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Ankris
Fenris Personaje de Crónicas de la Torre Creador(es) Laura Gallego García Información Nombre original Ankris del Paso del Sur, An-Kris de los Robles. Raza Elfo-lobo (licántropo) Sexo Masculino [edad = Más de 200 años] Título Mago consagrado, Maestro de Hechicería. Pareja(s) Gaya, Shi-Mae Padres Anthor (An-Thor de los Robles), Eilai. Rango Señor de los Lobos Ankris o Fenris es un personaje de Crónicas de la Torre de la escritora Laura Gallego García.
Contenido
Descripción psicológica
En las Crónicas de la Torre
Fenris, el Señor de los Lobos, es un elfo reservado y misterioso, al que le cuesta mucho confiar en la gente. Ni siquiera Dana, a quien le une una especial amistad, conoce los detalles de un pasado que Fenris dejó atrás hace mucho tiempo. La lealtad que Fenris guarda hacia la Torre y sus habitantes no impide, sin embargo, que desee con todas sus fuerzas encontrar su lugar en el mundo y conocer a más elfos-lobo como él.
En Fenris, el elfo
Ankris del Paso Sur (o An-kris de los Robles) es un joven amante de la libertad idealista y con serios problemas para acatar la autoridad y las normas. Incapaz, en principio, de soportar de forma continuada la presencia de otros elfos, cuando se enamora de Shi-Mae intenta cambiar de actitud e integrarse en la sociedad. No obstante, su lado salvaje le causará muchos problemas, convirtiéndolo en algo que en el fondo jamás quiso ser.
Descripción física
Joven elfo de cabello cobrizo y ojos ambarinos. Posee la mirada gatuna, las orejas en punta y el cuerpo alto, ágil y esbelto que caracteriza a todos los de su raza. Debido a su condición de licántropo, presenta un cierto aspecto asilvestrado y desaliñado. Cuando comienza su aprendizaje en la Torre viste la túnica propia de su rango.
Poder
En las Crónicas de la Torre
Además del que su rango de hechicero le confiere, Fenris es un Señor de los Lobos, un licántropo capaz de controlar sus cambios. La fuerca de la bestia late en él, pero no está sujeta al capricho de la luna llena; Fenris es un ser racional en todo momento, incluso bajo su forma animal.
En Fenris, el elfo
Como elfo centinela, su agilidad, su percepción y su sigilo son envidiables. Capaz de fundirse con el bosque como si formara parte de él, o de comunicarse con todas sus criaturas, es casi invisible e invencible en el bosque profundo. También es bueno en el manejo del arco y del puñal de caza. Su condición de elfo-lobo por el momento es más un inconveniente que una ventaja, puesto que todas las noches de luna llena se transformará en una bestia sin control, perdiendo conciencia de sus actos. Sin embargo, si le permite tener una especial empatía con los lobos y ser el jefe de su propia manada.
Frases
"Y en ese instante en que la bestia vence al elfo es mucho peor que el dolor de la transformación. Porque nunca sé si me ha derrotado para siempre"
"Ese lado salvaje también forma parte de nosotros mismos. No hay que luchar contra él, solo aprender a controlarlo y a canalizarlo de forma adecuada"
Nombre
Según cuenta Shi-Mae en Fenris, el elfo el nombre An-kris pertenece a los condes élficos de los Robles. En los nobles elfos el apellido precede al nombre, como ocurre con Shi-Mae, que pertenece a la Casa del Río y todos los miembros de su familia llevan la sílaba "Shi", por ejemplo su padre, Shi-Yun. El padre de An-Kris es An-Thor y hace algunos milenios su antepasado recibía el nombre de An-Halian.
El nombre de Fenris se lo otorgaron en la Tribu del Lobo debido a que un licántropo como él los ayudó en las Tierras Muertas y les otorgó su bendición. Ronna, miembro de la tribu del lobo, al ver a Ankris metamorfoseado en lobo y apreciar como al acercarse a ella recuperaba su forma élfica quedó maravillada y le llamó Fenris.
