de almacenamiento, en el caso de la televisión, la radio, etc. hasta la interactividad de la red, donde convergen desde la palabra escrita hasta lo audiovisual, su popularización y características están permitiendo la intercomunicación masiva de personas, vuelve a tomar protagonismo el aprendizaje no institucionalizado al ampliar la red las posibilidades de intercambio de información y de relaciones personales. Además el progresivo avance del envejecimiento de las sociedades más avanzadas hace necesario cambiar el concepto de "educación para la vida" por el de "educación durante toda la vida" En estas circunstancias la necesidad de una nueva figura del educador y un replanteamiento de la educación se hace necesaria, para adaptarse a las nuevas circunstancias sociales y crear un entorno educacional más favorable.


Educomunicador Educacional. El desarrollo educacional corresponde a funciones visuales del conocimiento donde hay oportunidades de aprovechar los periodos sensibles del aprendizaje. Las investigaciones nos dicen que existen periodos sensibles, al menos para la visión, y alientan en nosotros la optimista creencia de que, en cierta medida, es posible dar macha atrás con respecto a las oportunidades perdidas. El debate sobre educación temprana parece no haber sido en vano. Es bueno que se discutan las primeras experiencias siendo muy posible que su enorme importancia se vea claramente respaldada por las investigaciones del futuro. Se puede decir que todos los observadores sea cual sea el argumento que se proponen para dramatizar y comprender la separación entre este estado consultudinário del saber y el que le es propio en la edad de las ciencias, se armonizan en un hecho, la prominencia de la forma en la formulación del saber tradicional. Unos se ocupan de esta forma en si misma otros ven en ella la vestimenta diacronica de operadores estructurales que según ellos constituyen propiamente el saber que está en juego, otros aun proporcionan una interpretación económica en el sentido Freudiano. Aquí no es preciso retener mas que el hecho de la forma narrativa. El relato es la forma por excelencia de ese saber, y en varios sentido cuando hablamos de educación.




Pedagogía. Comunicación. (Ver el retrato colaborativo al final de la página)

¿Por qué educomunicador?

"Anteriormente, las habilidades comunicativas habían sido consideradas solo como un aspecto del desarrollo. Ahora está claro que son una condición previa". Federico Mayor Zaragoza, director general de la UNESCO (1987-1999).

Al compás de una nueva sociedad, compás marcado por numerosos cambios tecnológicos, aparecen y se demandan nuevos conceptos como educomunicador y educomunicación. El nuevo educomunicador debe tener aptitudes para la organización, para la abstracción y para la cooperación, las cuales serán determinantes en un nuevo modelo económico y social. De este modo se generan demandas a los sistemas educativos. Se trata de formar a individuos polivalentes y participantes. El educomunicador tiene por objetivo potenciar a los educandos como emisores, favoreciendo la creación de flujos de comunicación para el intercambio de mensajes, generando el diálogo, la discusión y el análisis.

Concepto

Educomunicador es un término acuñado por Mario Kaplún en su libro "Una Pedagogía de la Comunicación" para referirse a un nuevo tipo de profesionales que conjugan la educación con la comunicación, utilizando como herramienta las nuevas tecnologías. Para desempeñar sus funciones, tanto en una ONG, en un centro educativo, como en un canal de televisión, que buscan desarrollar y mejorar su capacidad comunicativa y la de sus alumnos, mediante el principio del diálogo de Paulo Freire. Tiene sus orígenes en el siglo XX, concretamente la figura del educomunicador aparece en los últimos 20 años. Intentaremos a continuación perfilar el concepto de educomunicador atendiendo a distintas variables:

1.Perfil académico:
2.Estrategias pedagógicas:
3.Herramientas que utiliza:
4.Relación con los receptores:
5.Objetivos que persigue:
6.Sistemas de evaluación que lleva a cabo: la evaluación se aplica tanto a la consecución de objetivos, como a los procesos y a las actitudes que se desarrollan.


Existen diferentes modelos de Educomunicadores, dependiendo del tipo de enseñanza impartida y el efecto que se pretenda de esta en el alumnado.

