- Trentren Vilu y Caicai Vilu
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Trentren-Vilu (Tenten-Vilu en Chiloé) y Caicai-Vilu o simplemente Trentren o Tenten y Caicai, (del mapudungun Trengtreng filu y Kaykay filu), son seres mitológicos de la mitología mapuche y en las últimas décadas del siglo XX fueron también reintroducidos en la mitología chilota.
Contenido
Descripción
Ambos son seres poderosos con forma de míticas serpiente (en mapudungun, filu); Caicai-Vilu es la "serpiente marina" que tiene poder para dominar el poder del mar y todo lo relacionado a él y Trentren-Vilu es la "serpiente terrestre" que tiene poder para dominar la tierra, y sus volcanes.
La apariencia de Caicai sería de un ser mitad culebra y mitad pez; y la apariencia de Trentren, el de una culebra gigante.
Explicación de la geografía de Chile de acuerdo al mito
La tradición mapuche dice que en la antigüedad el territorio continental de Chile habría sido solo una única franja de tierra plana unida completamente al continente americano; pero producto de una lucha legendaria que tuvieron estos míticos seres, se creó la actual geografía de Chile, con innumerable cantidad de archipiélagos e islas al sur de este país, entre ellos el archipiélago de Chiloé; y también serían los responsables de muchas de las montañas, cerros y volcanes, y de los lagos y lagunas a lo largo del centro y sur de Chile y regiones aledañas de Argentina.
Relación con los cataclismos
Véase también: TerremotoVéase también: InundaciónEn los alrededores de cada comunidad mapuche hay un cerro considerado Trengtreng, es decir, el lugar en que vivía la serpiente de la tierra y en el que se refugió la vida terrestre durante el cataclismo.
Mito
Según los mapuches, estas dos serpientes serían originalmente los hijos de los pillanes más poderosos, que como castigo habrían sido convertidos en estos seres. Así que el hijo de Peripillán fue convertido en una inmensa serpiente que sería Caicai y el hijo de Antu convertido en una inmensa serpiente que sería Trentren. Ambas serpientes serían adversarias, así como fueron adversarios Antu y Peripillán. Caicai habría sido mandada a vivir en el mar para ayudar a cuidarlo junto a los Ngen-ko, y Trentren habría sido mandada a vivir en la tierra para ayudar a cuidar junto a los demás Ngen a la tierra, y para ayudar al ser humano; Siendo así como estas dos culebras son usadas como un instrumento a través del cual también se cumple la voluntad de los antiguos espíritus mapuches.
Se dice que cuando Caicai despertó de su gran sueño de varios años, a causa del desagradecimento que tuvieron los hombres por todo lo dado por el mar; Caicai se enfureció y usó su cola en forma de pescado para golpear el agua. Con ello inició un gran cataclismo que empezó a inundar y crear un diluvio en todo el territorio; ya que tenía el deseo de castigar al ser humano y de incorporar toda la vida terrestre a sus dominios. Caicai ordenó a las aguas que inundaran los valles y cerros, y que llevasen a todos los habitantes al fondo del mar.
Al ver Trentren, que los habitantes y animales estaban desesperados y que los hombres la invocaron, y como por órdenes de su padre, ella era quien debía proveerles de sabiduría y protección; decidió ayudar a los seres humanos. Así ayudó a escapar a los habitantes y a los animales subiéndolos en su lomo y llevándolos a los cerros; y a los que quedaban atrapados por las aguas, los transformó en aves para que escaparan volando; a los que se ahogaban en peces y mamíferos marinos (siendo uno de ellos el origen del cahuelche), y a los ahogados en sumpall. Los seres humanos que quedaron inmóviles por el terror que sentían, se habrían transformado en mankial. Pero como el mar seguía subiendo de nivel, Trentren tuvo que ordenarles a los cerros que aumentaran de altura para contrarrestrar el poder de Caicai. Enojada, Caicai empezó a luchar contra Trentren en una titánica batalla que duró mucho tiempo, hasta que ambas serpientes se cansaron, con lo cual Trentren venció parcialmente al no haberse inundado toda la tierra, sin embargo, las aguas no volvieron totalmente a su nivel antiguo; con lo que Chile obtuvo su actual geografía.
Posteriormente, según la tradición chilota, Caicai se conformó con la porción de tierra obtenida que logró inundar, y delegó sus funciones referente al mar, al gran Millalobo.
Según la tradición mapuche, luego del cataclismo, todos siguieron su vida tranquila; hasta que un día fue Trentren quien posteriormente se encolerizó por la actitud que tenían los hombres, e hizo que todos los volcanes entraran en erupción y la población tuvo que mudarse a otros lugares más seguros. Desde ese momento, Trentren continúa manifestándose mediante temblores, terremotos y erupciones volcánicas, mientras que Caicai causa los maremotos e inundaciones cuando se revuelve en medio de su sueño.
Variaciones de Mito
Véanse también: El Trauco y PeripillánUna variante del mito cuenta que la ira de Caicai contra los seres humanos comenzó porque una muchacha rechazó a su hijo, el Trauco.
Algunas comunidades huilliches de Chiloé, dicen que la batalla se habría originado producto de que una hija del Trauco rechazó al pillán Peripillán, y por este motivo su hijo habría decidido tomar venganza.
Versiones posteriores del mito suelen también describir equivocadamente a las serpientes Trentren Vilu y Caicai Vilu como espíritus femeninos.
En Argentina existen otras versiones posteriores del mito, las cuales erroneamente cambian a los padres originales de ambas serpientes míticas, indicando que serían hermanos y/o hijos de los dioses Nguenechèn (Ngenechén) y Kushe (Kuyén Kushe).
Véase también
Referencias
- Alberto Trivero (1999), Trentrenfilú, (in Spanish). Proyecto de Documentación Ñuke Mapu.
- Martinez Vilches, Oscar, Chiloe Misterioso. Pub. Ediciones de la Voz de Chiloe (circa 1998)
- Narciso García Barría. Tesoro mitológico del archipiélago de Chiloé: bosquejo interpretativo. Andres Bello, 1997 ISBN 9561315165, 9789561315167
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