Guianeya es una novela de ciencia ficción publicada por Gueorgui Martinov en 1967, siendo, junto con "La tripulación del Mekong" una de las mejores muestras de la ciencia ficción de la era soviética.

Sinopsis

Un ser extraterrestre aparece repentinamente a la escotilla de una nave terrestre tripulada que se encontraba realizando investigaciones en la órbita de uno de los planetas exteriores. Previo a su aparición, los tripulantes de la nave habían detectado la presencia de otra nave en su cercanía por lo que asumieron que el ser había llegado en esa nave. Sorprendentemente el recién aparecido parecía no tener ningún sistema de que le permitiera respirar por lo que los miembros de la tripulación terrestre se apuraron en dejarlo entrar por miedo a que se asfixiase. Se sorprendieron sobremanera al descubrir que se trataba de una hermosa joven de forma y características similares a las terrestres, con la sola excepción de que su piel tenía un tinte algo verdoso. Cuando trataron de entablar conversación con ella, la joven se llevó la mano al pecho y dijo Guianeya.

Por lo que a partir de entonces todos le llamaron Guianeya. Guianeya fue traída a La Tierra y recibida con todos los honores. La constitución física de Guianeya era sorprendente. Era capaz de realizar las proezas deportivas más asombrosas y sólo los campeones masculinos en las distintas disciplinas eran capaces de vencerla, pero no siempre. A Guianeya se le asigna un acompañante en la persona de Murátov, joven que se encontraba en la nave donde apareció Guianeya. Murátov pronto descubre algunas cosas inquietantes acerca de Guianeya: le molestaban y sentía aversión por las personas de pequeña estatura. Era algo que no podía evitar. Además descubrió que Guianeya era capaz de leer en idioma español.

En esta misma época empiezan a suceder una serie de incidentes extraños en la zona espacial próxima a La Tierra en donde algunas naves que llegaban o salían de la misma habían experimentado la presencia de "objetos" que ponían en peligro la navegación espacial en el área. Incluso se llegan a producir colisiones. Cuando se investiga más el asunto se llega a descubrir que La Tierra está siendo observada por unos satélites artificiales de otro planeta. Esto crea una gran tensión, pues quienquiera que estuviese observando al planeta obviamente no deseaba ser detectado, lo cual presuponía que las intenciones no debían ser buenas.

Inmediatamente se asumió que Guianeya sabía de que se trataba todo esto. En mas de dos mil años jamás se había hecho contacto con otra civilización. De pronto aparece la primera persona extraterrestre. Y también los satélites. No cabía duda de que ambos hechos estaban conectados.

Guianeya no tiene más remedio que confesar que si sabe de que se tratan esos satélites, pero afirma que ella no tiene nada que ver con ellos. Ella ni siquiera sabía de la existencia de los satélites. Así las cosas se detecta que los satélites han desaparecido súbitamente. Pero cuando se investiga bien, se descubre que en realidad se han retirado a una base que tienen en la Luna.

Se crea una expedición que va a la Luna a tratar de encontrar los satélites. Para sorpresa de la expedición, los satélites no pueden ser vistos a simple vista pues son de un material que los hace transparentes. Sin embargo Guianeya es capaz de verlos, en donde se descubre que sus caracteríticas visuales eran sorprendentes. Después de serle aplicada una capa de pintura y tratar de abrirlos con diversas herramientas, los satélites de pronto levantan el vuelo, lo cual deja a los investigadores perplejos.

A partir de aquí la situación se agrava pues se descubre que la misión de los satélites ahora no es solamente de observación sino de emitir una radiación que poco a poco irá acabando con la población de La Tierra.

Cuando parecía que todo estaba perdido, aparece una nave desconocida en las proximidades de La Tierra. Era una nave enorme que extrañamente se había detenido a relativamente poca distancia de nuestro planeta pero no se detectaba ningún indicio de que intentara entrar en el mismo. Al pasar el tiempo, se consideró que debía obligarse a la nave a aterrizar pero esto no parecía fácil dada las dimensiones de la misma. Al fin utilizando unos cohetes auxiliares la nave es obligada a aterrizar, pero los cohetes tenían que realizar un gran esfuerzo para traer la nave hacia La Tierra pues la misma como que se negaba a ser arrastrada. Finalmente la nave hizo contacto con el suelo y súbitamente la nave dejó de luchar. Era como si sus motores internos se hubiesen detenido. El problema era que nadie sabía que clase de motores eran esos pues no se observaba ningún tipo de actividad en los mismos.

Obviamente Guianeya estaba entre el grupo de gente que había ido a recibir a la nave la cual ella identificó como procedente de su planeta.

De repente la escotilla de la nave se abre y de la misma emerge la figura de un hombrecito de estatura pequeña, casi un enano, el cual al ver a Guianeya inmediatamente arremetió contra ella atacándola y gritando. Guianeya casi desmaya del susto. A duras penas lograron evitar que el hombrecito la golpease. Este explicó en perfecto, si bien antiguo, Español que Guianeya pertenecía a la clase élite de su planeta, que a su vez venían de otro planeta, que eran los que los tenían esclavizados.

Que el planeta estaba a punto de destruirse y que ellos estaban buscando otro planeta para colonizarlo. Y que ese planeta que querían colonizar era La Tierra. Se había producido una revuelta de esclavos en el planeta y los amos habían sido aniquilados. El se había robado esa nave para venir a advertir a La Tierra de las intenciones de sus amos. Pero que el no sabía pilotar la nave. La nave había venido en piloto automático que fue programado por otra persona. Es por eso que la nave se había quedado quieta y había tenido que ser obligada a aterrizar. El piloto automático solo estaba programado para hacer llegar a la nave hasta las cercanías del planeta. El aterrizaje debía ser manual.

Inmediatamente la imagen de Guianeya se percibió de otra manera. El pensar que ella era parte de una civilización que esclavizaba otros mundos no fue algo que dijera mucho a su favor.

Así las cosas aún otra nave aparece. Esta pide autorización para aterrizar y de la misma desciende un individuo muy parecido en su constitución a Guianeya quien explicó que su civilización era muy longeva, el equivalente a 500 o 600 años de vida en la La Tierra. Durante ese tiempo los cambios científicos se producían pero la mentalidad de las personas era la misma.

En lo que sería mediados del siglo XVII en La Tierra una tripulación descubrió el planeta y descendió. Lograron capturar algún desprevenido aldeano y de alguna forma, quizá recurriendo a la tortura, lo obligaron a enseñarles el idioma. El Español fue aprendido y utilizado como un segundo idioma por ellos desde entonces.

El padre de Guianeya se opuso a la colonización de La Tierra pero su voz no fue oída. En su lugar enviaron esos satélites artificiales que, dado el desarrollo tecnológico del planeta, ellos pensaron que jamás serían descubiertos en su base en la Luna. Sin embargo después de producirse las revueltas donde la mayoría de los responsables de todo eso habían sido apresados, otro sistema de gobierno estaba en vigor. El padre de Guianeya intentó sin éxito tratar de avisar a los terrícolas de lo que pasaba pero su nave fue impactada y tuvo que abandonar a su hija en lo que le pareció la mejor opción entonces...una nave terrestre...pensando que quizá ella no sobreviviría, pero que sería mejor esa muerte que la de morir en el espacio. De hecho la misma Guianeya pensó que iba a ser muerta y por eso ni se molestó en usar un equipo de respiración.

Cuando se le preguntó a este individuo, cual era el nombre del planeta del cual procedían, contestó: lo que ustedes pensaron era su nombre era en realidad el nombre del planeta: Guianeya.