- Li Tieguai
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Li Tieguai (chino simplificado: 李铁拐, chino tradicional:李鐵拐, pinyin: Lǐ Tiěguǎi, Wade-Giles: Li T'ieh-kuai, "Li, el del bastón de hierro") es el más anciano de los ocho inmortales, un grupo de deidades chinas reverenciadas por los taoístas. Su nombre real era Li Yuan y también se le conoce por Li Kongmu (李孔目, Lǐ Kǒngmù, "Li, el de los ojos hundidos") o Li Ningyang (李凝阳, 李凝陽, Lǐ Níngyáng).
Es irascible y malhumorado, pero también benévolo con los pobres, enfermos y necesitados, cuyos sufrimientos alivia con la medicina que lleva en su calabaza. Es el patrón de los enfermos. Por la noche es capaz de hacerse tan pequeño que puede dormir dentro de su calabaza.
Vida de Li Tieguai
Li Tieguai nació durante la dinastía Zhou occidental. Ya desde niño decidió estudiar el Tao y se retiró a vivir a una cueva. Laozi, el fundador del taoísmo, y Xi Wangmu, la Reina Madre del oeste, que poseía el secreto de la vida eterna, bajaban del cielo para instruirle. Se dice que consagró cuarenta años de su vida a la práctica de la meditación, olvidándose con frecuencia de comer y dormir. Con la ayuda de Laozi, obtiene el estado sin aliento ni pulso, logrando producir el elixir.
Antes de convertirse en inmortal Li Tieguai había sido dotado por la naturaleza de una imponente presencia. Pero Laozi le convocó al monte Hua, una de las cinco montañas sagradas de China, en la provincia de Shaanxi, y Li tuvo que dejar su cuerpo terrenal al cuidado de una de sus pupilas, diciéndole que esperara siete días hasta que regresara su espíritu, y que si no ocurría así podía quemar el cuerpo. Al sexto día, la madre de la pupila enfermó de muerte y ésta tuvo que ir a visitarla. Como el cuerpo de su maestro suponía una carga para ella decidió incinerarlo. Según otra versión, la pupila simplemente, al ver el cuerpo sin vida de Li, lo consideró muerto y decidió quemarlo.
Al querer regresar Li a su cuerpo sólo encontró cenizas y se vio obligado a buscar otro, siendo el único que halló el cuerpo muerto y pestilente de un mendigo que había muerto de hambre y que tenía una cabeza larga y puntiaguda, la cara ennegrecida, la barba y el pelo enmarañados, los ojos hundidos y que era cojo de una pierna. Laozi le dio una cinta dorada para que mantuviera su pelo arreglado y transformó el bastón de bambú del mendigo en una muleta de hierro. Después Li hizo volver a la vida a la madre de su aprendiz usando una poción mágica.
Iconografía
En la iconografía, Li Tieguai aparece como un anciano feo con cara sucia, barba rala y el pelo sucio sujeto con la cinta dorada. Lleva la calabaza que le identifica como uno de los ocho inmortales, ya que todos llevan una, y su muleta de hierro. Una nube de vapor sale de la calabaza y dentro aparece su alma de hombre sabio (魂, hún) que puede ser representada como un dibujo sin forma o como una miniatura del propio Li.
Enlaces externos
- The Eight Immortals (artículo en inglés de Perceval Yetts, 1916)
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