Montoneros

Montoneros
Montoneros
Montoneros 1 de mayo de 1974.jpg
Montoneros en Plaza de Mayo.
Activa 1970 a 1979
País Bandera de Argentina Argentina
Fidelidad peronismo , socialismo
Parte de Movimiento Peronista
Comandantes
Último líder Mario Firmenich
Comandantes
notables
Norma Arrostito, Fernando Abal Medina, Roberto Quieto, Roberto Perdía, Fernando Vaca Narvaja
Insignias
Bandera de Montoneros. Flag of Montoneros.svg
Sello de la tacuara (por las montoneras del siglo XIX) y el fusil. Seal of Montoneros.svg
Emblema del Ejército Montonero. Emblem of the Montonero Army.svg
Cultura e historia
Mote montonero, monto
Lema Perón o Muerte, Venceremos
Colores rojo y negro
Aniversarios 7 de septiembre, «Día del Montonero»
Para las unidades militares irregulares, véase Montonera.

Montoneros fue una organización guerrillera argentina que se identificaba con la izquierda peronista y que desarrolló la lucha armada entre 1970 y 1979, aunque su período de máximo poder se extendió hasta 1976.

Sus objetivos iniciales fueron la desestabilización del gobierno de facto autodenominado "Revolución Argentina" (Onganía, Levingston, Lanusse / 1966 - 1973) y el retorno al poder del general Juan Domingo Perón; posteriormente, una vez que asumió la presidencia Héctor José Cámpora sus acciones se dirigían a la instauración en la Argentina de un sistema político que denominaban "Socialismo Nacional", al que consideraban como la evolución histórica natural del peronismo. Fue declarada "ilegal" por el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón el 8 de septiembre de 1975, casi un año después de la decisión de la organización de volver a la clandestinidad, adoptada el 6 de septiembre de 1974.

Si bien durante sus primeros años recibieron el apoyo de Juan D. Perón y de buena parte del Movimiento Peronista, a partir del 1.º de mayo de 1974 sus acciones provocaron el rechazo de su líder y de los sectores sindicales y políticos del peronismo ortodoxo, llevándolos a un gradual aislamiento al que siguió su retorno a la clandestinidad y posterior desarticulamiento por la dictadura militar que derrocó a la viuda de Perón, el 24 de marzo de 1976.

Contenido

Orígenes, ideología y fundadores

Las raíces tempranas del movimiento se pueden encontrar en la década de 1960, en la confluencia de militantes del movimiento nacionalista estudiantil de ultraderecha Tacuara, la Agrupación de Estudios Sociales de Santa Fe, y el integrismo de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.

Desde dichas vertientes se perfilaron grupos que se afianzarían junto a la militancia católica de jóvenes de clases medias y altas, cuyo órgano de prensa aglutinante era la revista nacionalista "Azul y Blanco" dirigida por Marcelo Sánchez Sorondo y Ricardo Curutchet y cuyo secretario de redacción desde 1966, fue Juan Manuel Abal Medina. Luego, estos jóvenes tuvieron un punto de encuentro en la revista Cristianismo y Revolución, dirigida por Juan García Elorrio, y a partir de allí se conforma el Comando Camilo Torres que, junto al grupo conducido por José Sabino Navarro, pueden considerarse las células iniciales de Montoneros.

Hacia fines de la década de 1960 fueron alineándose con el peronismo revolucionario, de neto perfil populista y anti-imperialista, en tanto que su ideología se estructuraba con una poco clara mezcla de la doctrina peronista, con elementos del marxismo latinoamericano revolucionario provenientes del Che Guevara y de Fidel Castro, recibiendo fuertes influencias católicas desde el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Varios fundadores de lo que luego se transformaría en una organización armada se conocieron cuando eran seguidores del sacerdote tercermundista Carlos Mugica.

Autodefinidos en sus comienzos como una vanguardia armada nacionalista, católica y peronista, y utilizando consignas como "Perón o muerte", Montoneros se asumió como organización político militar en la provincia de Buenos Aires, y fue encabezada por Fernando Abal Medina, Carlos Gustavo Ramus, José Sabino Navarro, Emilio Maza, Carlos Capuano Martínez, Norma Arrostito, Mario Firmenich, entre otros.

El nombre Montoneros resaltaba la continuidad histórica con los caudillos del interior argentino en el siglo XIX y las "montoneras" originales, del "Chacho" Peñaloza y Felipe Varela, y establecía así una línea política nacionalista, antiimperialista y federal que la hacían partir de José de San Martín y las guerras de la independencia, pasar por los caudillos y Juan Manuel de Rosas y desembocar en Perón. Inclusive, en las primeras épocas de la organización guerrillera, varios de sus comandos operativos (Unidades de Combate) adoptaron circunstancialmente el nombre de esos caudillos para firmar sus "partes de guerra". Esta práctica se abandonó cuando sus militantes comenzaron a caer en combate y los comandos firmaban entonces con los nombres de los compañeros muertos.

Otros dirigentes notorios fueron Julio Roqué, Dardo Cabo, Marcos Osatinsky, Roberto Quieto, Horacio Mendizábal, Raúl Yaguer, Roberto Perdía, Fernando Vaca Narvaja, Rodolfo Galimberti, José Pablo Ventura, algunos de ellos provenientes de la organización Descamisados y otros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias o «FAR», una organización armada nacida de la fractura del PC argentino, la cual trocó su ideología marxista-leninista original por una más próxima al peronismo combativo, hecho que condujo a su fusión con Montoneros el 12 de octubre de 1973.

