- María Luisa Landín
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María Luisa Landín Nombre real María Luisa Landín Rodríguez Nacimiento 9 de octubre de 1921
Ciudad de México, D. F., MéxicoContenido
María Luisa Landín, "La Reina del Bolero Cabaretero"
(1921 a la fecha)
Reseña biografica de la gran cantante popular mexicana, con información personal, familar y un resumen de su trayectoria artística durante el Siglo XX.
Con excepción de “Las Mañanitas”, el bolero “Amor Perdido” es la canción más tocada en la historia de la radiodifusión mexicana. Es un auténtico clásico musical que ha sobrevivido al paso de los años. Su creadora: María Luisa Landín.
María Luisa Landín Rodríguez nace en la Ciudad de México el 9 de octubre de 1921, y gracias a Dios, al momento de escribir estas líneas vive tranquilamente con su familia en su ciudad natal, aunque ya alejada de los escenarios y de los aplausos que escuchó toda su vida.
Los boleros despechados y adoloridos de María Luisa Landín son la esencia misma del cabaret, ese sitio de perdición y pecado, recreado o inventado por el cine mexicano, un abigarrado microcosmos de atmosfera sórdida y pecaminosa, donde tenían lugar los melodramas más insólitos, sitios donde se desbordaban las pasiones, donde las aventureras, pecadoras, pervertidas, señoras tentación y vírgenes de media noche, desbordaban su erotismo pero mantenían milagrosamente incólumes su virtud y pureza. No ha habido música más deliciosamente cabaretera que las canciones interpretadas por la Landin, con estupendos arreglos instrumentales, que aún hoy emocionan y hacen saltar a la pista hasta a los muertos.
Ella es una gran triunfadora, que como todas, empezó desde abajo y por su voz y talento se abrió su propio camino y llegó muy alto en el mundo musical. Especialmente durante las décadas de los años 40’s a 60’s rompía records de ventas de discos, se anotaba éxito tras éxito, hacía giras por todo el continente, cosechando aplausos de grandes y variados públicos.
La Landín también ha sido siempre muy reservada en cuanto a su vida personal, pero su historia profesional es conocida. Empezó a cantar siendo niña, lo hacía acompañada de su hermana Avelina, nacida un año antes que ella, en 1920. Las dos hermanitas cantaban en casa y en fiestas y, cuando eran jovencitas, en 1936, hicieron sus primeras presentaciones profesionales en las radiodifusoras de la Ciudad de México XEYZ y XEFO. El dueto, que se hacía llamar Pirita y Jade, fue del agrado del público y se hizo conocido, por las buenas voces de sus juveniles integrantes. En 1938 el dueto es contratado en exclusiva por la radiodifusora XEQ, que promueve una rivalidad artística entre ellas y las Hermanas Águila, a quienes presentaban como "El Mejor Dueto de América". Durante algunos años Avelina y María Luisa cantaron juntas, luego ya no les gustó el nombre de Pirita y Jade y decidieron ser Mari-Lina, para finalmente quedar como Las Hermanas Landín.
En 1942 se separaron porque Avelina se casó y su marido no le permitió seguir su carrera. A partir de ahí María Luisa decidió continuar su carrera sola, bueno, no exactamente sola, pues formó un trío con las hermanas Emma y Aurora del Mar, y más tarde cantaría a dúo con el tenor Nestor Mesta Chaires, con quien hacía programas patrocinados por la compañía Coca Cola, que tenían difusión internacional. También aparecía en otros programas de radio, donde conoció y trabajó con el músico y compositor puertorriqueño Rafael Hernández Marín, apodado El Jibarito, quien alcanzaría posteriormente gran fama y éxito como compositor de boleros. Tiempo después María Luisa graba “Hay que saber perder”, del compositor chiapaneco Abel Domínguez, y el disco se convierte en gran éxito y rompe records de ventas. Luego grabaría Canción del Alma, que sería otro gran triunfo.
Ya como cantante exitosa María Luisa Landín hace frecuentes giras, no sólo por todo el país, sino internacionales. En 1940 había hecho su primera gira profesional a La Habana, pero años después se presenta en Sudamérica y cosecha grandes triunfos. En 1949 regresa de sus viajes e ingresa a la XEW, contratada como figura estelar para el programa El Milagro de las Canciones. La Landín era presentada como “La Voz que Llega al Corazón”, o como “La Voz del Alma”.
El año 1949 es especial para María Luisa, porque graba Amor Perdido, del otro gran compositor puertorriqueño Pedro Flores. Su grabación se convierte no sólo en tremendo éxito, sino que con los años llegaría a ser un clásico de la música popular mexicana, que se sigue tocando 60 años después de grabada.
