Antonio París Sanz de Santamaría (1818-1853), joven líder bogotano, nacido el 12 de junio de 1818 y asesinado en Bogotá el 18 de junio de 1853, hijo del coronel Mariano París Ricaurte y de María Francisca Sanz de Santamaría Ricaurte. Contrajo matrimonio el 21 de abril de 1845 con María Petronila Lafaurie Bravo, nacida en Bogotá el 19 de junio de 1821 y fallecida en la misma ciudad el 19 de febrero de 1900, hija a su vez de Pedro Lafaurie De la Sierra y Concepción Blanco. Fueron padres de Carlos París Lafaurie, José Roberto París Lafaurie, María Hortensia París Lafaurie y Sara María París Lafaurie.

Su registro en la historia de Colombia aparece en una época convulsionada para Bogotá, en la que se polarizó la sociedad, dividida en el grupo de los humildes, que se hizo llamar como guaches, artesanos o gólgotas, y el grupo de los aristócratas, denominados cachacos o draconianos. Los primeros de dedicaron a atacar abiertamente a los segundos, convirtiendo en inseguras las calles bogotanas para las víctimas de la euforia colectiva que había sido provocada por el modelo girondino de la segunda revolución francesa, cuyos principios fueron aplicados por el gobienro de entonces, en cabeza del general José Hilario López.

Luego de los episodios bochornosos sucitados contra José María el mono Peralta, el joven París, a pesar de ser un distinguido cachaco, disfrutaba los escenarios compartidos con personas de todas las clases, y mientras los de su posición social asistían a los festejos de ´víspera de la fiesta de habeas corpus, había ido en busca de algunos músicos amigos para llevarle una serenata a su mujer la noche del sábado 18 de junio. En el regreso de la interpretación del carnaval de Venencia, pieza de moda entonces, se encontraron el en cruce del puente de San Victorino con calle de San Juan de Dios con unos hombres de ruana, que al pasar junto a ellos, le dieron un empujón al guitarrista, rompiéndole el instrumento. Se desató la pelea, ante lo cual París intervino para calmar los ánimos. Como uno de los agresores le preguntara al grupo su tendencia política y el señor guitarrista Mata respondiera cachacos, el ataque se agudizó y París resultó golpeado en su parietal izquierdo, y antes de poder incorporarse, fue atacado a cuchillo por uno de los artesanos. El joven quedó muerto en el lugar mientras los agresores emprendieron la fuga.

El crimen de París, al igual que el de su padre, fue muy concurrido y lamentado. Su cuerpo fue cargado en hombros hasta el cementerio, con manifestaciones de venganza por el crimen, tando de parte de los cachacos como de los propios artesanos que lo apreciaban. Los culpables de la muerte de París fueron ientificados y apresados. Nepomuceno Palacios, joven carnicero, fue hallado culpable y condenado a muerte por resolución del doctor Rafael Núñez, entonces secretario de gobierno del presidente José María Obando, siendo ejecutado el joven de 25 años en la plaza de Bolívar por un pelotón de fusilamiento, haciéndose justicia como no sucedió con la muerte de su padre.

Los demás involucrados, Zenón Zamudio, Espíritusanto Amézquita y Eusebio Robayo fueron señalados como cómplices, condenados a presenciar la muerte de Palacios sin anunciarles que no serían ejecutados y a veintiún años y cuatro meses de presidio.

Referencias

CORDOVEZ MOURE, José María. Reminiscencias de Santa Fe y Bogotá GOMEZ PARIS, Guillermo Henrique Patria, Alma y Sangre 1ª Edición. 2003.