El 7 de septiembre de 1970, en William Morris (provincia de Buenos Aires), fueron muertos en un enfrentamiento Fernando Abal Medina y Carlos Gustavo Ramus. Desde entonces, la militancia que adscribe al sector de izquierda peronista conmemora esa fecha como el "Día del Montonero".

Los pasos previos: Vandor

Si bien Montoneros no mató a Augusto Timoteo Vandor, sino que el hecho fue obra de un grupo guerrillero que se autodenominó en un "parte de guerra" como "Ejército Nacional Revolucionario", Gillespie[1] sostiene que varios de sus integrantes pasarían tres años después a Montoneros: Carlos Caride, Rodolfo Walsh, Horacio "el Lauchón" Mendizábal y Dardo Cabo entre los más notorios. Este grupo fue germen inicial de una organización político militar denominada "Descamisados", conducida por Caride, Mendizábal, De Gregorio, Norberto Habegger, entre otros, que en 1972 se disolvió y se integró a Montoneros. José Amorín sostiene que la entonces embrionaria organización Montoneros carecía de la capacidad operativa suficiente para un atentado de esa magnitud, y que los autores fueron un grupo de militantes sindicales ligados a la CGT de los Argentinos, postura que coincide con las declaraciones posteriores de Dardo Cabo quien en la revista El Descamisado, de la que era director, narra esa operación.[2]

Su primera acción pública

La organización armada Montoneros se presentó ante la sociedad el 1 de junio de 1970 mediante un comunicado referido al secuestro y asesinato del general Pedro Eugenio Aramburu, quien fuera la cabeza de una sublevación militar que en 1955 había derrocado al gobierno constitucional de Perón.

El padre Carlos Mugica dijo entonces: Quienes secuestraron a Aramburu no fueron los guerrilleros de Taco Ralo. Es un castigo por los fusilamientos de 1956 y si digo algo más me va a pasar un camión por encima[cita requerida]. El secuestro se había realizado el 29 de mayo (Día del Ejército Argentino), cuando militantes de un autodenominado «Comando General Juan José Valle de la Organización Montoneros» vestidos como oficiales del Ejército lo sacaron de su departamento haciéndole creer que le brindarían custodia. Aramburu fue llevado por la fuerza a la estancia La Celma de la localidad de Timote en la provincia de Buenos Aires, y en un «juicio revolucionario» en el que no tuvo posibilidad de defensa y cuyo desenlace estaba decidido de antemano, es acusado por «traición a la patria», por los fusilamientos de civiles en los basurales de José León Suárez, por el del general Juan José Valle y otros militares, y por la desaparición del cadáver de Evita. Posteriormente, Aramburu fue asesinado por Fernando Abal Medina en el sótano de la mencionada chacra.

La sentencia que se dictó a raíz de la muerte de Aramburu condenó a varios de los autores por el delito de homicidio, pero las penas no llegaron a cumplirse pues fueron amnistiados al llegar Héctor José Cámpora a la presidencia.

Los estudiosos de los movimientos armados de la época establecen su punto fundacional en este secuestro, pero en la práctica, Montoneros ya existía como una organización política desde hacía ya varios meses, aunque muy minoritaria y casi secreta.

La toma de la Calera

Artículo principal: Toma de La Calera

El 1 de julio de 1970, a las 7.30, los Montoneros realizaron un operativo en la localidad cordobesa de La Calera. Tomaron la comisaría, se asaltó el Banco de la Provincia de Córdoba, se tomó la central telefónica y se inutilizaron sus equipos y se dejó en la esquina del banco una caja –un supuesto explosivo– que en realidad contenía un grabador con la marcha peronista. Luego de la retirada, diversos errores de planificación y ejecución provocaron la detención de varios militantes, algunos de ellos fundadores de la organización. Fueron heridos Ignacio Vélez y Luis Lozada y detenidos José Breganti, Felipe Defrancesco, Cristina Liprandi, José Fierro, Juan Conte Grand, Juan Sorati Martínez y Heber Albornoz en tanto murió en el enfrentamiento el llamado Comandante Emilio Maza.

Inserción en el peronismo

A partir de allí y en sus primeros años de accionar, los Montoneros iniciaron un proceso de rápida captación de cuadros en el peronismo (que podía comprobarse con la participación de decenas de miles de simpatizantes y adherentes en las manifestaciones populares), y un gran crecimiento de militantes y adeptos que se integraban a sus agrupaciones de superficie (Juventud Peronista de las Regionales, Juventud Trabajadora Peronista y Juventud Universitaria Peronista, que titularizaba los Centros de Estudiantes en casi todas las facultades del país), y procuraron influir políticamente en el levantamiento de la proscripción del peronismo y la convocatoria a elecciones, en las que impusieron la consigna: "Luche y Vuelve".

Asesinato de políticos

El 18 de marzo de 1972, tres hombres y una mujer que dijeron pertenecer a Montoneros ingresaron a la casa del dirigente político Roberto Mario Uzal, de la junta Promotora Provincial del partido Nueva Fuerza, e intentaron secuestrarlo. Uzal se resistió y en el tiroteo resultó herido, falleció dos días más tarde, el 20 de marzo. Los guerrilleros se retiraron luego de pintar la casa con consignas.[3]

Arturo Mor Roig dirigente radical que había sido Ministro del Interior durante la dictadura presidida por Lanusse y que se había retirado de la política, fue asesinado por Montoneros el 15 de julio de 1974 mientras almorzaba en un restaurante de San Justo.

También fueron asesinados el dirigente sindical Rogelio Coria; el director del diario El Día de La Plata, David Kraiselburd; el dirigente sindical petrolero Carlos Pierini; el jefe de la Policía Federal Alberto Villar y su esposa.