Modelos de Educomunicador

Mario Kaplún describe en su libro, arriba citado, algunos modelos de educomunicadores:

1. Aquellos que hacen especial hincapié en la tecnología, como intentando convertir a sus alumnos en ingenieros informáticos. Su máxima es que la tecnología otorga el poder.
2. Es similar al primer modelo. Utilizan técnicas de "rol playing" e intentan clonar a cada alumno en un informático.
3. Aquellos que centran su trabajo en el análisis de los medios. Estos educomunicadores forman analistas como si se tratara de un crítico de cine, televisión, radio....
4. El cuarto modelo integra en sus planateamientos aspectos de los tres anteriores.

Aparte de lo señalado por Kaplún; debemos entender por educomuniador aquel que utliza las nuevas fuentes de comunicación para llevar a cabo una pedagogía dialogante

Fines del Educomunicador

Siguiendo a Mario Kaplún, que señala en su libro la búsqueda de un nuevo modelo educativo por C. Freinet. Este es un maestro que introduce los medios de comunicación en su aula mediante una impresora manual. Según esta experiencia se concluye en que el educomunicador busca una serie de metas para conseguir una comunicación educativa:comunicar mediante una apropiación previa del conocimiento; crear un nuevo entorno, potenciando recursos de auto-aprendizaje, lo que motiva a los alumnos. Todo ello para conseguir que el alumno se valore mediante su autoexpresión, adquiriendo conocimiento y comunicándolo.

El papel del Educomunicador en los Centros Educativos

En línea con lo expuesto anteriormente, sería interesante reflexionar acerca del papel práctico que desempeña el educomunicador en la sociedad actual. Y es que sin ninguna duda, uno de los grandes retos pendientes del Educomunicador todavía hoy es conseguir llevar a la práctica diaria del mayor número de personas posible la capacitación comunicativa de las mismas, o lo que es lo mismo, el dominio de los lenguajes y las tecnologías de los medios de comunicación con el fin de hacer posible la realización de análisis críticos y producción de mensajes a través de distintos soportes tecnológicos.

Para ello, no cabe duda de que los centros educativos, por tratarse de lugares de formación de los ciudadanos y profesionales del mañana, han de jugar un papel fundamental en el desarrollo de las funciones del Educomunicador. Sin embargo, se da la paradoja de que, a pesar de vivir en una sociedad caracterizada por los rápidos avances en las tecnologías y en la producción de información, la integración de los medios de comunicación en el currículum escolar se limita hoy casi por completo a una mera descripción y caracterización funcional de los mismos, en lugar de mostrar la forma de llevar a cabo a través de los mismos una lectura y análisis crítico por parte de los alumnos, o bien una producción creativa de nuevo material.

Quizás, haya llegado el momento de plantearnos el porqué de esta situación. El personal que trabaja en un centro educativo ha recibido una formación demasiado teórica y en su mayor parte basada en modelos educativos en los que ni siquiera se planteaba como opción la aplicación de dichos medios a los procesos de enseñanza-aprendizaje. Por tanto, no es de extrañar la escasa utilización práctica de los mismos, ya que no tienen conocimientos suficientes para usarlos extrayéndoles el máximo partido. Hay que señalar con respecto a esto, que es más beneficioso no utilizar algo que no se conoce en todos sus componentes, puesto que emplearlos sin porqué, sin para qué y sin en qué, puede traer consigo más inconvenientes que ventajas.

La figura del Educomunicador en los centros educativos debería llegar a ser la de un profesional responsable del asesoramiento y la formación de los distintos docentes pertenecientes a los distintos departamentos (bien fuera a través de cursos, seminarios dirigidos a los docentes o cualquier otra iniciativa similar), con el fin de facilitar la adquisición de las competencias necesarias para utilizar los medios, no solo desde una perspectiva técnica o descriptiva, sino además con capacidad de escoger críticamente aquel material que pudiera resultar de mayor interés para su utilización en el aula, o crear distintas estrategias docentes que permitieran un aprovechamiento óptimo de los recursos disponibles por parte de los alumnos. Aunque la finalidad educomunicadora de los centros educativos es utilizar los medios como herramienta para el aprendizaje, no cabe duda, que en todos los niveles del sistema educativo, el alumno se pone en contacto con medios comunicativos (y no transmisivos, como la radio y la tele) que le ofrecen mayor número de posibilidades de aprendizaje del currículum normal. Pero no existe una tendencia clara a la enseñanza de estas tecnologías comunicativas que permiten la interacción.

