- Ramón Cruz Montoya
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Ramón Cruz Montoya
Ramón Cruz Montoya (Madrid, España, 13 de junio de 1553 – Valladolid, España, 15 de diciembre de 1619), fue el ingeniero arquitecto español, conocido mejor como el asistente al famoso ingeniero militar Juan Bautista Antonelli. Sus proyectos más importantes han sido sus diseños para iglesias nuevas, como La Parroquia de Santa Teresa (1580) en Madrid, y su colaboración en diseños de fortificación, específicamente el Fuerte San Felipe del Morro (1587) y el baluarte de Santo Domingo (1614), para mencionar algunos. Después de completar su último proyecto, el baluarte de Santo Domingo, regresó a Valladolid donde murió en 1619 a causa de una grave pulmonía.
Hijo de Francisco Cruz Balboa, un bien reconocido arquitecto, y Marta Montoya Torres, Ramón Cruz Montoya nació el 13 de junio de 1553 en Madrid, tomando lugar como el tercer hijo de la familia. Ramón y sus tres hermanos obtuvieron una buena educación primaria que consistía de un tutor que les enseñaba sobre la matemática, la ciencia física, la lógica, la historia y las letras. Este tipo de educación era común para familias de alta posición social, a la cual pertenecía la familia Cruz Montoya. Siendo su padre un exitoso arquitecto, responsable de la Casa de Leyes y Jurisdicción (1525) en Sevilla y la adición de la nueva ala a la Universidad de Sevilla (1534), era natural que los varones Cruz Montoya se interesaran por una carrera en el campo de la arquitectura. Sin embargo, de los cuatro, sólo fue Ramón quien se decidió por estudiar arquitectura. Siempre le había gustado el dibujar y la creación de edificios. A los diecinueve años, después de haber completado su educación primaria, la cual también llegó a incluir el francés y el arte de guerra, se dirigió a continuar sus estudios en la Universidad de Salamanca en 1572 con fin de ser ingeniero arquitecto.
Después de cinco años de estudios en la Universidad de Salamanca, Ramón salió hecho un verdadero ingeniero arquitecto ansioso por comenzar proyectos y participar en grandes construcciones. Su primer trabajo lo llevó a Valladolid, en 1577 a trabajar para el rey Felipe II con un grupo de arquitectos jóvenes, como él, para que diseñaran un anejo a su palacio. El diseño que más le agradara al rey sería el diseño que se efectuara. Al rey Felipe II le gustaron tanto los diseños de Ramón que lo escogió a él como arquitecto favorito para el trabajo y se construyó el anejo de acuerdo a sus planes. Este proyecto fue inmensamente importante para su carrera futura ya que el rey reconoció el talento y el potencial que tenía Ramón.
Tres años después en 1580, Ramón se dedicó a otro proyecto, éste más simple que el de Valladolid, que consistía de la construcción de La Parroquia de Santa Teresa en Madrid. No tan elaborado como el anejo del palacio en 1577, pero sí permitió que el público comenzara a verlo como un arquitecto serio con un ojo para la majestuosidad. La parroquia sigue en función hasta el día de hoy y es visitada diariamente por cientos de turistas, quienes la consideran una de las más bellas parroquias en toda España.
A pesar de su creciente fama con el pueblo y con la familia real, a Ramón no le ofrecían muchos proyectos y los que sí les ofrecían, él los declinaba porque no les interesaban. Mientras tanto, en 1582, Ramón regresó a la Universidad de Salamanca, ésta vez como profesor, donde enseñó un curso de arquitectura. Este cambio en su vida no le resultó favorable y por eso regresó a Madrid en 1583. Desilusionado por su falta de trabajo, decidió enfocarse en otros aspectos de su vida así que se mudó a Valladolid, donde conoció y se casó con María Monte del Río en 1585. En 1586, un hijo, Francisco Ramón Cruz Monte, más tarde, Ramón recibió la oportunidad que estaba esperando para sumergirse en el mundo de la arquitectura. Ésta vino directamente de la familia real, del rey Felipe II, quien le pidió a Ramón que viajara a las colonias en la América para que ayudara con la fortificación de las ciudades. Al rey le había encantado el anejo que había diseñado este para su palacio y quiso ayudarlo mandándolo en este nuevo proyecto. Ramón aceptó inmediatamente, y en mayo de 1586, se montó en un barco hacia la isla de San Juan Bautista.
Por su posición estratégica en el mar caribe, San Juan Bautista era muy importante para España. Era una estación de desembarcación en donde lo transportado era guardado ahí para evitar que cayeran en manos de los piratas del mar. Ya desde 1539 se había empezado la construcción del Castillo San Felipe del Morro y de la muralla que rodearía la ciudad de San Juan. Pero para asegurar la mejor protección para este “estado militar”, el rey ordenó una rediseñación de los fuertes, en específico el Morro. En esto consistía el deber de Ramón en San Juan, trabajaría como asistente al famoso Juan Bautista Antonelli, ingeniero militar, quien trabajaría con Juan de Tejada, otro ingeniero muy bien recibido. La mayoría de la rediseñación se le atribuye, hasta el día de hoy, a Bautista Antonelli y a de Tejada porque eran mucho más famosos que Cruz Montoya, pero la colaboración de este fue indispensable para el diseño final, el cual es actualmente presente.
La aportación increíblemente importante de Ramón fue la idea de conectar por túneles subterráneos La Fortaleza, el Castillo San Felipe del Morro, el cementerio de San Juan y el Palacio Santa Catalina. Esta idea resultaría importantísima en caso de un ataque que necesitaría la transportación de artillería y soldados de forma secreta. Incluso ayudó con otros detalles de la refortificación del Morro.
Después de haber ganado fama con el rey Felipe II por su gran contribución a la fortificación de San Juan, Ramón regresó a Valladolid para estar con su esposa e hijo. Por los próximos 15 años se mantuvo en España, trabajando para proyectos de una escala pequeña, pues quería estar cerca de su familia a la cual se le añadió otro hijo y una hija más.
Su último gran proyecto fue en 1614, cuando por petición personal del rey, se reunió de nuevo con Juan Bautista Antonelli para el diseño del baluarte de Santo Domingo. Una vez más trabajó con Bautista Antonelli, aunque siguió siendo su asistente.
Regresó a Valladolid en 1615 donde vivió sus últimos años con su familia. El 15 de diciembre de 1619 murió debido a una grave pulmonía a los 66 años.
Su estilo
Ramón Cruz Montoya fue mejor conocido por su estilo simple pero a la misma vez majestuoso. La Parroquia Santa Teresa en Madrid es una buena representación de su trabajo. Por fuera, su sencilla apariencia engaña, porque por dentro, están los techos y las paredes detallados con elementos muy bellos y elaborados.
Referencias
Wikimedia foundation. 2010.