La relación con Perón

Entre sus variados contactos con las agrupaciones de superficie, Montoneros integra a JAEN (Juventud Argentina para la Emancipación Nacional) a su estructura de masas. Los dirigentes de dicha agrupación eran Rodolfo Galimberti y Ernesto Jauretche. Se decide además que Rodolfo Galimberti viaje hacia España con una carta de Montoneros, dirigida al general Juan Domingo Perón en donde le explican las causas y motivos por los que secuestraron y dieron muerte al ex presidente Pedro Eugenio Aramburu, como también sus intenciones de continuar actuando como el brazo armado del movimiento peronista. Desde su exilio en Madrid, Perón los alentó en su proceder guerrillero, pues el accionar y la lealtad incondicional de esta organización le posibilitaba presionar y desestabilizar a los gobiernos de facto de la llamada Revolución Argentina que gobernaba por entonces en el país.

En dicha línea estratégica, a la distancia Perón los denominó «formaciones especiales», dando a entender que la existencia de los Montoneros y las otras organizaciones armadas del peronismo eran una circunstancia temporal y táctica, que se justificaba en la medida de la existencia de una dictadura militar. No obstante, les prodigó elogios tales como «juventud maravillosa», e inclusive en una carta, refiriéndose a la ejecución del Aramburu, les escribió «encomio todo lo actuado». Según consta en numerosos testimonios y declaraciones públicas de la época, los Montoneros –erróneamente– consideraron que tenían el aval de Perón para constituirse en la vanguardia revolucionaria funcional a los planes del viejo caudillo para la construcción de una Patria Socialista.

El 11 de marzo de 1973, en las elecciones generales, el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) nucleaba al Partido Justicialista, al Partido Conservador Popular, al Partido Socialista Unificado y a otras fuerzas menores, y ganó por abrumadora mayoría llevando como candidato a presidente al Dr. Héctor José Cámpora. Perón retornó definitivamente a la Argentina, y a partir de esos días modificó sustancialmente su relación con las corrientes de izquierda de su propio partido, prefiriendo apoyar y respaldarse en el ala histórica más conservadora del amplio espectro de sus colaboradores y simpatizantes de derecha, marcando por lo tanto una creciente distancia discursiva hacia Montoneros, y quitándole gradualmente espacio y protagonismo político dentro del movimiento que él lideraba.

La masacre de Ezeiza

Artículo principal: Masacre de Ezeiza

El 20 de junio de 1973, durante la oportunidad tan esperada por sus partidarios del regreso de Perón a su país luego de 18 años de exilio, ocurrieron los hechos conocidos como masacre de Ezeiza, en esa localidad cercana al aeropuerto internacional donde estaba programado que arribaría la aeronave, constituyendo el dramático anticipo de lo que sobrevendría en los siguientes años del escenario político argentino.

Para recibir a Perón concurrió al lugar un número de personas que fue estimado desde un millón y medio hasta seis millones de personas, en tanto que una versión del periodista Hugo Gambini afirma que un avión de reconocimiento de la Fuerza Aérea que tomó fotografías de la multitud y luego hizo el cálculo en una hoja milimetrada habría demostrado que se trataba solamente de doscientas mil personas, la mayor concentración en el país hasta el momento,[4] y en medio de ella las columnas de Montoneros junto a otras agrupaciones de izquierda representaban un importante despliegue de movilización. Por expresas directivas de Perón, la seguridad de todo el operativo del regreso se delegó en el coronel (RE) Jorge Osinde, del ala más conservadora de su movimiento político, excluyendo a Esteban Righi (por entonces Ministro del Interior de la Nación), responsable natural de la seguridad del país e ideológicamente cercano a Montoneros.

Varios enfrentamientos —cuyo saldo de muertos y heridos nunca fue determinado exactamente, ni investigado judicialmente— se generaron durante todo el día entre los grupos armados paramilitares a cargo del operativo de seguridad, y militantes de Montoneros que habían concurrido armados, en medio de cientos de miles de concurrentes, algunos con sus familias, quienes no entendían lo que estaba ocurriendo y tampoco recibían información a través de las radios que silenciaban los hechos.

Al caer la tarde, y ante las noticias provenientes de Ezeiza, la aeronave que traía a Perón fue desviada al aeropuerto de Morón. Por la noche aún continuaron las corridas y enfrentamientos armados en Ezeiza, mientras la mayoría de la multitud pugnaba por abandonar el área y ponerse a salvo.

Las contradicciones con el gobierno

Una vez radicado en el país Perón comenzó a apartarse tanto de los cuadros armados de Montoneros como de sus enlaces políticos, los miembros de las Juventudes Peronistas de la Tendencia Revolucionaria.

Montoneros, que ya atravesaba un proceso de contradicciones internas entre la realidad del proyecto de Perón y sus propias expectativas, seguía apoyando públicamente al gobierno pero el 25 de septiembre de 1973 se fusiona con la FAR que asesinó al Secretario General de la Confederación General del Trabajo (CGT) José Ignacio Rucci, en el populoso barrio de Flores de Buenos Aires.

Si bien Montoneros no reconoció en ese momento la autoría dado que había sido la FAR antes de la unificación de ambas organizaciones la que llevó a cabo ese crimen, fue aceptado años después por varios dirigentes de la organización que ese atentado fue planificado y concretado por ellos para "tirarle un muerto a Perón" y demostrarle poder. La emboscada a Rucci ocurrió sólo dos días después de las elecciones que consagraron a Perón por tercera vez presidente constitucional de Argentina, y provocó una conmoción política. Aparentemente el objetivo del asesinato fue mostrar sus fuerzas y sus límites desafiando al propio Perón, y reclamar con ello la cuota de poder que se les negaba dentro del gobierno. El sindicalismo ortodoxo, la CGT y el resto del peronismo interpretaron este atentado como una abierta declaración de guerra. Pero hay que destacar que Montoneros se fusiona definitivamente con la FAR autora del crimen de Rucci al mes siguiente en octubre de 1973, por lo que como en el caso de Vandor, Montoneros por motivos políticos se hizo cargo de crímenes cometidos con anterioridad por miembros de otras organizaciones con las que se fusionaban.