En cuanto a la atención a la diversidad en el ámbito escolar, resulta una figura especialmente interesante. Convergen aquí dos líneas latentes en la actualidad del mundo de la educación. Por un lado, el derecho a toda persona, sean cual sean sus necesidades y características al acceso a un entorno lo más normalizado y normalizador posible, en el cual dichas necesidades han de ser atendidas. Por otro, el uso educativo de los medios tecnológicos. Las nuevas tecnologías suponen un gran apoyo a la integración de personas con discapacidad en la escuela. El Educomunicador, como guía, asesor e innovador en el ámbito educativo tiene aquí una función relevante, dada su capacitación para innovar buscando nuevos apoyos al acceso al entorno, adaptación de la comunicación de contenidos y los muchos otros factores imprescindibles en la iclusión de personas con necesidades educativas especiales. Además de convertirse en asesor y colaborador del equipo educativo en este aspecto.

¿Eres tú un educomunicador?

Compruébalo, si no tienes miedo, contestando a las siguientes preguntas:

¿Dedicas la mayor parte del tiempo con tus alumnos a hablar o a escuchar?
¿Marcas metas inamovibles y concretas?
¿Dejas la expresión no verbal como hermano pequeño de los métodos de aprendizaje y cosa superficial?
¿Innovas, imponiendo las nuevas tecnologías y reforzando los cajones invisibles entre las terminales?

¿Es tu clase así?

Educomunicar

El concepto Educomunicar va más allá que la mera adicción de los términos que lo componen, Educar y Comunicar.

Educomunicar consiste en la impartición de una educación comunicativa, participativa y colaborativa, apoyada en los nuevos medios tecnológicos que hacen posible poner en práctica este nuevo concepto. Aunque para poder educomunicar no es imprescindible el uso de nuevas tecnologías ( como en el caso del maestro C. Freinet) si es verdad que estas han ampliado increíblemente las posibilidades del educomunicador, posibilitando no solo muchas más actividades sino el acceso a información y comunicación con el exterior que supera con creces la información sacada del propio territorio y la comunicación con los habitantes de la propia ciudad y a lo sumo con los estudiantes de otra escuela del país, como en el caso citado de C. Freinet. Para poder educomunicar en la sociedad del conocimiento, se hace necesario el conocimiento y entendimiento de los nuevos medios tecnológicos de información y comunicación (TICs), así como de sus posibilidades, puestos al servicio de una educación integradora, que permita potenciar la participación e interrelación entre sus miembros. Por ello se hace necesaria una formación previa sobre los medios que se van a utilizar, tanto por parte del educomunicador como de los miembros del entorno educomunicacional, que permitan a todos ellos desarrollar con garantías una participación activa. Los propios medios impondrán una serie de limitaciones a los participantes (limitación impuestas por el medio, la plataforma o el programa software que se utilice), que deberán de intentar salvar para que la comunicación sea fluida, y nunca deberían de ser una excusa para colaborar en el desarrollo del conocimiento.

Educomunicar no es formar a través de los nuevos medios y nuevas tecnologías, educomunicar es utilizar todos los medios al alcance para recibir feedback, construir conocimiento apoyado en una colaboración activa de sus miembros, permitir cuestionar las imposiciones y dogmas impuestos a la sociedad, es facilitar la actuación como emisores y receptores entre todos los miembros del grupo incluido uno mismo, es fomentar los análisis basados en distintas fuentes, interpretarlos y generar nuevo conocimiento, es, en definitiva, fomentar una educación activa, basada en una comunicación bidireccional y abierta con los medios puestos a nuestra disposición, donde el punto central está en la creación de conocimiento de manera grupal, indispensable para adaptarse a la sociedad del conocimiento.

