- Teodosio Herrera Fuente
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Datos biográficos
Sacerdote español nacido en Bezana (Cantabria) en 1911 y fallecido en Torrelavega en 2006. En su juventud fue Presidente de la Acción Católica de su pueblo natal, y al desatarse la Guerra Civil Española fue movilizado, distinguiéndose por méritos de guerra hasta el punto de ser propuesto para la Laureada de San Fernando. Al concluir las hostilidades fue licenciado con el grado de teniente, e ingresó en el Seminario y Pontificia Universidad que los PP. Jesuitas poseían en Comillas, donde su espiritualidad se forjó en la escuela del venerado Manuel García Nieto. Habiendo cursado felizmente los estudios eclesiásticos recibió el Sagrado Orden del presbiterado (1947). Ese mismo año fue destinado por José Eguino y Trecu, a la sazón obispo de Santander, como coadjutor de la paroquia de Torrelavega, donde se distinguió por su celo de las almas y probidad de vida, de modo que, tras el fallecimiento del anterior titular, Emilio Revuelta, fue nombrado ecónomo de ella (1953). Como terminara en 1964 las obras de la nueva Iglesia de San José Obrero -Santuario de la Virgen Grande- fue nombrado su primer párroco (1970), puesto en el que permaneció hasta su jubilación en 1993.
Semblanza
Teodosio Herrera, de proverbial austeridad y costumbres integérrimas, se caracterizó también por su profunda piedad eucarística y mariana, por su inquebrantable fidelidad a la Iglesia -aun en tiempos de notable confusión dentro del catolicismo-, y a las leyes canónicas y litúrgicas, por su espíritu de oración y asiduidad al confesionario, asistido por beneméritos sacerdotes de los que cabe mencionar a Amable Pelayo Ortiz (m. 2006), a José López Hoyos (m. 1994), o a José Luis Casta Cacho (m. 2009), entre otros muy conocidos y estimados en la ciudad de Torrelavega.
Con todo, y aun señalándose por su ejemplaridad sacerdotal, la ciudad del Besaya recordará a Teodosio por la incansable actividad constructora a la que le llevó su arrojo personal y aquel genio emprendedor que no se arredraba ante dificultad alguna. En efecto, entre las obras que acometió cabe recordar tres iglesias: la Parroquial de la Virgen Grande, la de Nª Sª de Covadonga, en el barrio del mismo nombre, y la del Sagrado Corazón, de Mies de Vega. Construyó asimismo el nuevo edificio de la Fundación Asilo de Torrelavega -señera institución de esta ciudad-, de la que fue Presidente vitalicio, así como las viviendas sociales del Barrio Emilio Revuelta. A él se debe también la construcción del Seminario Menor de San Luis, de Argomilla de Cayón (1965), hoy desmantelado por falta de vocaciones. Movido por su celo pastoral favoreció asimismo la acción misionera en diversos lugares, especialmente en la antigua Guinea española, a la que con este fin se desplazó en repetidas ocasiones.
Reconocimientos y distinciones
Durante largos años fue miembro del Colegio de Consultores de la Diócesis de Santander, así como de la Hermandad Sacerdotal Española, y mantuvo personal amistad con Marcelo González Martín, cardenal arzobispo de Toledo, con José Guerra Campos, obispo de Cuenca, y con otras relevantes personalidades de la jerarquía católica en España. Como premio a sus trabajos y desvelos recibió numerosos reconocimientos entre los que merece la pena resaltar su nombramiento como Prelado doméstico de Su Santidad, Medalla de Oro de Torrelavega (1968), Hijo Predilecto de Cantabria (1993) y la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo (2002). La multitudinaria asistencia a sus exequias, en las cuales se dio lectura a un encomiástico mensaje del entonces arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro Sierra, testimonió con largueza el aprecio y admiración de los que fueran sus feligreses, y de todos los torrelaveguenses. Sus restos reposan en Torrelavega, en un nicho practicado en el muro del Evangelio de la ya mencionada Iglesia de la Virgen Grande.
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