La "Triple A" (AAA)

Afloró entonces el pleno protagonismo político de José López Rega, ex cabo de la Policía Federal Argentina, secretario privado de Perón y conocido también como Lopecito, tal como lo llamaba familiarmente Perón, Daniel por sus allegados y El Brujo por sus enemigos, debido a sus inclinaciones esotéricas, quien fue ascendido a Comisario General por Perón en un solo paso e inmediatamente nombrado Ministro de Bienestar Social del gobierno. Ministro y consejero de confianza del líder, López Rega tuvo un importante rol en la lucha contra Montoneros, a quienes solía referirse como la infiltración marxista. Su poder en el gobierno le permitió crear y apoyar financieramente con fondos ilícitamente desviados desde el ministerio a su cargo a la paramilitar Alianza Anticomunista Argentina o Triple A.

La Triple A contaba muchas veces con la colaboración operativa y de inteligencia militar para atentar violentamente, no sólo contra los cuadros Montoneros y las juventudes políticas de la Tendencia Revolucionaria, sino también contra cualquier ciudadano sospechoso de poseer una ideología de izquierda.

Oesterheld, guionista-montonero, desaparecido por la dictadura militar de 1976-1983.

El Primero de Mayo

El punto de máxima tensión en el proceso de expulsión de Montoneros del movimiento peronista se produjo el 1 de mayo de 1974, en ocasión de los festejos por el Día del Trabajo. Ya en el ocaso de su vida, en pleno ejercicio de sus facultades como Presidente de la Nación, e indignado por los cánticos ofensivos que entonaban las columnas montoneras (contra su esposa, contra López Rega y acusando a su gobierno de "estar lleno de gorilas"), durante una gran convocatoria en la Plaza de Mayo Perón los llamó estúpidos e imberbes en un encendido y recordado discurso desde el balcón de la Casa de Gobierno. La reacción de los militantes montoneros y sus simpatizantes, provocó algunos enfrentamientos y la inmediata retirada de la Plaza de las columnas que respondían a la organización. Entonces Perón le encomendó al Dr. Juan Manuel Abal Medina que les transmitiese que él quería hablar personalmente con Norma Arrostito y con Fernando Vaca Narvaja. La conducción de Montoneros –ahora liderada por la FAR– no autorizó a los dos convocados por Perón, a que se encontraran con él, por lo que la reunión no se realizó. Luego de dicho suceso, la jerarquía montonera pasó de hecho a la clandestinidad, y retomó sus operaciones militares, ahora ya en abierta oposición al gobierno encabezado por Perón, lo que les dejaba sin la más mínima expectativa de tener su apoyo. El retorno a la actividad clandestina fue reconocido formalmente por la Conducción Nacional de Montoneros en el mes de septiembre de 1974 mediante una conferencia de prensa secreta ofrecida por Mario Firmenich, Adriana Lesgart (Grupo Evita), José Pablo Ventura (JUP), Enrique Juárez (JTP) y Juan Carlos Dante Gullo (JP). La organización fue declarada ilegal por el gobierno el 8 de septiembre de 1975.

A partir de 1975 se realizan conversaciones para un acercamiento entre la dirigencia de Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), otra organización armada irregular argentina (en este caso de ideología marxista-leninista) brazo armado del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

La acción cada vez más violenta de la derecha peronista –sostenida desde el entorno del propio Perón– contra las organizaciones guerrilleras se acentuó más aún luego de la muerte del anciano líder, al asumir su esposa y vicepresidente María Estela Martínez de Perón la primera magistratura, cuya opinión y voluntad estaban bajo la influencia de José López Rega.

El secuestro de los Born

En medio de un clima político y social sumamente enrarecido y conflictivo, el 19 de septiembre de 1974 un comando montonero concreta el secuestro extorsivo que obtuvo el cobro del mayor rescate de la historia argentina ya que la organización recibió sesenta millones de dólares, por la entrega con vida de los hermanos Juan y Jorge Born (Bunge & Born), a los seis y nueve meses respectivamente. Los hermanos Born eran por entonces los principales accionistas del mayor conglomerado productor y exportador cerealero argentino. Durante este hecho Montoneros asesinó a un empresario (de apellido Bosch) y al conductor del vehículo (apellidado Pérez) en que viajaban los secuestrados.

Dirigentes montoneros confirmaron que una parte del dinero fue derivada hacia Cuba con el fin de ponerla transitoriamente a resguardo, en tanto que el pago final de unos 17 millones de dólares fue cobrado y administrado por el banquero David Graiver, quien tenía sus oficinas en la ciudad de Nueva York y falleció en un dudoso accidente de aviación. En ambos casos hasta el presente ha sido un gran misterio el destino final de buena parte del dinero en efectivo producto del rescate. Las relaciones entre el régimen de Fidel Castro y los Montoneros no siempre eran de mutua afinidad. Por un lado han circulado versiones periodísticas sugiriendo que la fortuna de los Montoneros quedó finalmente incautada y confiscada en Cuba por orden de Castro, pero algunos ex funcionarios cubanos han declarado que todo el dinero proveniente de este mega secuestro les fue entregado a Firmenich, Perdía y Yaguer, algunas veces en forma personal y en efectivo, y otras en graduales y sucesivas remesas al exterior vía complejas triangulaciones financieras a través de bancos de Checoslovaquia y Suiza.