Educomunicación

Origen

La educación y la comunicación se encuentran actualmente muy ligadas. La comunicación es un proceso comunicativo, y requiere por tanto grandes dosis de procesos educativos para llevarla a cabo. El concepto educomunicación se utiliza para encarar una nueva realidad tecnológica que nos arrastra cada vez con más fuerza. Más allá del debate de si estamos en la sociedad de la información o del conocimiento, lo que está claro es que estamos en una sociedad invadida por los medios. La educación por tanto se verá afectada en gran medida por este proceso tecnológico. En medio de esta marea tecnológica aparecen diversas asociaciones de palabras: educomunicador, educador telemático, e-learning. Está claro que estamos en una época de cambio, ante una sociedad que reclama nuevos procesos educativos y que, desde luego, incluye de manera vertiginosa la presencia de las TIC. La educación telemática ya se ha definido como “el proceso educativo que basa sus procedimientos pedagógicos en la transmisión de información por vías telemáticas. Además, mediante uno de los procedimientos que tiene la lengua para la creación de palabras, la derivación a partir del prefijo TELE- (que significa "a distancia") y una palabra existente ya en nuestro léxico, como es el caso de FORMACIÓN, dan origen al término Teleformación."

Concepto

El término "Educomunicación", según la UNESCO en 1979, es educación en materia de comunicación, creándose un espacio de trabajo, donde se unen la teoría y práctica por primera vez, con el fin de desarrollar todo el potencial social e individual del ser humano. Se refiere al papel de los medios de comunicación ejercen en la sociedad actual, con el fin de desarrollar las capacidades comunicativas de las personas. Así, con la educomunicación se propone el uso de los medios en procesos de aprendizaje. Todo ello con el fin de conocer y comprender, aprovechando los nuevos lenguajes de los medios.

Características

La educomunicación es una educación para los medios, un proceso que busca formar e informar un conjunto de dimensiones educativas que empiezan, en primer lugar, por una alfabetización mediática. Esta educación permite participar como emisor, y no solo como receptor. Ya no hablamos de una audiencia pasiva, tal como era presentada por los medios masivos.

El fenómeno de la educomunicación es casi omnipresente, apenas existen actividades en el mundo que no estén atrapadas por las tecnologías y los contenidos de la información, de ahí la urgente necesidad de hacer un tratamiento especial en la formación. La educomunicación se caracteriza por cuatro aspectos principales:

La educación con los medios: utilizar los recursos mediáticos en las actividades docentes. Requiere en concreto un esfuerzo de las televisiones y radios.

Los medios como educadores: los contenidos que aparecen en diversos medios son ejemplificadotes o de referencia. Incluyen modelos a seguir y tendencias de actualidad. Sin duda, son un factor primordial.

La formación de profesionales de los medios: corresponde a la estructura de programas de periodismo, ciencias de la comunicación y la información y disciplinas afines.

La educación para la educomunicación: esta última involucra una serie de componentes. a. La identificación de los ejes fundamentales y las características de los formatos y soportes de cada medio así como sus alcances y limitaciones. b. La llamada epistemología de la noticia; que comprende su origen, modo o método de obtención, valor de la noticia en su sentido periodístico y criterios de verdad. c. La definición y características de fuentes primarias y secundarias que constituyen la materia prima de sus contenidos, tratamiento y problematización. d. Los sesgos en la información. e. Los intereses económicos y políticos que subyacen en cada empresa informativa. f. Los códigos ocultos y lecturas diversas a la información y su relevancia y significado. g. Los derechos y restricciones legales, censura y autocensura. h. La segmentación de la información mediática, de acuerdo con las características de las audiencias, entre otros.

