- Tejido óseo
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El tejido óseo es un tipo especializado del tejido conectivo, constituyente principal de los huesos en los vertebrados. Está compuesto por células y componentes extracelulares calcificados que forman la matriz ósea. Se caracteriza por su rigidez y su gran resistencia tanto a la tracción como a la compresión.
Contenido
Estructura histológica
La estructura histológica del tejido oseo maduro es igual en la sustancia compacta y la sustancia esponjosa y se designa con el nombre de hueso laminillar. Durante el desarrollo se forma hueso entretejido o inmaduro que luego se transforma en hueso laminillar.
Las unidades estructurales del tejido oseo maduro son laminillas oseas de 3 a 7 um de espesor (especiales o concéntricas) que sobre todo en las regiones de sustancia compacta forman sistemas tubulares finos, las osteonas. El hueso laminillar puede estudiarse con la ayuda de dos técnicas de preparación diferentes:
1. Método de desgaste: A partir del hueso macerado limpio, en los que se puede ver sobre todo la distribución y la organización del material inorgánico con calcio abundante.
2. Corte de espécimen descalcificado: Muestra el material orgánico (colágeno, células y vasos).
Sistema de laminillas
Las laminillas unidas entre si están compuestas por matriz calcificada en las que hay lagunas lenticulares dispersas que alojan las células óseas (osteocitos). En los preparados se ve que de estas lagunas parten múltiples canaliculos delgados. Los canaliculos óseos se anastomosan con los provenientes de lagunas contiguas. Tienen una orientación preferencial por la que se dirigen hacia una superficie interna o externa. Las lagunas y sus canales son un calco de los osteocitos.
La mayoría de las laminillas están orientadas en forma concéntrica alrededor de los vasos que transcurren longitudinalmente y aquí forman unidades estructurales cilíndricas, las osteonas o sistemas de Harvers. En el corte transversal las osteonas tienen forma redondeada oval y también irregular, en ocasiones son ramificadas y pueden anastomosarse entre sí. Su diámetro varia entre 100 y 400 um. Pueden alcanzar algunos centímetros de largo. La cantidad de laminillas de una osteona oscila entre los 4 y 20. Las laminillas de las osteonas también se denominan laminillas especiales. En ellas transcurren fibrillas colágenas con una disposición helicoidal. Entre las osteonas hay restos de osteonas antiguas y degradadas que llenan el espacio entre las osteonas intactas como con "balasto" (laminillas intersticiales, sistemas intersticiales). Los límites entre las osteonas y los sistemas intersticiales están marcados con nitidez por las denominadas líneas de cemento (contienen muchos proteoglucanos). En sus superficies externa e interna, las regiones óseas compactas se caracterizan por poseer laminillas que rodean todo el elemento óseo (por fuera) o tapizan la cavidad medular (por dentro) y reciben los nombres de laminillas circunferenciales externas e internas.
Las trabeculas de la sustancia esponjosa están compuestas por hueso laminillar sin vasos, el que aquí forma laminillas de configuración irregular.
Células del hueso
Este tejido se renueva y se reabsorbe continuamente, gracias a la actividad de sus células específicas. Éstas son los osteoblastos, responsables de la formación de tejido óseo nuevo; los osteocitos, que son los osteoblastos maduros y desarrollan una actividad menor; y los osteoclastos, que se encargan de reabsorber o eliminar la materia ósea.
Células osteoprogenitoras
- El tejido óseo se origina a partir de células de origen mesenquimal (como todos los tejidos conectivos). A partir de las células mesenquimales que se comprometen hacia una diferenciación en células formadoras de hueso se forma una colonia celular con potencial más limitado para proliferar y diferenciarse, estas son las células osteoprogenitoras.
- Las células osteoprogenitoras cuentan con potencial para diferenciarse hacia condroblastos u osteoblastos.
- Las células osteoprogenitoras persisten hasta la vida postnatal y se hallan en casi todas las superficies libres de los huesos (endostio, capa interna del periostio, trabéculas de cartílago calcificado).
- Durante la fase de crecimiento de los huesos, las células osteoprogenitoras son más activas; aunque también aumenta su actividad ante el fenómeno de reparación de lesiones óseas.
- Como se supone que los osteoblastos y los osteocitos carecen de capacidad mitótica, parece evidente que a medida que disminuye la población de osteoblastos durante los procesos de remodelación contínua del hueso, las células osteoprogenitoras que proliferan y se diferencian proveen de nuevos osteoblastos para el tejido.
Osteoblastos
Son células osteoformadoras que se encargan del mantenimiento, el crecimiento y la reparación del hueso.
Osteocitos
Son las células del hueso maduro y ya formado y se presentan bajo tres estados funcionales: osteocitos latentes, osteocitos formativos y osteocitos resortivos
Osteoclasto
El osteoclasto es una célula multinucleada que degrada y reabsorbe huesos. Al igual que el osteoblasto, está implicado en la remodelación de hueso natural. Deriva de células hematológicas.
Tipos de tejido óseo
Macroscópicamente se distinguen dos zonas óseas con características diferentes y sin un límite neto, éstas representan dos formas diferentes de estructuración del tejido óseo:
- El tejido esponjoso: Está constituido por láminas entrecruzadas, tiene forma de red y entre las cavidades se encuentra la médula ósea. Está recubierta por el tejido compacto.
- El tejido compacto: Sus componentes están muy fusionados y es lo que le da el aspecto duro y uniforme al hueso. Son abundantes en huesos largos como el fémur y el húmero.
Véase también
- Hueso
- Cartílago
Bibliografía
- Bloom-Fawcett, Tratado de histología.
- Welsch, Ulrich, Histologia de Sobotta 2 ed.
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