Los mencionados dirigentes montoneros jamás han dado precisiones ni respondido fehacientemente los cuestionamientos en tal sentido, y el destino final de los fondos del rescate se mantiene como un enigma.

La desaparición de Roberto Quieto

Artículo principal: Roberto Quieto

El 28 de diciembre de 1975 personas dirigidas por quien se identificó con una credencial como Inspector Rosas, de la Policía Federal, redujeron a Quieto con violencia a culatazos en la cabeza, lo arrastraron hasta un auto y partieron velozmente.

La noticia fue difundida por la prensa al mismo tiempo que legisladores radicales denunciaban el hecho en el Congreso. Al gobierno de la presidente María Estela de Perón llegaron reclamos de dirigentes e intelectuales del país y del extranjero pero en ningún momento reconoció la detención de Quieto quien, según algunas fuentes habría sido torturado en la guarnición militar de Campo de Mayo, pero del que nunca se tuvieron noticias ciertas pasando a la categoría de desaparecido.[5]

El juicio del Tribunal Revolucionario

Una semana después del hecho Montoneros informó internamente que habían caído algunos locales de importancia conocidos por Quieto y que no cabían dudas acerca de su responsabilidad y casi de inmediato decidió cesar todas las acciones y gestiones por su liberación y un poco más adelante le iniciaba juicio revolucionario. Luego Montoneros emitió un comunicado informando que el 14 de febrero de 1976 el Tribunal Revolucionario había encontrado a Roberto Quieto "culpable de los delitos de deserción en operación y delación, y propuesto las penas de degradación y muerte a ser aplicadas en el modo y oportunidad a determinar".[6]

La detención de uno de los principales dirigentes de Montoneros, que además tenía fuerte llegada a las bases militantes había conmocionado a la militancia, en especial porque las circunstancias en que se había producido mostraban que Quieto había violado palmariamente las reglas de seguridad que, incluso, había establecido la conducción. La noticia de su condena provocó que algunos de ellos replantearan la necesidad de rediscutir el tema de cómo actuar en la tortura en la nueva situación represiva y otros miraron con suspicacia lo que pensaban era un apresuramiento de la Conducción sin explicaciones visibles. Esa condena fue un paso adelante en el camino a la implantación de la pastilla de cianuro.

Quieto proponía fortalecer la oposición civil al gobierno de María Estela de Perón y plantear el adelanto de las elecciones, o sea dar prevalencia a la actividad política y no a la acción militar que iba a favorecer la llegada del golpe pero las propuestas que se impusieron en la última reunión de 1975 del Consejo Superior Montonero, efectuada en octubre se alineaban con la posición que favorecía al golpe.[5]

José Aricó se refirió a su impresión de Roberto Quieto poco antes de su detención describiéndolo como:

“un dirigente aniquilado, derrotado, sin posibilidad de cambiar una situación en la dirección del movimiento, desconfiando profundamente de lo que ese movimiento estaba diciendo, pero obligado a defender cosas absurdas, como la creencia que una confrontación frontal con el Ejército podía llevarlos a ellos al triunfo. Eso no lo creía Quieto, Quieto era un hombre que estaba derrotado antes y su detención es la consecuencia lógica de ese desplome moral, diría, y político que se produjo en este hombre”[7]

El debate interno sobre la tortura

Muchos años después se siguió debatiendo sobre la mencionada condena. En un reportaje Mario Eduardo Firmenich justificó el juicio a Quieto expresando:

"Evidentemente como todos los desaparecidos Quieto fue sometido a las peores torturas que uno se pueda imaginar. Nosotros no tuvimos nunca más información de él, pero sí tuvimos evidencia de delaciones de él durante la tortura. (...) Nuestra fuerza en su ideología tenía como un elemento significativo, importante del tema del "hombre nuevo". (...) Cómo era posible que aquel que tenía que ser el hombre nuevo pudiera cantar en la tortura. Este fue el problema. Nosotros establecimos a partir de ahí dos cosas: un juicio, una ausencia a Quieto que tenía un valor realmente simbólico. Sabíamos que no tendríamos ningún rastro de él. Era un juicio que en definitiva implicaba establecer jurisprudencia para la conducta ante la represión que se avecinaba. (...) nadie puede garantizar antes de pasar por la tortura que no va a hablar era morir antes de la tortura. Y allí fue que se estableció para los miembros de la conducción la obligatoriedad de la pastilla de cianuro, para no entregarse vivo. (...) [luego] se decidió generalizar la pastilla de cianuro para evitar la delación en la tortura."[8]

Por su parte, Lila Pastoriza consideró que esa condena es un dato que muestra el reemplazo de la política por el accionar militar, el cerrojo de las opciones binarias –héroes o traidores, valientes o cobardes–, la preeminencia de las lógicas bélicas. La conducción que lo juzgara igualó en el cargo de traición tanto al integrante que se vendía al enemigo como al que era obligado a entregar información mediante la tortura y parece no haber reflexionado sobre el efecto desmoralizador que tenía para muchos militantes la condena en esas circunstancias de un dirigente respetado.[5]

Fuerza de Monte del Ejército Montonero

A mediados de 1975, se había iniciado la tarea de reclutamiento y entrenamiento dentro los Montoneros para formar la «Compañía Montoneros de Monte» que operaría en el noroeste de Tucumán. Se efectuaron reconocimientos y se prepararon 40 depósitos, que serían futuras bases de operaciones. Para minimizar su detección entre la población civil se había formado la unidad principalmente con cuarenta voluntarios solteros oriundos de la provincia. La zona de operaciones prevista fue el noroeste de la Sierra de Medina de Tucumán. En esos tiempos el Ejército estimaba que la guerrilla del PRT-ERP tenía entre 300 y 500 combatientes en Tucumán.[9]

