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Los Encantados
Los encantados vistos desde el camino de Amitges.Provincia Lérida País España Coordenadas Coordenadas: Altitud 2.738 m y 2.747 m Cordillera Pirineos Primera ascensión Jaime Oliveras en 1910. Los Encantados (en catalán Els Encantats) son dos agujas (o dos picos) situadas en los Pirineos, al sur del Lago de San Mauricio, a la derecha del río Escrita, en sentido orográfico. Forma parte de la cabecera de la Noguera Pallaresa. Administrativamente el territorio pertenece al municipio de Espot, en la comarca del Pallars Sobirá, provincia de Lérida, (España) y está incluido en el Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio.
La punta oeste, el Pequeño Encantado, tiene una altura de 2.738 metros, y el Gran Encantado mide 2.747 metros, están separados por una gran brecha o garganta de 2.624 metros.
Contenido
Geología
Petrográficamente, el valle de Escrita está formado por el mismo granito normal del eje axial pirenaico; pero estos dos picos son de pizarra plegada y roca calcárea, de una calidad no muy buena pero que, no obstante, ha dado lugar a estas espectaculares agujas.
Etimología
El nombre proviene, como el de otras muchas montañas, de una antigua leyenda. Parece ser que dos cazadores, una mañana de domingo, deseando ser los primeros en dar caza al rebeco, no acudieron a la misa dominical, por lo cual fueron maldecidos quedando petrificados para siempre, convertidos en esos dos picos verticales.
Escalada a los picos
Las primeras ascensiones del Gran Encantado, por la vía normal, realizadas en el año 1901, son atribuidas a Negrín, Romeo, Salles y Ciffre, según el pirineista Patrice de Bellefont. El Pequeño Encantado fue escalado, al año siguiente, por Astorg, Castagne y Brulle. Según Bellefont, también el Canal Central (actualmente la vía normal en invierno), fue remontado por primera vez en 1936, por el escalador italiano Emilio Comici.
No obstante, en Cataluña, se considera, tradicionalmente, que fue mosén Jaime Oliveras el primero que escaló esta montaña (el Gran Encantado) en el año 1910. Lo cierto es que, en el verano de 1911 y en solitario, escaló el Pequeño Encantado, teniendo que superar infinitas dificultades y corriendo evidentes peligros. Esta ascensión tuvo una repercusión que no tuvieron las otras, a causa, posiblemente, de la popularidad de que gozaba Oliveras entre la sociedad de la época.[1]
Turismo
Por su situación, dentro del Parque Nacional, Los Encantados son contemplados, cada verano, por un gran número de visitantes, y han dado lugar a una de las más conocidas imágenes publicitarias de los Pirineos.
Por otra parte, son numerosos los alpinistas o escaladores que intentan alguna de las vías normales de ascensión. La más concurrida es la del Gran Encantado, por el valle de Monestero, con una graduación de "poco difícil", pese a que algunos tramos son bastante arriesgados y peligrosos. Al Pequeño Encantado se sube, habitualmente, desde la garganta, pero la escalada de estos cien metros está clasificada como "muy difícil" (pasos de 4º) ya que se trata de una pared vertical de roca no muy segura. El descenso se hace en rappel (doble cuerda) por la misma vía por la que se ha subido.
Tanto en invierno, como en primavera, es frecuente la realización de ascensiones por el espectacular Canal Central hasta la brecha que separa ambas agujas. La pendiente media es de unos 50º y, si la calidad de la nieve es la adecuada, sólo presenta dificultades en la salida de la garganta, cuyas rocas (ya suficientemente dificultosas) acostumbran a estar cubiertas de hielo. El descenso se realiza por la vía normal del Gran Encantado.
Referencias
Wikimedia foundation. 2010.