Hay una anécdota con respecto a esta canción. La Landín estaba renuente a grabarla, pero se vio forzada por su compañía, la RCA Víctor. María Luisa se negaba porque el bolero había sido estrenado ya, 10 años atrás, por la popular cantante sinaloense Manolita Arreola. Inclusive la misma María Luisa y su hermana Avelina lo habían grabado ya, cuando cantaban a dúo. Muy a su pesar María Luisa Landín aceptó volver a grabarlo, ahora como solista, acompañada por la orquesta del maestro José Sabre Marroquín, y con un excelente arreglo del músico chiapaneco Rafael de Paz. El éxito fue inmediato... y lo demás es historia.
Tan es histórica esta grabación que ninguna otra canción ha sido tocada tanto en la radio mexicana durante el Siglo 20. En 1950, aprovechando el éxito, se filmó la película Amor Perdido, dirigida por Miguel Morayta, interpretada por por las rumberas cubanas Amalia Aguilar y Yadira Jiménez acompañadas por Tito Junco, y con la intervención, por supuesto, de María Luisa Landin que interpreta la canción titular, y también con Dámaso Pérez Prado y María Victoria, (por cierto, ahí se inició una amistad entre la Landin y María Victoria, misma que perdura hasta la fecha, y que en algún momento dio como fruto algunas grabaciones a dúo).
A finales de los años 70’s Carlos Monsiváis escribió el Libro ”Amor Perdido”; lo inició de la manera siguiente: “En tus manos encomiendo el epígrafe”, y transcribió la letra de la canción, señalando la interpretación de María Luisa Landín
Amor perdido
Autor: Pedro FloresAmor perdido, si como dicen
es cierto que vives dichoso sin mí.
vive dichoso
quizá otros labios te den la fortuna
que yo no te dí.
Hoy me convenzo
que por tu parte nunca fuiste mío
ni yo para ti,
ni tú para mí, ni yo para ti.
Todo fue un juego, nomas que en la puesta
yo puse y perdí.
Fue un juego y yo perdí
¡esa es mi suerte!
Y pago porque soy buen jugador.
Tú vive más feliz, esa es tu suerte
¿Qué más puede decirte un trovador?
Vive tranquilo,
no es necesario que cuando tú pases
me digas adiós.
No estoy herido
y por mi madre que no te aborrezco
ni guardo rencor.
Por el contrario
junto contigo le doy un aplauso al placer
y al amor.
¡Que viva el placer, que viva el amor!
Ahora soy libre, quiero a quien me quiera
¡Que viva el amor!Después de Amor perdido otros memorables éxitos de María Luisa Landin son Canción del alma (de Rafael Hernández), Hay que saber perder (de Abel Domínguez), Aunque tengas razón (de Consuelo Velázquez), Será por eso (de Consuelo Velázquez), Miseria (de Miguel Ángel Valladares), Somos diferentes (de Pablo Beltrán Ruíz), etc.
Curiosamente no hay referencia de que María Luisa Landín haya grabado una sola canción de Agustín Lara. Ella en esto es excepcional, porque ni fue su intérprete, ni siquiera cantó absolutamente nada del enorme y exitoso repertorio del compositor jarocho. Eso ineludiblemente hace pensar que hubo sus razones, posiblemente no existió una buena relación personal entre ellos, o hubo algo que mantuvo distanciadas profesionalmente a tan exitosas figuras del mundo musical mexicano. El que la Landín, la bolerista más exitosa en sus años, no haya cantado nada del mayor compositor de boleros, equivale a que una cantante folclórica no cante nada de José Alfredo Jiménez. Es algo inconcebible no encomendarse al dios del género musical respectivo.
Pero así fue, la Landín nunca cantó a Lara. Y por el contrario, mantuvo una relación profesional muy cercana con dos talentosos compositores y músicos originarios de Puerto Rico, Rafael Hernández El Jibarito, y Pedro Flores. Ambos trabajaron y radicaron muchos años en México, aquí se convirtieron en personajes musicalmente importantes, aquí cosecharon sus mayores triunfos y éxitos, y desde aquí volaron a la consagración internacional. En su isla natal ambos son reverenciados justamente por su gran talento. Con ellos María Luisa Landín trabajó muy de cerca, la acompañaban con sus orquestas, ella grababa sus composiciones, y actuaban juntos en la radio. Esta cercanía profesional y personal de la cantante con ambos compositores hace que hoy en día, cuando uno consulta en internet, encuentra muy abundantes páginas dedicadas a María Luisa Landín, cargadas de comentarios elogiosos y admirativos a esta gran intérprete, comentarios de gente de otras generaciones, de diferentes países, que apenas la están descubriendo por sus grabaciones.
Entre estos comentarios hay muchos que preguntan cuándo murió, cómo fue el final de su carrera, si es cierto o no que se casó en Medellín, Colombia en 1954 con un señor Eugenio Cañaveral. Pero hay comentarios colocados por sus fans que afirman que ella era originaria de República Dominicana, otros corrigen y declaran enfáticamente que era de Puerto Rico, y como testimonio citan su trabajo frecuente y las grabaciones que hizo de Pedro Flores y de Rafael Hernández. El aclarar que ella es mexicana y que vive aún ha sorprendido a muchos de sus admiradores que buscan sus páginas y grabaciones en internet.
