Elena Colmeiro González nació en Silleda, Pontevedra en 1932

Hija del gran pintor Manuel Colmeiro, se trasladó con su familia a Buenos Aires cuando contaba nueve años. A partir de 1948 realizó, durante cinco años, estudios técnicos y de pedagogía para al obtención del título de profesorado.

Comenzó a exponer muy joven y obtuvo su primer galardón, entre estudiantes, en 1952. La inicial muestra personal de su peculiar arte de ceramista eminentemente creadora, en formas y texturas, la efectuó en 1954, en la capital argentina. Regresó a España en 1955 y el año siguiente expuso en Vigo, en la desaparecida Sala Velázquez que funcionaba en dependencias del teatro Fraga.

Lleva su obra a Madrid, donde sorprende su inventiva y modernidad, y en 1964 es becada por la Fundación March. A partir de esos años sus creaciones recorren el mundo en colectivas organizadas por instituciones oficiales españolas. En 1966 obtuvo el primer premio en la Bienal de Uruguay, al año siguiente la medalla de oro en Faenza, Italia, ciudad emblemática de la cerámica, y bolsa de estudios para Estados Unidos, nuevamente de la mano de la fundación March.

Sus exposiciones, personales o colectivas, se suceden por España y medio mundo. Realiza un mural cerámico para el aeropuerto de Lavacolla, en Santiago, en 1980, y al final de esa década, una escultura que se sitúa en la autopista de Compostela a A Coruña. Entre sus grandes muestras personales está la trigésima de "Grandes Artistas Gallegos" en el Centro Cultural Caixavigo, en 1994; la del kiosco Alfonso, en A Coruña, y la de la fundación Caixa Galicia, en la misma ciudad.

Está representada en numerosos museos de España, Europa y América, entre ellos el de Castrelos, en Vigo, así como en colecciones institucionales y particulares.

Elena Colmeiro no es exactamente y solo, al modo convencional, una ceramista, sino realmente una escultora; una creadora de formas en el espacio, de peculiarísima concepción muy abstractiva, con síntesis en las que las referencias se estilizan, se modifican, se renuevan, para absorber una larguísima tradición en la que está toda la escultura del siglo XX. Sus curvaturas en espiral, con oquedades que se integran en el volumen resultante, son extraordinariamente atractivas, y dichas como si caprichosamente fueran manifestaciones violentas de la naturaleza después de un cataclismo, que el artista ha acariciado, dominado, modificado a su gusto.

A veces, sus obras semejan vagos recuerdos arqueológicos emparentables con el mundo griego arcaico, y otras son fragmentos de construcciones imposibles que el capricho mantuvo milagrosamente en pie. Su enorme inventiva ha colocado a Elena Colmeiro en lugar destacado de la vanguardia del ceramismo escultórico, con reconocimiento internacional.

Bibliografía

• Gaya Nuño, J. A.: Arte del siglo XX. Madrid, Edit. Plus Ultra.
• Areán, Carlos: Artes aplicadas en España del siglo XX. Madrid, 1967.
• Campoy, A. M.: Diccionario crítico del Arte Español Contemporáneo. Madrid, Ibérico Europea de Edic., 1973.
• Sterr-Brtiz, H.: Contemporany Internacional Ceramics 1980. Köln, Du Mont Bucheralag, 1980.
• Pablos, Francisco: Plástica gallega. Vigo, Caixavigo, 1981.
• II Bienal de artistas gallegas. Vigo, Ayuntamiento, 1980.
• Elena Colmeiro. Grandes Artistas Gallegos. Vigo, Caixavigo, 1994.

Obras del autor

• Obras del autor pertenecientes a la Colección Caixanova
• S/T: obra de Elena Colmeiro de la Colección Fundación Caixa Galicia