- Naamá
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Naamá, también conocida como Naamah, Nahama, Nhama, Naamáh, Nammah o Na' Ammah ("agradable", "encantadora" o "complaciente") es una criatura legendaria demoníaca del foclore hebreo, siendo representada como un demonio o un ángel caído. Se dice que era un súcubo, y al igual que Lilith había tenido relaciones con Adán.[1]
Según la tradición, Naamá y Lilith vivieron en la costa del Mar Rojo donde fueron expulsadas por Dios. Naamá es de apariencia semejante a Lilith, pero siendo Lilith más sensual, joven y bella.[2]
La demonología la muestra como una de las mujeres del Arcángel Samael o Satanás. Se le conoce como la madre de los demonios y como una de las que corrompiera a los ángeles caídos y a su líder Semyaza.
Es mencionada en el Zohar (libro más importante de la Kabbalah), como uno de los cuatro ángeles de la prostitución. A veces es mencionada como madre de Asmodai (íncubo consorte de la hija de Lilith y Samael, y padre de Merlín).
La mitología le atribuye el poder de ser la culpable de ocasionar epilepsia a los niños.[3]
Los eruditos convienen en que su nombre se refiere a su propia naturaleza (complaciente de los dioses).
No confundir con Naamá hija de Lamec, hermana de Tubalcaín, descendiente de Caín.
Referencias
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