En abril de 1977 la Junta estimaba que la organización guerrillera Montoneros contaba con entre 2843 y las 2883 sobrevivientes.[10]

En 1983, el gobierno del general Reynaldo Bignone, afirmó que la cifra total de militantes pro guerrilleros en todo el país alcanzaba a 25 000, de los cuales 15 000 serían combatientes armados.[11] Esta última estimación contenida en su llamado «Documento Final» contradice inteligencia previa de la dictadura que contabilizaba un total de 1300 combatientes del ERP en su pico máximo a mediados de los años 70,[12] y de 300 a 400 combatientes de Montoneros en 1977.[13] Las conclusiones del Documento Final son rechazadas por varios autores, en particular por Prudencio García que sitúa a la capacidad combativa de la guerrilla en 1000 a 1300 combatientes armados permanentes.[14] Otros autores de habla inglesa sostienen que hubo mas de 5.000 combatientes en la organización guerrillera Montoneros,[15] mientras que la Embajada de EEUU para el año 1975 estimaba que dicha cifra era de aproximadamente 2000 para Montoneros y de 400 a 800 combatientes para el ERP.[16] A su vez, Montoneros fue una de las organizaciones más castigadas admitiendo la pérdida de 5000 miembros.[17]

Durante el 13 de febrero de 1976 mientras los integrantes de la organización Montoneros penetraban por la zona de El Cadillal se produjo un encuentro imprevisto con el Ejército Argentino. Como resultado fueron muertos varios integrantes de la «Fuerza de Monte del Ejército Montonero», entre ellos Juan Carlos Alsogaray, hijo del quien había sido Comandante en Jefe del Ejército Argentino, el teniente general Julio Rodolfo Alsogaray,[15] quien tiempo atrás había sufrido un intento de secuestro fallido en la vía pública a manos de Montoneros, donde militaban sus hijos.

«Me resulta incomprensible la jerga de este genocida condenado a prisión perpetua», contestó Julio Alsogaray, hermano de Juan Carlos, cuando el ex-general Bussi, a través del sistema de teleconferencias le preguntó en junio de 2010 por qué el «Ejército Montonero» fue enviado a los montes tucumanos. Destacó que «A mí no me sorprende que mientan…, son mentirosos por naturaleza», agregó refiriéndose al argumento de los militares quienes sostienen que lo hicieron en defensa de la Patria.[18]

Operaciones militares previas al golpe del 76

En noviembre de 1971 Montoneros tomó la fábrica Fiat en Caseros, y en solidaridad con la lucha de los trabajadores quemó 38 autos.[19] El 4 de abril de 1973, a menos de un mes de las elecciones, un grupo de Montoneros asesinó al coronel Héctor Iribarren y el 30 de abril el ERP mató al almirante Hermes Quijada. A principios de 1975, Montoneros destacó observadores al frente rural del ERP y creó una Unidad Básica de Combate Logística (UBCL) con la que apoyó a la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez,[20] proporcionando armas, medicamentos y refugio a los guerrilleros del ERP en forma regular. En un boletín del Ejército Revolucionario del Pueblo (Argentina), analizando la relación entre ambas organizaciones se reconocía que Hace poco más de seis meses se retomaron las relaciones a nivel dirección de nuestro partido y Montoneros y ha habido positivos avances en las discusiones realizadas. Se abrieron perspectivas amplias para el trabajo unitario e incluso para la formación de un solo partido marxista-leninista y un solo ejército guerrillero en nuestra patria. La denominada Fuerza de Monte del Ejército Montonero operó en el área selvática de Tucumán, donde el ERP ya había sido prácticamente derrotado, pero la experiencia duró pocas semanas.[21] Algunas fuentes estimaban que los efectivos Montoneros que operaban en Tucumán eran de 150 a 200 militantes y 2500 simpatizantes.[15]

Entre 1974-1979, 656 personas fueron desaparecidas en Tucumán.[22] El 75% de los desaparecidos en Tucumán no fueron guerrilleros, sino trabajadores rurales de la caña y la industria azucarera, peones y obreros de la construcción, según reveló la Comisión Investigadora de las Violaciones a los Derechos Humanos local.[23] Una de las personas que figuran en la lista de desaparecidos en Tucumán es Diana Irene Oesterheld, hija del escritor y guionista Héctor Oesterheld, quien estaba embarazada de seis meses al momento de su desaparición. Frente a los jueces del Tribunal Oral Federal, el testigo Julio César Marini reveló que vio un mes después del secuestro al jefe de la división policial, el comisario Roberto “El Tuerto” Albornoz robando la casa en la que vivían Diana Oestherheld y su esposo Raúl Araldi, quienes desaparecieron durante la ocupación militar de la provincia de Tucumán.[24] Ambos eran militantes Montoneros y desaparecieron el 7 de agosto de 1976: Raúl fue asesinado en 1977 y Diana fue muerta en Campo de Mayo. El 26 de febrero,los pelotones Montoneros Hugo Barettay Hugo Figueroa secuestran y luego asesinan al Cónsul honorario de los Estados Unidos en Córdoba, John Patrick Egan. Dentro de la estrategia militar de Montoneros, la organización guerrillera argentina llevó a cabo tres ofensivas tácticas entre 1974 y 1976. La primera, de enero a marzo de 1975, produjo ciento cincuenta operativos, entre propaganda, ajusticiamientos y diversos atentados. El 15 de marzo una bomba montonera explotó en la Plaza Colón, al lado del Comando General del Ejército, aparentemente dirigida contra el general Jorge Rafael Videla; muere el camionero Alberto Blas García, y hay 29 heridos, entre ellos varios coroneles. El 23 de abril, tres pelotones de combate de Montoneros asesinaron al comisario inspector Telémaco Ojeda, que integraba el Servicio Antisubversivo de Rosario. "Esta acción es en respuesta al atropello cometido por las fuerzas de seguridad en todos los pueblos del cordón industrial", decía el parte de guerra de Montoneros. En julio de 1975 se inició la segunda campaña montonera con acciones estrictamente militares como bloqueo de rutas, control de zonas urbanas, ataques a comisarías. Pero desde finales de agosto hasta octubre atacaron a las Fuerzas Armadas. La tercera ofensiva, puesta en marcha muy cerca del golpe de marzo de 1976, estuvo dirigida especialmente contra la policía.

