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Grosse fugue
La Grosse fugue (en español: Gran Fuga) es un único movimiento para cuarteto de cuerdas compuesto por Ludwig Van Beethoven entre 1825 y 1826 que ha adquirido fama debido a su dificultad técnica y su ruptura con las normas estéticas, armónicas y musicales del momento.
Inicialmente fue compuesta para servir como cuarto movimiento del Cuarteto de cuerdas nº 13 (op.130), pero su estilo poco apropiado para su época hizo que tuviese que ser reemplazado por otro movimiento de carácter más ligero. Debido a la insistencia del editor, el movimiento fue publicado por Beethoven como op.133.
Datos sobre la obra Autor de la obra Ludwig van Beethoven Fecha de composición 1825 - 1826 Opus o catalogación Op. 133 Estilo musical Romanticismo Contenido
Análisis musical
Los primeros 24 compases introducen el tema de la fuga, estrechamente relacionado con el que abre el cuarteto de cuerdas op.132. Entonces, después de los 24 compases, Beethoven introduce una violenta y disonante fuga con el segundo tema saltando espectacularmente. La obra se puede dividir en secciones, que son finalizadas de forma imprevisible y de forma violenta. Hacia el final de la obra hay una desaceleración, seguida de una larga pausa la cual conduce a la recapitulación de los 24 compases introductorios y luego un final rápido y estruendoso.
Descubrimiento del manuscrito
El 13 de octubre de 2005 el manuscrito original titulado Grosse Fugue de 1826 fue encontrado por un bibliotecario del Seminario Teológico Palmer (Palmer Theological Seminary) en Pennsylvania.[1] Se trataba del arreglo para cuatro manos de la obra original, que había desaparecido durante 115 años y fue subastado por Sotheby´s por 1,95 millones de dólares por un tímido multi-millonario llamado Bruce Kovner.
El manuscrito adquirido por Bruce Kovner fue donado posteriormente a la Academia Juilliard de Nueva York[2] y están disponibles en linea [1]. Sin, embargo, hoy en día no se sabe aún como pudo llegar a parar a la biblioteca.
Recepción e influencia musical
Hoy en día sigue siendo una de las obras menos accesibles de Beethoven y de todo el entorno musical, debido a su complejidad técnica y el esfuerzo que requiere la comprensión de esta pieza por parte del público. Es incomprensible como el chino , dijo un crítico después de la primera ejecución de la pieza. "La mentalidad de la persona que quiera comprender esta pieza debe cambiar radicalmente", dijo Joseph Marliave cien años más tarde. No obstante, Beethoven se defendía, alegando que no había compuesto la pieza para el presente, sino para el futuro.
Referencias
- ↑ «Beethoven Handwritten Score Discovered».
- ↑ Forbes. «Bruce Kovner».
Categoría: Cuartetos de cuerdas de Ludwig van Beethoven
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