Historia
A la madre de Ankris, Eilai, la mordió un licántropo (Novan) cuando estaba embarazada y entonces la maldición de la licantropía se apoderó de Ankris. Cuando era apenas un niño vio a la joven Shi-Mae y se enamoró de ella a primera vista. En su adolescencia Ankris comenzó a presentar rasgos salvajes y lobuznos e incluso entabló relación con lobos pero aún no presentaba cambios las noches de luna llena y sus padres comenzaron a mezclarse un somnífero en su cena las noches de plenilunio. Cuando Ankris se dio cuenta salió de su casa y buscó a Shi-Mae, ya que esa noche su familia pasaría por el Paso Sur. La encontró rodeada de lobos y le salvó la vida. Después, Ankris asistió a la Casa Ducal del Río y comenzó a trabajar en ella para estar cerca de Shi-Mae. Lentamente los dos se fueron enamorando en secreto durante unos ocho años hasta que al fin Shi-Mae se lo confesó a su padre. Ankris comenzó a transformarse dolorosamente y acudió al brujo para que le proporcionara un somnífero que le durmiera las noches de luna llena. Shi-Mae quiso pasar una noche de luna llena en la cabaña de Ankris justo la última noche antes de la temida Prueba del Fuego. Ankris pensaba tomarse su somnífero pero comprobó con horror que no le quedaba y que había olvidado acudir al brujo para tomar más. Le rogó a Shi-Mae que se marchara pero ella no lo hizo y abrió la puerta. Entonces el lobo en el que se estaba transformando Ankris saltó sobre ella y la joven intentó defenserse por todos los medios en vano, no quería matar a Ankris por lo que huyó e intentó mantener barreras inútilmente hasta que decidió petrificarlo y romper el hechizo al amanecer. Así se rompió su relación y Ankris fue condenado al destierro y a no regresar nunca más. Ankris vagó por bosques y más bosques hasta que un día conoció a un mago licántropo que disfrutaba con matar y que podía controlar sus cambios. Su nombre era Novan y fueron amigos(porque Novan encerraba a Ankris en una celda cuando éste no quería asesinar a nadie) durante un tiempo hasta que Ankris descubrió que él había mordido a su madre y por su culpa él era un elfo-lobo. Entonces se debatieron en duelo y Ankris resultó vencedor. Tras sus pasos corría el famoso Cazador, enviado por el padre de Shi-Mae para matarle y Ankris luchó contra él dejándolo maniatado pero recibiendo profundas heridas con las armas de plata que usaba el Cazador. Entonces corrió hacia las abandonadas Tierras y Muertas y mantuvo allí una vida salvaje solo hasta que conoció a Ronna y allí fue aceptado como Fenris, un miembro más de la Tribu del Lobo. Se enamoró de Ronna pero al ella ser humana su vida sería más corta que la de Fenris y no podrían tener hijos por lo que Fenris decidió abandonarla para que viviera una vida mejor. El "jefe" de la Tribu deseaba ser un licántropo y para ello rompió la bendición del ancestral Fenris matando a su propio lobo por lo que Fenris le mordió bajo su forma de lobo sin poder controlarse. A partir de ahí en la Tribu solo podrían estar aquellos que se atrevieran a ser licántropos. Un grupo en el que se incluía Ronna se negó a estas pautas y buscaron a Fenris para que les ayudara a acabar con esta pesadilla. Lo consiguieron, pero por culpa del Cazador Ronna y Fenris quedaron gravemente heridos y gracias a la magia inconsciente de Fenris consiguieron recuperarse. Fenris en un ataque de furia mató al Cazador. Entonces Fenris volvió a marchar en busca de la Torre hasta que conoció al Maestro de la Torre y éste lo adoptó como aprendiz de magia. El Maestro controlaría sus cambios en las noches de plenilunio y Fenris protegería al Maestro de los lobos malditos. Así pasó Fenris durante años hasta la llegada de Dana, que junto con ésta última y Maritta derrotaron al Maestro y Dana tomó posesión de la Torre, convirtiéndose en Archimaga. Años después, Shi-Mae fue a la Torre como Archimaga y tomo posesión de ella temporalmente tras la desaparición de Dana. Shi-Mae muere en el Laberinto de las Sombras y Fenris se siente entristecido por ello. Más tarde, Fenris parte hacia el Reino de los Elfos en busta de un licántropo blanco que le salvó la vida en una ocasión y allí pertenece a una manada de elfos-lobo y se enamora de Gaya, una elfa-loba como él.
Categoría: Personajes de Crónicas de la Torre
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