- Templo Masónico de Santa Cruz de Tenerife
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Templo Masónico Histórico de Santa Cruz de Tenerife
Vista exterior del temploTipo Originalmente fue un templo de la Masonería, en tiempos recientes se encuentra cerrado, sin ningún uso fijo. Ubicación Santa Cruz de Tenerife, España Autor Manuel de Cámara Inauguración 1902 Características La fachada contiene un fuerte simbolismo, principalmente de inspiración egipcia. Templo Masónico Histórico de Santa Cruz de Tenerife
Bien de Interés Cultural
Patrimonio Histórico de EspañaDeclaración 2007 Figura de protección Monumento Ubicación Santa Cruz de Tenerife Construcción 1899–1902 Estilos predominantes Arquitectura Masónica El Templo Masónico Histórico de Santa Cruz de Tenerife, es un templo masónico ubicado en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife (Canarias, España), en la calle San Lucas. El edificio fue construido entre 1899 y 1902 para uso de la Logia Añaza.
Es considerado como el más bello ejemplo de templo masónico en España.[1] De igual modo fué incluso el mayor centro masónico de España[2] antes de que fuera ocupado por los militares del régimen franquista.[3]
Contenido
Historia de la Logia Añaza
El 8 de agosto de 1895 tuvo lugar la fundación del taller masónico más importante del siglo XX en Canarias, la Logia Añaza, que se consolidaría con rapidez, logrando reorganizar a la masonería canaria del primer tercio del citado siglo.
La Logia se colocó bajo los auspicios de una obediencia española de segundo orden, el Grande Oriente Ibérico, al que se mantuvo unida hasta 1902. El Grande Oriente Ibérico había surgido en 1892 a partir de un grupo de logias provenientes, mayoritariamente, del Grande Oriente Nacional de España del Vizconde de Ros que, por varios motivos, decidieron no agruparse en torno al Grande Oriente Español de Morayta.
En 1903, ante las dudas sobre la verdadera importancia del Grande Oriente Ibérico, decidieron cambiar de auspicios, pasando a pertenecer al renovado Grande Oriente Español con el número 270. La logia Añaza 270 perduró bajo esta obediencia hasta 1922. Entre 1923 y 1931, durante la Dictadura de Primo de Rivera, la logia Añaza pasó a formar parte, con el número 1, de la recién creada Gran Logia de Canarias. En 1931, tras una divergencia de pareceres, se divide en dos: la logia Añaza nº270, adherida de nuevo al Gran Oriente Español, y la logia Añaza nº 1, con un número menor de miembros que fueron expulsados del templo pese a sus reclamaciones. Añaza 270 se mantuvo en el templo de la calle San Lucas y en el Gran Oriente Español hasta la sublevación militar de 1936, en que fue disuelta y sus bienes confiscados por los sublevados.
El edificio
El Templo Masónico, situado en la calle de San Lucas, fue construido entre 1899 y 1902, según el proyecto del arquitecto municipal Manuel de Cámara, cuya financiación corrió a cargo de la Logia Añaza. No obstante, la fachada no se concluiría definitivamente hasta 1923.
El 8 de noviembre de 1895 se constituyen dos comisiones, una formada por García Rodríguez, Díaz Curbelo y Torres Rodríguez, que es la que se encarga adquirir el templo. De forma simultánea, se alquila el edificio que ocupaba el número 47 de la calle de La Curva (hoy, Candelaria), para la actividad masónica, un contrato formalizado en 1896. El precio del solar, de 552 metro cuadrados, ascendió a 2.008 pesetas. El presupuesto inicial de construcción fue de 15.000 pesetas, sin incluir el frontis ni la verja de cerramiento. Finalmente, la obra se elevó a 20.008 pesetas, repartidas en doscientas acciones. Se solicitó la licencia municipal el 12 de octubre de 1900, siendo aprobado 12 días después.
El edificio fue usado como centro educativo gratuito, la Escuela de Añaza, financiada por la logia. La misma también cedió al Ayuntamiento el actual Centro de Formación Ireneo González al precio de una peseta, con la condición de que se mantuviera la formación gratuita.
El edificio está retranqueado con respecto a los circundantes; contiene un fuerte simbolismo, principalmente de inspiración egipcia.
La fachada se articula en tres cuerpos; el central se compone de dos enormes columnas embebidas, con fuste liso y capiteles con hojas de palmera (palmiformes), que sostienen un voluminoso frontón triangular. En éste se encuentra un ojo con rayos radiantes, en representación del Ser Supremo, Gran Arquitecto del Universo según la simbología masónica. Flanqueando cada columna, se encuentran dos esfinges (cuatro en total) echadas sobre el vientre y cubiertas con el claft. Fueron realizadas por el escultor Guzmán Compañ Zamorano (1878-1944). La puerta principal está labrada en madera con motivos geométricos; sobre ella, el dintel se decora con hojas de palmera y un sol con alas de águila, símbolo de Horus. El edificio se levanta sobre un estereóbato.
Tras la puerta principal se accede a un vestíbulo. Al otro lado del mismo se encuentra una puerta, en correspondencia con la anterior, que da paso al salón de tenidas. De este espacio se conserva el pavimento de mosaico, las columnas en relieve, y el espacio elevado que preside la sala. No obstante, los frescos del techo han sido repintados en blanco, y la estructura de madera cubierta por un falso techo de aluminio.
El edificio cuenta además con una cámara de Reflexiones en el subsuelo, hecha en un tubo volcánico natural; en el segundo piso se halla la Sala de Banquetes, con ventanas a la fachada. El último nivel posee algunas habitaciones.
La Cámara de Reflexión es el primer lugar al que acceden los candidatos a ser iniciados en la Masonería. La cámara de reflexión del templo de Santa Cruz es, sin duda, una de las más impresionantes del mundo. Cuando se encontraba en uso, estaba decorada con elementos propios de la Masonería.
En el Salón de Tenidas, es decir el salón central del templo, destacaban, el pavimento de mosaicos, dos columnas negras y un espacio elevado (similar a un altar) al que se accede mediante tres peldaños. Las paredes de esta sala estaban pintadas de oscuro, según la tradición del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Expolio
El 15 de septiembre de 1936, en el primer decreto contra la masonería dictado por el General Franco, este inmueble es requisado y cedido a la Falange Española, que llegó a cobrar a los visitantes que quisieran visitar la Sala de Reflexiones. Poco después, se convertiría en el almacén de la Farmacia Militar, actividad que se compaginó después con una óptica para el Ejército, mientras en la parte superior se habilitó como acuartelamiento para soldados hasta que en 1990 quedara cerrado hasta la fecha. Los archivos de la logia fueron llevados a la Delegación de Servicios Especiales de Salamanca, actual Sección "Guerra Civil" del Archivo Histórico Nacional, donde continúan.
Finalmente, en época de democracia, el Estado vendió el edificio al Ayuntamiento de Santa Cruz en el año 2001 por más de 470.000 euros.
Restauración
Actualmente se está redactando el proyecto de restauración del edificio por el arquitecto municipal Germán J. Delgado Pérez. De acuerdo con un exhaustivo estudio histórico, documental, constructivo y simbólico se pretenden recuperar los espacios originales.
El templo fué declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento en 2007, de acuerdo a la solicitud de la Logia Capitular Añaza Doscientos Setenta.[4] En la actualidad el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife está a favor de instalar en el inmueble un centro de estudios masónicos y un museo.[5]
Bibliografía
- Canarias: la masonería. De Manuel de Paz Sánchez y Emilia Carmona Calero,
Referencias
Enlaces externos
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