El Hotel Sant Roc es un establecimiento hotelero situado en la ciudad de Solsona (Lérida). Inaugurado el 16 de agosto de 1929 fue construido bajo los parámetros de la arquitectura modernista y de la mano de la familia Guitart. La disposición de la fachada principal, sobre todo en el frontón triangular de la corona, recuerda los modelos tradicionales del norte de Europa, de manera especial las casas que se encuentran en la orilla de los canales de Ámsterdam, y la casa Amatller de Barcelona.

Historia

La historia empieza cuando Isidro Guitart i Sort fue a Solsona a acompañar a un amigo que era pastor. El pastor se fue a comer y dejó a Isidro, que aún era niño, guardando el rebaño, pensando en volver al cabo de poco rato. Pero el niño se quedó solo todo el día sin poder comer. Una vez recuperado de este incidente, Isidro se juró a sí mismo que en el mismo lugar donde se quedó solo con el rebaño construiría un hotel con todas las comodidades. Si la historia es cierta, difícilmente lo sabremos, pero resulta que mucha gente de Solsona habla del mismo hecho.

El primer paso que hizo Isidro Guitart fue comprar el terreno y pedir el permiso correspondiente que llegó el 28 de abril de 1915. Seguidamente encargó los planos de su hotel al arquitecto manresano Ignasi Oms i Ponsà (1863-1914), quien a causa de su muerte prematura no pudo dirigir las obras de construcción del nuevo edifico que empezaron en noviembre de 1915. A la muerte de Ignasi Oms, la nueva dirección se encarga al arquitecto barcelonés Bernardí Martorell i Puig (1877-1937) , quien a la vez es el arquitecto diocesano del obispado de Solsona y dirige los nuevos trabajos del cementerio de Olius. Éste, aprovechando el proyecto del arquitecto Oms, introduce algunas modificaciones en la distribución del espacio interior del hotel Sant Roc. 15 años después del inicio se dieron por finalizadas las obras que fueron interrumpidas a causa del estallido de la primera guerra mundial (1921-1925).

Des de los inicios fue dirigido por personas con una amplia experiencia en el sector, siendo el escenario de muchas celebraciones y manifestaciones socio-culturales del territorio, des de Domingo Boix (1929-1938), pasando por Rosalia Serra (1941-1972) y Enric Serra (1972-2002).

Desde su inauguración el hotel Sant Roc se distinguió por su personalidad y majestuosidad, considerado como un edificio de postal. Personalidades de toda Cataluña, como el presidente de la Generalitat de Catalunya Francesc Macià o el Cardenal Tarancón, se alojaron en el Gran Hotel, tal y como era calificado por la prensa barcelonesa del momento, que en poco tiempo adquirió una gran reputación en toda Cataluña.

Pero a partir de los años 80 empieza un fuerte descenso, hecho que supuso la pérdida de la categoría del hotel, pasando a una pensión de dos estrellas. Una nueva etapa empieza en el año 2002 con la familia Garrigasait, que se dispuso a recuperar el valor histórico del edificio y del sello de calidad que lo distinguió, apostando por el espíritu de la profesionalidad, un alto nivel de exigencia del servicio y de las instalaciones, condiciones indispensables para mostrarse como un gran hotel para ofrecerlo a un turismo de calidad. Una gran apuesta para la ciudad y la comarca.

En el año 2009, coincidiendo con la inauguración de la segunda etapa, se editó el libro Hotel Sant Roc de Solsona. 75 aniversario (1929-2004), el testimonio gráfico que repasa la trayectoria del hotel.

La nueva etapa. 15 de agosto de 2004

En el año 2002 se lleva a cabo una rehabilitación total, ya que el edifico presentaba una importante degradación propia de los años, y el 15 de agosto de 2004, coincidiendo con el 75 aniversario se inaugura la segunda etapa del establecimiento. Actualmente (2009) tiene una categoría de 4 estrellas.

La rehabilitación del edificio se entendió como un proyecto. Aunque el edificio fuera concebido como un hotel y se mantendría como un hotel, el paso del tiempo, el cambio de normativas, costumbres y funcionalidades hacía que no fuera operativo para un equipamiento hotelero del siglo XXI. Con una rehabilitación integral se recuperó la totalidad del patrimonio cultural original, reparando todos los desperfectos acumulados en años, y acondicionando los diferentes espacios a las nuevas exigencias turísticas.

El resultado es un hotel moderno de 25 habitaciones, cada una de ellas decoradas de manera diferente. Habitaciones modernistas, románticas, más clásicas, rústicas, de vanguardia, ... cuidando los detalles, con bañera de hidromasaje en todas las habitaciones, colchas y cortinas de calidad escogidas para cada estancia, diseño de autor y todo dispuesto para el máximo confort. Dos restaurantes, el Buffi y el Petit Buffi aportan la oferta gastronómica imprescindible para elevar los estandartes de calidad de un hotel de 4 estrellas. En el año 2006 se incorporó el espacio wellness Hydra-Qi con una decoración oriental y una extensa carta de masajes para ofrecer unos momentos de bienestar y descanso. El cliente puede escoger entre 12 propuestas diferentes para vivir la experiencia de una escapada romántica, de relax, gastronómica, de fin de semana o también de unas cortas vacaciones. Y la empresa dispone de unas instalaciones y un trato profesional para poder realizar reuniones y diferentes actos, a tan solo 110 km. de Barcelona i a 108 km. de Lérida.