Luis de Val

Luis de Val (Valencia, 27 de octubre de 1867 - 1930), periodista y novelista español por entregas.

Biografía

Hijo de padre aragonés, como Joaquín Sorolla y Vicente Blasco Ibáñez, fue, como ellos, bautizado en los Santos Juanes. Ciego de nacimiento, recobró la vista a los tres años de edad. Interrumpió sus estudios universitarios por haber contraído matrimonio a los diecisiete años y, dos más tarde, ya con una hija, se trasladó sin recurso alguno a Barcelona, donde logró ver aceptados algunos trabajos suyos en los periódicos. A fin de aumentar sus ingresos empezó a trabajar como amanuense para el novelista por entregas Rafael del Castillo. A los diecinueve años publicó su primera obra firmada, Celos de esposa (1886), y el éxito obtenido por esta novela le movió a continuar por aquel camino, aunque sus aspiraciones literarias eran muy distintas. A partir de entonces y por espacio de muchos años publicó novela tras novela, en número de cerca de 200, todas ellas por entregas y en dos o más tomos. Quizá su mayor éxito fue Los ángeles del hogar, que llegó a las once ediciones, seguido por Morir por amar, que alcanzó nueve. Fue traducido al portugués, italiano y francés. Su género predilecto es la novela sentimental, al estilo Enrique Pérez Escrich, con una gran dualismo moral y maniqueísmo en la presentación de los personajes y en los temas: virtud y vicio y triunfo de la virtud y de la moral. Dos editores se repartieron sus obras: Mariano Núñez Samper, de Madrid, que editaba libros ilustrados en cuarto de mil a mil trescientas páginas, y Juan Blassi, de Barcelona, con sucursal en Buenos Aires, que publicaba en la Imprenta de Domingo Clarasó, sucesor de Baseda, tomos también en cuarto ilustrados, pero de 1.500 páginas aproximadamente. Val publicó durante los últimos quince años del siglo XIX y en los quince años primeros, por lo menos, del siglo XX.

Su éxito en la novela por entregas le granjeó gran popularidad y fortuna, lo mismo que a su émulo y paisano Enrique Pérez Escrich, con cuya obra posee puntos en común. Luis de Val llegó a tener un palacete en las afueras de Barcelona, en el que reunió magnificas colecciones artísticas y gran número de perros y caballos de las mejores razas, hasta que, habiendo casado a sus dos hijos, decidió retirarse a Valencia y no escribir ya más novelas por entregas, a pesar de que cada vez era más solicitado por los editores de este género. Dotado de extraordinaria fecundidad, llegó a componer siete novelas a la vez, tantos eran los compromisos que tenía; claro está que su producción literaria ha de resentirse de la precipitación con que fue hecha, y no hay que juzgar a Luis de Val por esta clase de obras, sino por las compuestas posteriormente, con miras exclusivamente literarias, que le acreditaron como escritor culto y delicado. De todos modos, entre las primeras se encuentra facundia, imaginación e interés, y hay que confesar, en honor a la verdad, que este autor, tan popular un día, no empleó sus innegables condiciones en satisfacer sin más las apetencias de sus lectores, sino que intentó siempre ensalzar la virtud. Algunas de sus obras al azar y ante la imposibilidad de nombrarlas todas : Los angeles del hogar, ¡Sola en el mundo!, Los huérfanos, Virgen y madre, El hijo de la obrera, ¡Sin padres!, La hija de la nieve, Morir para amar, , etc. Además, y en otros géneros, escribió versos y obras de teatro como: El castigo de vivir, La carta, etc.

Fuentes

• Juan Ignacio Ferreras, Catálogo de novelas y novelistas españoles. Siglo XIX.. Madrid: La Biblioteca del Laberinto, 2010.