Corrientes

Educomunicador corresponde a funciones visual del conocimiento

Principales enemigos de la Educomunicación

La mayor parte de factores que impiden que se desarrolle una verdadera educomunicación residen en ideas y modos de hacer tan arraigados y generalizados en las comunidades educativas que producen un visible desfase entre el desarrollo de estas y el de la sociedad. Se pueden señalar, como ejemplos que ilustran esta hipótesis:

a) La extendida creencia de que el conocimiento se genera simplemente generando información o comunicación. Es necesario algo más, para que en las mentes de los educandos se produzca verdadero conocimiento, concretamente, dichas mentes deben procesar la información de una manera crítica, confrontarla, recrearla, reemitirla. De aquí surje el mayor enemigo de la educomunicación, la permanencia de la presencia de estilos de enseñanza, como el repetitivo-memorístico, que dan lugar a la acumulación de contenidos informativos en la mente del estudiante, sin llegar a la construcción del conocimiento.

b) La culpabilización y estigmación, por parte de un gran sector de la comunidad docente, de los medios de comunicación como transmisores de valores y contenidos no compatibles con los que figuran en el currículum escolar. La Educomunicación, ha de hacer uso de estos medios para su principal objetivo, el desarrollo del pensamiento crítico. Desde esta óptica, estos medios tachados de manipuladores, perversores, adormiladores... suponen la herramienta más útil, y no el origen de "todos los males" del alumnado.

Educomunicación y ciudadanía

Convivencia y comprensión.

Aprender a vivir juntos es uno de los pilares de la educación señalados por la UNESCO.

Uno de los objetivos del educomunicador es preparar a la sociedad y a los ciudadanos para la convivencia, fomentando la compresión, la paz y la resolución de conflictos. Por otra parte, en la comprensión está la base de la convivencia social. La educación ha de encaminarse a vencer los obstáculos a la comprensión, la cual es medio y fin de la comunicación humana.

La igualdad de oportunidades para acceder a la educación, la comprensión y comunicación son las bases de la convivencia social formada por ciudadanos libres constructores de civilidad y armonía.

Las TIC como garantía de competencias ciudadanas.

La comunicación es fundamento de la sociedad y de la política, es constitutiva de la esfera pública y de la democracia (Sánchez Ruiz,2005).

El ciberespacio se entiende como un escenario público donde los movimientos sociales y ciudadanos denominados ciberciudadanías emergentes hacen uso de las TIC para fines de desarrollo democrático.Sin embargo, la denominada brecha digital reduce la influencia ciudadana, excluyendo a amplias capas de población de la participación y construcción en esta nueva civilización, ya llamada de la información.

Es parte de la labor del educomunicador reducir la exclusión, social y de género en el acceso a las nuevas tecnologías.

Medios de comunicación y políticas públicas.

La libertad de información es consustancial a la democracia, promueve el intercambio de ideas y permite la formación de una opinión pública libre. La concentración de poder de determinadas empresas no debe limitar la capacidad de establecer contacto para la mutua emisión de mensajes. Se hace necesario extender la educación ciudadana a todas las capas sociales: nadie puede ser eximido de este deber y de este derecho.

En este escenario las políticas públicas de educación y comunicación son decisivas en la formación ciudadana, debiendo convertirse en el foro por excelencia de análisis, deliberación y decisión de toda la comunidad.

Incertidumbre.

El ser humano históricamente ha buscado modelos de organización social que permitan planear su futuro y mantener su seguridad y estabilidad. Los siglos anteriores siempre creyeron en un futuro repetitivo o progresivo.

Un vorágine y violento siglo XX; un siglo XXI que comienza expectante ante el cambio climático y la sucesión de catástrofes naturales, el posible colapso energético y la no nueva distribución desigual de la pobreza, hace que nuestros contemporáneos se enfrenten a una época desconocida y cambiante.

La educomunicación tiene como objetivo preparar a los ciudadanos para afrontar esta incertidumbre.

La educomunicación debe superar su concepción instrumental, como uso de tecnologías para dinamizar la labor pedagógica, para abrirse hacia una educación permanente y hacia una comunicación concebida como garante de los derechos de la ciudadanía.