El 22 de agosto de 1975, día del aniversario de la masacre de Trelew, Montoneros hizo estallar en todo el país más de cien bombas, y lo mismo ocurrió los días 15 y 16 de septiembre en recuerdo del golpe militar que derrocó al presidente Perón en 1955. Al mismo tiempo el pelotón montonero Arturo Lewinger hizo estallar la niña bonita de la Armada: al ARA Santísima Trinidad, primer destructor misilístico que había sido construida con ayuda británica. En todo el período del gobierno militar, la Armada Argentina perdió once hombres: seis oficiales y cinco conscriptos.[25]

El 28 de agosto el pelotón montonero Marcos Osatinsky llevó a cabo la “Operación Gardel” e hizo explotar una bomba de aproximadamente 150 kilogramos en la pista del aeropuerto de San Miguel de Tucumán, cuando despegaba un avión Lockheed Hércules C-130 (matrícula TC-62) de la Fuerza Aérea transportando 114 miembros de fuerzas especiales de la Gendarmería Nacional, con un resultado de seis muertos y 29 heridos.[26] [15]

El 3 de septiembre en un asalto de Montoneros a un camión del Ejército, en el Camino General Belgrano, murió el sargento ayudante Anselmo Ríos. El 5 de septiembre, Susana María Coll de Casariego fue secuestrada por la Triple A. El 10 de septiembre, fue hallada en Ingeniero Maschwitz. Los paramilitares la ataron a un bloque de cemento y la acribillaron. Su cadáver tenía más de 50 impactos de bala. Era madre de dos hijos. Al día siguiente, Arturo Ovejero Soria, 25, fue asesinado en Tucumán por el grupo paramilitar "Comando José Rucci". El 15 de septiembre, Montoneros en Córdoba asesinan al oficial de policía retirado Simeón Alejandro Douglas Paz en tanto el mismo día un grupo paramilitar hace lo mismo con el estudiante de economía Juan Carlos López.

El 5 de octubre de 1975, 60 miembros de Montoneros, realizaron el ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29 en Formosa. Conducidos por el soldado entregador, Luis Roberto Mayol, los Montoneros sabían bien dónde se hallaban las diversas armas. El plan consistía en un ataque para copar el regimiento con la finalidad de robar armamento y lograr un gran impacto psicológico en la Brigada de Infantería de Monte 5. El combate les fue desfavorable, los atacantes huyeron en vehículos hacia el aeropuerto con varios heridos y con sólo 50 fusiles FAL.[15] (de los 200 previstos), dejando 16 muertos propios en el cuartel. Por su parte, los defensores tuvieron 12 muertos (1 oficial, 1 suboficial y 10 soldados conscriptos) y 19 heridos. En el Boeing atendieron a los heridos, se sumó a la fuga un avión Cessna 182, hallado luego en Corrientes; el Boeing fue abandonado en Santa Fe.

El 24 de octubre de 1975, miembros de la organización Montoneros secuestró al gerente de producción de Mercedes Benz, Herr Franz Metz y pidió 7 millones de dólares por el rescate del ciudadano alemán.[27]

El 26 de este mismo mes, cinco agentes de policía en Buenos Aires resultaron muertos luego de que fueron tiroteados en una emboscada, a metros de la Catedral de San Isidro.[28]

El 3 de diciembre de 1975, Montoneros asesina al general de división retirado Jorge Esteban Cáceres Monié, 58 (ex Jefe de Policía Federal durante el gobierno de Alejandro Agustín Lanusse). Se llevaron a la esposa, también herida, y la dejaron en una zanja a quince kilómetros, muerta. Ese mismo mes, Montoneros asalta la fábrica de armamentos Halcón de Banfield. Se llevan 250 armas nuevas, 150 fusiles calibre 7,65, 100 pistolas ametralladoras de 9 mm.

A principios de 1976, tres pelotones de montoneros tomaron la fábrica Bendix en Munro; adonde habían sido secuestrados dieciséis trabajadores. El 2 de febrero 50 guerrilleros atacaron la Escuela de Policía Juan Vucetich, en La Plata.

En febrero de 1976, en Tucumán, paracaidistas del Regimiento de Infantería Aerotransportada 14 entraron en combate con 65 guerrilleros de Montoneros, fueron muertos el cabo Héctor Roberto Lazarte y el soldado conscripto Pedro Burguener. Fue una emboscada y como resultado fueron muertos varios integrantes de la “Fuerza de Monte del Ejército Montonero”, entre ellos Juan Carlos Alsogaray, jefe de la unidad e hijo del general Julio Alsogaray.

El 13 de marzo de 1976, en un atentado de Montoneros en Córdoba, murieron los oficiales de policía retirados Mario Guevara y Alberto Belloqui, y un mozo de bar.

