- Marco Atilio Régulo (cónsul 227 a. C.)
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Marco Atilio Régulo (en latín, Marcus Atilius Regulus) fue un político y militar de la República romana, hijo de Marco Atilio Régulo (el cónsul capturado durante la Primera Guerra Púnica), y nieto del cónsul de 294 a. C., también llamado Marco Atilio Régulo.
Sus consulados
Fue cónsul por primera vez en 227 a. C., junto con Publio Valerio Flaco, en el que no se registraron, en dicho año, eventos de importancia.[1]
Fue elegido cónsul por segunda vez en 217 a. C., esta vez como cónsul suffectus y como reemplazo del cónsul Cayo Flaminio, que había muerto durante la batalla del Lago Trasimeno. Continuó la guerra contra Aníbal junto con su colega Servilio Gémino, en los principios de la dictadura de Fabio.
Al final del año de su magistratura, su imperium se prolongó, debido a que los nuevos cónsules aún no se habían elegidos, pero cuando Emilio Paulo y Terencio Varrón al fin fueron designados, y entraron en el campamento, a Régulo se le permitió regresar a Roma a causa de su edad, y su colega Servilio se quedó con el ejército.[2]
Polibio, por el contrario, señala[3] que Regulo se quedó con los nuevos cónsules, y cayó en la batalla de Cannas, donde comandó, con Servilio, el centro de la línea. Esta afirmación, sin embargo, es errónea, ya que es seguro que el mismo Regulo ejerció la censura dos años después de la batalla de Cannas.[4]
Su censura
Después de la batalla de Cannas, en el 216 a. C., Régulo fue uno de los triumviri mensarii, que fueron nombrados en razón de la escasez de dinero.
En el año 214 a. C. fue censor con Publio Furio Filón. Estos censores castigaron con la severidad a todas las personas que habían fracasado en su deber para con el Estado en las grandes calamidades que Roma había experimentado últimamente. Todos los que habían formado parte del proyecto de abandonar Italia después de la batalla de Cannas, y todos los que habían sido hechos prisioneros por Aníbal, y todos aquellos que se enviaron como embajadores a Roma con la promesa de regresar al campamento cartaginés, y que no había cumplido su palabra, fueron reducidos a la condición de aerarius.
La misma pena se le infligió a todos los ciudadanos que no habían servido en el ejército durante cuatro años sin tener un motivo válido de excusa.
Hacia el final del año, cuando los nuevos tribunos del pueblo entraron en funciones, uno de ellos, Metelo, que había sido reducido a la condición de aerarius por la censura, intentó someter a estos magistrados a juicio ante el pueblo, pero fue impedida esta persecución por los otros tribunos.
Como su colega de censura, Furio Filo, murió a principios del año siguiente, 213 a. C., antes de que se celebrase la purificación solemne (lustro), Régulo, como era habitual en estos casos, renunció a su cargo.[5]
Su hermano, Cayo murió siendo cónsul en la batalla de Telamón (225 a. C.).
Referencias
- Tito Livio. Historia de Roma desde su fundación. Obra completa. Madrid: Ed. Gredos. ISBN 84-249-1428-7.
Precedido por:
Espurio Carvilio Máximo Ruga y Quinto Fabio Máximo VerrucosoCónsul de la República Romana junto con Publio Valerio Flaco
227 a. C.Sucedido por:
Marco Valerio Máximo Mesala y Lucio Apustio FulloPrecedido por:
Cneo Servilio Gémino y Cayo Flaminio NepoteCónsul (sufecto) de la República Romana junto con Cneo Servilio Gémino
217 a. C.Sucedido por:
Cayo Terencio Varrón y Lucio Emilio PauloCategorías:- Nobles romanos
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