- El Narizón
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El Narizón
El Narizón es una fábula hondureña
Relato
Cuentan que hace mucho tiempo, en Yoro un viejo sastre quería tener un hijo, pero dado que era muy viejo, sus anhelos no podían ser satisfechos.
Un día fue a un pueblo cercano donde habló con una Santera y le contó sus penas. Ésta le informó su problema podía tener solución: Le entregó un palo y le dijo que lo cuidara bien. Con el tiempo, de éste salió una rama en forma de nariz; Esa misma noche, unos vándalos entraron a robar en la casa del pobre viejo, le robaron y lo asesinaron, prendiendo fuego a la puerta. La casa del sastre se quemó y lo único que quedó en ella fue el palo con la nariz.
Tiempo después unos tucanes llegaron a cuidar del palo, mágicamente atraídos por él.
Algún tiempo después, el palo se partió en tres pedazos: El primer trozo se hizo un tacuasin. El segundo un tucan dorado. El tercero un humano enano, llamado el castigador. Lo que salió de este palo era conocido como un nata y los tucanes le llamaron Andrés.
Su nariz creció dado que pasaba largo rato con los tucanes. Cuando los tucanes se iban a dormir, él jugaba con sus amigos los tacuasines. Cuenta la historia que, lentamente, su piel dejó de ser de madera y se fue integrando en la comunidad local.
Al principio las gentes le temían, por su gran tamaño. Después se acostumbraron a él y lo usaban de juguete dado que el no los molestaba.
Mucho tiempo después de su primer encuentro, las gentes le tiraron a un pozo. Desde entonces ese pozo nunca se ha secado, los tucanes dejaron de hablar a los humanos, los tacuasines solo salen de noche a buscar con quien jugar y un enano sale a asustar a las personas cada noche.
Categoría: Obras literarias en español
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