- Tulio Valenzuela
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Tulio "Tucho" Valenzuela era un guerrillero argentino, nacido en 1945, en San Juan, y muerto en julio de 1978, en Buenos Aires.
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Biografía
Juventud
Vivió en su ciudad natal hasta 1963, cuando emigró a Buenos Aires para estudiar Derecho en la UBA. En la universidad ingresó a la Juventud Peronista, y años más tarde se sumó a Montoneros. Por su militancia, primero fue trasladado a Jujuy, adonde contrajo un fugaz matrimonio, y tiempo después fue nuevamente trasladado a la Regional Rosario.
En 1972 fue detenido y, como otros presos políticos, fue llevado al Penal de máxima seguridad en Rawson. Luego de la célebre fuga de los dirigentes guerrilleros del ERP, FAR y Montoneros, el 15 de agosto, fue el segundo al mando de los montoneros presos.
Fue liberado el 25 de mayo de 1973, tras la amnistía general a los presos políticos que decretó el gobierno de Héctor Cámpora.
De Rosario al largo exilio
De vuelta a la militancia en Rosario, contribuyó al desarrollo de aquella Columna durante 1973. Para 1974 se convirtió en el jefe político y militar de la Columna Rosario de Montoneros, alcanzando el grado de Mayor en la organización, que era el segundo rango en orden de importancia, luego de los oficiales Superiores (Conducción Nacional).
Tras el golpe militar de 1976, y producto de la demoledora represión que sufrió la Columna Rosario, Valenzuela parte al exilio con su compañera, Raquel Negro, y el hijo de ella.
Exiliado recorrerá un extenso trayecto que lo llevó por Costa Rica, Nicaragua, Uganda, Suiza, España, Brasil y Paraguay. Por este último país, finalmente, vuelve a ingresar a Argentina en diciembre de 1977.
Las caídas
De regreso al país, delatado por su segundo en el mando de la columna, Nelson Latorre, que había sido secuestrado y "quebrado" por el Ejército, fue atrapado el 2 de enero de 1978, en Mar del Plata. También aquel día es secuestrada su compañera con el hijo. Los tres, de inmediato, son trasladados a una quinta en Funes, un pueblo cerca de Rosario, adonde el Ejército tenía concentrada a la cúpula de la Regional (la mayoría de los prisioneros estaban "quebrados", "arrepentidos" y trabajaban para los militares).
Al llegar a la quinta, Valenzuela percibe rápidamente la particular situación del lugar y simula encontrarse "quebrado" y dispuesto a colaborar con los militares para golpear al núcleo dirigente de Montoneros. En consecuencia, convence al general Galtieri de que está dispuesto a atentar contra Firmenich, quien se encuentra en México.
Se pone en marcha la Operación México, que consistía en infiltrar a Valenzuela en la reunión que realizaría Montoneros en tierra mexicana y atentar contra el líder máximo de la organización. Para ello, junto a Tulio Valenzuela viajan un montonero "quebrado" (Carlos Laluf) y tres militares. Como garantía de que Valenzuela no se fugará, el Ejército retiene como rehenes a su mujer e hijo.
El 16 de enero de 1978 llegan a México, y al día siguiente Valenzuela toma contacto con la organización y los pone en conocimiento de los planes militares. Por orden de la Conducción Nacional, el 18 de enero, Tulio denuncia públicamente la Operación México, en conferencia de prensa, además de denunciar lo que ocurre en la quinta de Funes. Esa misma noche las autoridades mexicanas expulsan a los miembros del comando militar.
Para febrero, no obstante, la Conducción de Montoneros somete a Juicio Revolucionario a Tulio Valenzuela, encontrándolo "culpable" de los delitos de traición, delación e instigación. Por traición, el Tribunal revolucionario presidido por Mario Firmenich y Roberto Perdía, entendía que Valenzuela había "colaborado con el enemigo para infiltrar la organización con objeto de asesinar a Firmenich", pese a que el hecho no se había llevado a cabo y aunque precisamente por el accionar de Tulio el asesinato se había evitado. Como sanción, la Conducción degradó a Valenzuela de Mayor a Subteniente (4 rangos menos).
Cinco meses después, Tulio Valenzuela volvió voluntariamente a Argentina en el marco de la Primera Contraofensiva y, al verse cercado por integrantes de un grupo de tareas de la ESMA, se suicidó ingiriendo una pastilla de cianuro.
Su mujer Raquel Negro (que estaba embarazada de mellizos), fue llevada a parir y desde entonces permanece desaparecida. El otro niño, hijo de Raquel con una pareja anterior, fue entregado a sus abuelos maternos. En diciembre de 2008, la organización Abuelas de Plaza de Mayo informó a los medios de comunicación argentinos sobre la recuperación de la identidad de la hija nacida en cautiverio,[1] la nieta número 96 recuperada por Abuelas.[2]
Bibliografía
- Recuerdo de la muerte. Bonasso, Miguel. Planeta. 1994. ISBN 950-742-437-7.
- Soldados de Perón. Los Montoneros. Gillespie, Richard. Ed. Grijalbo. ISBN 950-28-0236-5.
Enlaces externos
Referencias
- ↑ http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=16091 Diario Crítica de la Argentina 24 de diciembre de 2008
- ↑ http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/index-2008-12-24.html Diario Rosario 12, Suplemento Rosario del diario Página 12 24 de diciembre de 2008
Categoría:- Líderes guerrilleros
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