Carnaval

Las calles de Astorga se llenan de música y color durante el desfile de carnaval.

El carnaval astorgano tiene lugar el Sábado de Piñata, que se celebra el primer sábado después del Miércoles de Ceniza. La fiesta se inicia con un pregón en la plaza mayor de la capital maragata, que da paso a un extenso desfile de grupos y charangas. Tras dicho desfile se premian a los mejores grupos y por la noche tiene lugar la verbena que perdura hasta altas horas de la madrugada. El fin de semana concluye con la quema de la piñata el domingo por la noche.^[1]

La Zuiza

La Zuiza conmemora la victoria en la batalla de Clavijo.

El Circo Romano es una de las actividades que tiene lugar durante la fiesta de Astures y Romanos.

Se trata de un evento de tradición medieval en el que se recuerda la batalla de Clavijo, en la que, según cuenta la tradición, se consiguió la victoria sobre los musulmanes gracias a la intervención de Santiago Apóstol. La enseña de dicha batalla fue depositada en el Ayuntamiento de la capital maragata debido a que el portador estaba relacionado con Astorga. Recuperada en 1994, se celebra cada tres años, coincidiendo con Expoastorga.^[2]

La fiesta consiste en un desfile de arcabuceros ataviados según los cánones de la época y del portavoz del Ayuntamiento, en el que se lleva el estandarte desde la casa consistorial a la catedral, donde se hace la entrega de la ofrenda. En el traslado también participan miembros de la corporación municipal y el ejército, las doncellas que servían como tributo a los moros, bandas de música, y vecinos de la localidad.

Astures y Romanos

Dentro de la programación festiva veraniega, el último fin de semana de julio la ciudad celebra la fiesta de Astures y Romanos, que rememora los días en los que Astorga era Asturica Augusta. Entre las actividades del evento destacan el Circo Romano, el Mercado Romano, y los actos en el Campamento, así como las Jornadas Gastronómicas, con la degustación de las viandas y bebidas de la época.^[3]

Santa Marta

El pendón de San Justo de la Vega, que participa en la procesión.

Las fiestas de Santa Marta se celebran en la última semana de agosto y están dedicadas a la patrona de la ciudad.^[4] La fiesta suele durar diez días, durante los cuales miles de personas se acercan a la capital maragata para disfrutar de las numerosas actividades que se celebran, como conciertos, teatro de calle, música popular, bailes tradicionales, desfiles de gigantes y cabezudos, competiciones deportivas y fuegos artificiales.^[5]

Jornadas Napoleónicas

Uno de los momentos de las Jornadas Napoleónicas celebradas en 2004.

Las Jornadas Napoleónicas, que se vienen celebrando cada dos años desde 2004, rememoran distintos acontecimientos bélicos durante la Guerra de la Independencia, cuando la urbe sufrió dos grandes asedios que le valieron el título de "Benemérita de la Patria", actos que se recuerdan en el propio Arco de Triunfo, en París, donde está inscrito el nombre de la ciudad.

En la última edición, celebrada a finales de 2008, y coincidiendo con el bicentenario de la Guerra de la Independencia, se recordó la entrada triunfal de Napoleón en la ciudad en 1808 y tuvieron lugar diversas recreaciones en las que participaron más de 600 personas, con caballería, artillería y pólvora, no sólo españoles, sino también británicos, polacos, portugueses, franceses, alemanes y belgas.^[6]

Virgen de Castrotierra

La Virgen de Castrotierra es una romería rogativa del agua, cuya celebración se produce siempre que sea necesario o cada siete años en la comarca maragata. La procesión recorre la distancia entre el Santuario de Nuestra Señora de Castrotierra y la Catedral de Astorga.^[7]

Su celebración, votada por los procuradores de la tierra, tiene lugar normalmente a finales de junio; la numerosa comitiva que porta la imagen de la Virgen de Castrotierra es acompañada por los pendones o insignias de los pueblos de la comarca, que son transportados a una altura de entre cinco y doce metros. Estos pendones, típicos de la región leonesa y del reino de León, tienen su origen en las batallas locales como identificativo de las tropas organizadas por cada pueblo. Los colores representaban a cada localidad y a las colindantes y, gracias a la altura, podían ser vistos a grandes distancias.

Finalizada la procesión, la imagen de la Virgen permanece en la catedral durante siete días, para retornar a su santuario trascurrido ese plazo.

Referencias