- Héctor Polanía Sánchez
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Héctor Polanía Sánchez nació en Pitalito el 30 de diciembre de 1924; peridista, diplomático y político, figura como el más importante de los laboyanos a nivel nacional. Fue alcalde de su ciudad, secretario de hacienda del Departamento, Gobernador del Huila, representante a la Cámara y Senador de la República. Su paso por la Gobernación figura como el periodo de mayor desarrollo del Huila. Fue nombrado por el Presidente Misael Pastrana Borrero para el periodo 1971-1974, y desde el gobierno departamental empezó el más ambicioso plan de modernización del departamento. Electrificación rural y urbana, trazado de vías, hoteles, colegios, hospitales, integración regional -vías a Mocoa y a Popayán-. Uno de sus tópico de gobierno favoritos fue el desarrollo turístico, y en ese sentido inició los trámites internacionales para que San Agustín fuera reconocido como patrimonio de la humanidad, construyó aeropuertos -Pitalito, Garzón- y rectificó el trazado de las vías que conducen a San Agustín desde Neiva. Hizo los proyectos hidroeléctricos de Betania y El Quimbo, en fin.
En el plano parlamentario, siempre a nombre del Partido Conservador, enfrentó con dureza al terrorismo y al proselitismo armado de la entonces Unión Patriótica, se opuso, como vicepresidente del Senado, al proceso de paz del gobierno Betancourt porque mientras se avanzaba en los diálogos las Farc seguían asesinando y secuestrando huilenses. Las Farc nunca le perdonaron esa posición y terminaron asesinándolo en 2001, ya retirado de la política. Amante del arte, fue gran patrocinador de artistas huilenses, como Carlos Salas y Wilson Díaz, hoy reconocidos nacionalmente. Amigo personal de grandes escritores, como Pio Baroja, Leon de Greiff, Eduardo Carranza -con quien compartió servicio diplomático en Europa-, y de pintores como Guayasamín, Tápies, Obregón, Botero y Lucy Tejada.
El pasado 4 de julio de 2009 fue condecorado de manera póstuma por el Presidente de la República y por el Presidente del Congreso de la República. Murió denunciando la corrupción administrativa de su municipio sin haber sido nunca, en más de 35 años de servicio, objeto de ni siquiera una investigación. Hoy se reconoce su legado de carácter, honradez, visión de futuro y amor por la comunidad. Su vida es exaltada como ejemplo de corrección y rectitud.
Fuentes: Historia General del Huila, Neiva, 1996, Academia Huilense de Historia, V.3, p. 449 Huila cien años, 1905-2005, Personajes de la Centuria, Neiva, 2005, Corhuila, p. 77
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