La razón del éxito grande de María Luisa Landin estriba, naturalmente, en su voz y su estilo. Su voz era poderosa, de hermoso timbre, clara dicción, pero lo que atrapaba de ella era su estilo intenso. Ella cantaba vigorosamente, emocionadamente, canciones de desengaño y despecho. De desamor, de despedida y separación, canciones que dicen cosas tales como: “no me importa que quieras a otra y a mí me desprecies, no me importa que sola me encuentre llorando por ti, tu eres libre de amar en la vida y yo no te culpo, sigue feliz tu camino y que te vaya bien”. Este tipo de canciones a todos, hombre o mujer, le recuerdan algo y lo hacen estremecerse, y si la canta una voz tan intensa y apasionada como la de María Luisa Landin, pues es seguro, se le caen los calzones y se le salen las lágrimas a cualquiera que haya amado y sufrido.
La Landin era (y seguramente sigue siendo, pues no ha de haber crecido) de baja estatura, talle delgado, su cuerpo pequeño no se correspondía con su voz tan vigorosa. En sus días de gloria no era exageradamente bella, pero se arreglaba impecablemente, buenos vestidos, muy fajada, altos tacones, el pelo casi siempre lo usaba corto, pero se hacía voluminosos peinados a base de crepé, cejas bien delineadas, y se plantaba con mucha seguridad en la escena, a cantar con pasión y vigor sus letras de reproche, movía sabiamente los brazos para enfatizar sus frases. Sus interpretaciones siempre intensas calaban hondo, muy hondo, por eso era tan exitosa, y por eso gustaba tanto al público, y por eso el impacto que tuvo en la historia de la música popular mexicana. Ella fue una de las máximas boleristas de todos los tiempos, triunfadora en todo el continente.
Discografía
Tiene grabadas, entre muchas otras, las siguientes canciones:
- A dónde irán
- Ahora
- Al fin solos
- Amar y vivir
- Amor ciego
- Amor de sangre
- Amor perdido
- Aunque tengas razón
- Canción del alma
- Canta, canta
- Conozco a los dos
- Corazón
- Déjame en paz
- Desdichadamente
- Desgracia
- Desvelo de amor
- Dos almas
- El tiempo lo dirá
- Escándalo
- Espina
- Esta noche corazón
- Falsa
- Hay que saber perder
- Injusticia
- Jamás, jamás
- La mano de Dios
- Mal negocio
- Malos pensamientos
- Miseria
- Mi último refugio
- Mi último trago
- Mis ojos me denuncian
- Nada pido
- Nosotros
- Nunca más
- Ofrenda
- Pa' qué me Sirve la vida (con María Victoria)
- Permíteme
- Por eso te perdono
- Por qué llorar
- Por tu cariño (Chucho Rodríguez)
- Que el cielo te lo pague
- Qué tal te fue
- Que te vaya bien
- Sé muy bien que vendrás
- Será por eso
- Somos diferentes
- Te lo juro
- Todavía no me muero
- Tú eres mi destino
- Tu felicidad
- Tú y la noche
- Una aventura más
- Una espina
- Una y otra vez
- Ven, ven
- Verdad amarga
- Vereda tropical
- Vuelve otra vez
Si bien no grabó canciones de Agustín Lara en solitario , junto a su hermana Avelina Landín grabó en dueto :Pobre de mí , del compositor jarocho, y algunas más en dueto, de otros autores como las siguientes:
Mí último amor Que no diera Yo no quiero la vida Falsa Mi destino fue quererte Altivez Adonde irán y varias más.
Filmografía
En cine algunas de sus intervenciones musicales fueron en las siguientes películas:
- Su gran ilusión - 1945 (Dir. Mauricio Magdaleno)
- Amor perdido - 1950 (Dir. Miguel Morayta)
- El Jibarito Rafael - 1966 (Dir. Julian Soler, coproducción México-Puerto Rico)
- A fuego lento o México nocturno - 1977 (Dir. Juan Ibáñez)
Ahora
Retirada de los escenarios desde finales de los años 80's, en 2009 María Luisa Landín, de 87 años, sana y lúcida, vive con su familia en la Ciudad de México, injustamente olvidada, y sin recibir en vida el homenaje que merece esta enorme cantante. El olvido parece ser el final de muchos artistas de verdadero mérito, como las cancioneras que integran esta selección. Pero ella debe estar muy satisfecha de su vida y de sus logros, y si llega a enterarse de que en internet algunos de sus admiradores preguntan cuándo murió, seguramente lo tomará con buen sentido del humor, y hará suya la frase del Tenorio: “Los muertos que vos matáis gozan de cabal salud”.
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