Educación y Comunicación: Inter-relaciones

El concepto de Educación es mucho más complejo que aquél que ha sido relacionado exclusivamente con el proceso de enseñanza-aprendizaje. Podemos afirmar que existen tantas definiciones como autores se han ocupado y ocupan del tema. Etimológicamente, y tomando como fuente el diccionario etimológico de Joan Corominas, el término deriva del sustantivo latino educatio-onis y este del verbo educare que significa “criar, alimentar, nutrir”; educare se formó con el prefijo ex (fuera) y con el verbo ducere (guiar, conducir). En un primer momento se utilizó para referirse al cuidado y pastoreo de animales y posteriormente también para el cuidado y crianza de los niños. Partiendo, por tanto, de los significados etimológicos anteriores, podemos definir educación como el proceso mediante el cual una persona se nutre de conocimiento de una forma guiada y orientada, es decir, en ese proceso de adquisición de conocimiento casi siempre se hace necesaria la implicación de una figura que nos oriente y nos guíe, bien la familia, un amigo, la iglesia (de cualquier religión), el maestro de taller o el pedagogo (y así podríamos seguir añadiendo profesiones dependiendo del ámbito en el que se ubique el conocimiento), y para lo cual desarrolla o hace uso de unas herramientas y de una metodología. La Pedagogía es la disciplina que estudia la educación, es decir, todos los aspectos sistemáticos de la acción educativa. No olvidemos tampoco la etimología griega de la palabra, la cual viene a coincidir con el término latino ducere en una de sus raíces: paidon (niño) y gogia (conducir).

No se trata aquí de completar un estudio exhaustivo sobre el concepto de Educación a lo largo de la historia ni sobre las distintas teorías pedagógicas o escuelas que se han preocupado de ello. Es cierto que todas coinciden en la idea de un proceso integral en el dominio de todas las potencialidades de la persona: desde el deseo a la voluntad, desde la capacidad de raciocinio a la dialéctica, desde las habilidades técnicas a las intelectivas. En esta perspectiva integral de la educación han ahondado todos los teóricos, independientemente de la relativización o preponderancia que le hayan concedido a un aspecto u a otro.

Platón, considerado como el primer filósofo que construyó una filosofía sobre educación, pensaba que la educación era un proceso de perfeccionamiento tanto espiritual como corporal, dominado siempre por el motor intrínseco que mueve al hombre a conocer, que es el alma. El filósofo griego en su República ya señaló tres funciones de la educación que la enmarcan dentro de lo que hemos llamado antes proceso integral, a saber: la formación del hombre como ciudadano, como hombre virtuoso y como trabajador o profesional.

Kant, ya en el siglo XVIII, va más allá y afirma que el ser humano obtiene esta categoría exclusivamente por la educación. Su idea central pedagógica es la instrucción, así como la disciplina, para poder desenvolverse en el medio. En el mismo siglo, Rousseau introduce la idea de la experiencia en su concepción educativa, entendiéndola como un proceso continuo que empieza desde el nacimiento y mediante el cual el hombre será capaz de desarrollar todas las facultades que posee.

Será a finales del siglo XIX cuando surja con gran fuerza lo que se llamó la Escuela Nueva, cuyo gran mentor fue el norteamericano John Dewey, quien proponía una educación para la realización cotidiana del individuo. Es en el siglo XIX cuando los países más desarrollados habían instituido sistemas de enseñanza nacionales (EE.UU, Alemania, Francia y también España con la Ley Moyano en 1857 que estipulaba la educación primaria obligatoria hasta los nueve años), y será a partir de entonces cuando se distinga la educación formal, entendida como acción mediante la cual se prepara intelectualmente al individuo a través de instituciones regladas y formales, de la educación no formal, que cubriría todos los procesos de adquisición de conocimiento al margen de la anterior. Dewey introdujo unas nuevas bases pedagógicas, muchas de las cuales aún perduran y que fueron la base teórica de futuras teorías(Célestin Freinet y su principio de cooperación en el aula, Paulo Freire y su idea de la dialogicidad como esencia de la educación,) como “trabajo colectivo del alumno”, la figura de un jefe o “tutor”, o el aprendizaje basado en la “experimentación” y “observación”, es decir, en la “acción”, rechazando el aprendizaje formal y mecánico.

En el siglo XX las teorías sobre educación han sido muchas y variadas, desde las teorías cognitivas a las constructivistas (Bruner, Piaget, Vygotski), todas ellas con fuertes bases psicológicas, donde todos los teóricos coinciden en que el aprendizaje humano es un proceso interior, personal y subjetivo, pero también de naturaleza social. Para Ausubel, mentor de la teoría del aprendizaje significativo, la educación es el conjunto de conocimientos, órdenes y métodos por medio de los cuales se ayuda al individuo en el desarrollo y mejora de las facultades intelectuales, morales y físicas. Esta definición engloba tanto el carácter formal, sistematizado y metodológico que debe tener todo proceso educativo, así como la finalidad que debe perseguir, que no es otra que la adquisición de conocimiento para el desarrollo pleno del individuo. La misma ONU considera la educación como un derecho universal del hombre, según la declaración de 1948, y cuyo fin último es el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales. (art. 26.2)

Definir Comunicación también resulta complejo. Etimológicamente deriva del latín communicare, que quiere decir poner en común, compartir algo. Está claro que el funcionamiento de las distintas sociedades humanas tiene su fundamento en la comunicación. Muchas han sido las teorías de la Comunicación que se han venido desarrollando sobre todo a partir de principios del siglo XX. Todas coinciden en pilares clave: la inherencia y la inter-acción. La comunicación es un acto inherente al hombre que le pone en contacto con los demás. El hombre es un ser social por naturaleza, obligado a interactuar socialmente, a comunicarse, si quiere sobrevivir en el medio. Paul Watzlawick establece una serie de axiomas respecto a la comunicación humana, entre ellos la imposibilidad de no comunicarse, porque todo tipo de conducta humana es comunicación, así como que todo acto de comunicación implica una información o contenido y un nivel de relación, que puede ser simétrica o complementaria, según esté basado en la igualdad o en la diferencia.

Pero en el acto de comunicación no solamente hay información y dos o más individuos que entran en contacto. Desde que Saussure introdujera a principios del siglo XX los principales elementos del acto comunicativo -ampliados posteriormente por los teóricos de la Escuela de Praga-, todas las teorías de la Comunicación los han aceptado como corpus teórico. Alguien (emisor, codificador) dice algo (mensaje) a alguien (receptor, decodificador) a través de unos signos lingüísticos o no (código) que transmite a través de un medio (canal) en una situación determinanda (contexto situacional) y con una intención determinada.

El problema a la hora de categorizar el concepto de comunicación científicamente reside en las inter-relaciones que mantiene con varias disciplinas dentro de las Ciencias Sociales, como la Lingüística -nuestra comunicación natural se ejecuta a través de signos lingüísticos-; la Sociología -nos comunicamos en un contexto social determinado-; la Psicología -la forma de comunicar está intrínsecamente asociada al comportamiento humano-; la Antropología -evolución diacrónica de la comunicación, diferencias sincrónicas dependiendo de la raza, la cultura, la religión, etc-; el Periodismo -entendido como acto de transmisión de información-, o la Pedagogía -en cuanto elabora directrices didácticas para la mejor producción y comprensión de mensajes-. De todas estas inter-relaciones ha surgido el debate sobre la consideración la Comunicación como disciplina o ciencia independiente o, por el contrario, supone una conformación interdisciplinar de otros campos teóricos.

Si toda conducta humana es comunicación, la educación lo es. Si entendíamos educación como un proceso de adquisición de conocimiento, la comunicación se considera un acto mediante el cual los individuos intercambian -comparten, ponen en común- mensajes de todo tipo, por supuesto también mensajes que transmiten conocimiento. Por tanto podemos definir al proceso educativo como un conjunto de actos de comunicación motivados por una finalidad específica como es la adquisición de conocimiento, independientemente de que estos tengan lugar en una situación formal o no. Al enmarcar la educación dentro de la comunicación, damos por hecho que existe una base de comparación común que comparten ambas disciplinas. El paso siguiente es delimitar esas inter-relaciones.


Referencias

Bibliografía

  • Kaplún, Mario (1998). Una pedagogía de la comunicación. Proyecto Didáctico Quirón. Ediciones de la Torre. ISBN 84 7960 185 X.
  • Aparici Marino, Roberto (2003). Comunicación educativa en la sociedad de la información. Madrid.Editorial UNED. ISBN 84 362 4971 2.
  • Entrevista al Educomunicador Paulo Freire: [query=educomunicador]

Weblogía

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