En la semana previa al golpe militar los Montoneros mataron a 13 policías como parte de su tercera ofensiva.[29]

Posición frente al golpe de estado

La conducción de Montoneros sabía en octubre de 1975, como todo el país[30] que se aproximaba el golpe e incluso tenía gracias a sus informantes detalles y precisiones del mismo, y continuó con sus operaciones que tendían a unificar a las Fuerzas Armadas respecto del proceso represivo. Firmenich dijo sobre ello: "no hicimos nada por impedirlo porque, en suma, también el golpe formaba parte de la lucha interna en el movimiento Peronista".[30]

Operaciones militares durante la dictadura

En ese período Montoneros continuó contra la dictadura militar la lucha que había iniciado durante el gobierno constitucional. El 27 de junio de 1976 un pelotón montonero emboscó a dos vehículos de la policía provincial rosarina ocasionándoles tres muertos y la inutilización de los patrulleros.[31] El 2 de julio de 1976 llevó a cabo un atentado colocando una bomba en la Superintendencia de Seguridad Federal de la Policía Federal Argentina, que causó la muerte de 23 personas y heridas a otras 66. Durante los primeros meses del gobierno militar murieron más de 70 policias en enfrentamientos con guerrilleros urbanos.[32] El 19 de agosto, los Montoneros interceptaron el auto particular del general Omar Carlos Actis a cargo de la organización del Mundial 78 de fútbol, y cuatro guerrilleros lo mataron.[33] El 12 de septiembre Montoneros destruyó un ómnibus policial en Rosario con un coche bomba, matando e hiriendo gravemente a por lo menos 33.[34] En el barrio de Floresta el 29 de septiembre, fuerzas de policía y tropas de ejército matan a cinco miembros de Montoneros. Muere en el enfrentamiento, por su propia mano, Maria Victoria Walsh, hija del escritor y periodista Rodolfo Walsh. El 2 de octubre, el comandante en jefe del ejército Jorge Rafael Videla escapa ileso de un atentado con una bomba montonera mientras presenciaba un desfile en Campo de Mayo.[35] Durante el 8 de octubre fueron atacados con bombas las oficinas de las compañías Fiat, Mercedes Benz y Chevrolet.[35] Durante el 16 de octubre otra bomba detonó en el club de cine del Círculo Militar, que no causó muertos pero hirió a 60 personas. Durante los primeros tres días de noviembre cinco casas de cinco ejecutivos empleados por Laboratorios Lazar fueron atacados con bombas y Carlos Roberto Souto, ejecutivo de Chrysler fue asesinado por miembros de los Montoneros.[35] El 9 de noviembre, un bombero falleció en el atentado dirigido contra el comando policial, en la ciudad de La Plata.[36] [37] El 16 de noviembre de 1976 unos 40 guerrilleros atacaron un puesto policial en Arana, provincia de Buenos Aires. Según datos recogidos por la Victoria Advocate, murieron varios de los atacantes.[38] Finalmente el 16 de diciembre hicieron estallar otra bomba en sala de películas del Ministerio de Defensa, matando a por lo menos 14 personas y resultando heridos 30 oficiales y miembros de familia.[39]

El 5 de abril de 1977, la guerrilla urbana hizo estallar, en el Edificio Cóndor, sede de la Fuerza Aerea Argentina, una bomba con 6 kilos de trotyl.[40] Según un reportaje exclusivo de la revista de noticias estadounidense, TIME, para el mes de septiembre de 1977 se habia contabilizado 36 desaparecidos (hasta la fecha de su publicación) para todo el país, pero que el año anterior se habia reportado más de 600 desaparecidos.[41] El 16 de diciembre de 1977, integrantes de Montoneros matan al ejecutivo Andre Gasparoux de Peugeot.[42] El 11 de mayo de 1978, la guerrilla urbana colocó un coche-bomba en el estacionamiento del Centro Cultural General San Martín, causando la muerte de un policía.[43] Durante el Mundial 78, el inspector de la policía Héctor Rodríguez murió y al menos otras cuatro personas resultaron heridas, entre ellas el suboficial Raúl Angel Russo, cuando trataron de desactivar una bomba en el Centro de Prensa del Mundial 78.[44] Montoneros poseía armas antitanque RPG-7 y durante el mes de junio dispararon doce misiles contra edificios e instalaciones militares.[45] El 5 de Julio de 1978, Luis Alberto Cámpora y Noemí Ponce, ambos Montoneros, fueron secuestrados en un operativo militar, y fueron encontrados fusilados unas cuantas horas después, con signos de tortura.

El 1 de agosto de 1978, una poderosa explosión conmovió Barrio Norte en la cuidad de Buenos Aires, causando 3 muertos, incluida Paula Lambruschini, una adolescente de quince años, y 10 heridos.[46] Dos edificios de departamentos afectados, fueron luego demolidos. La operación fue llevada a cabo por el Pelotón de Combate Especial “Eva Perón”, en un intento contra la vida del vicealmirante Armando Lambruschini.[47]

Aislamiento y derrota

Con el transcurso del tiempo los Montoneros sufrieron un gradual aislamiento de la base popular peronista en que se apoyaban, hasta que fueron completamente derrotados por el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, una dictadura militar que se inició en 1976 derrocando al débil gobierno constitucional de la viuda de Perón, después de casi dos años de gran inestabilidad política y económica. En la semana previa al golpe militar los Montoneros perdieron 25 combatientes en diversas operaciones y 63 militantes en atentados de la Triple A[48] y asesinaron a 13 policías, como parte de su nueva ofensiva denominada "La Tercera Campaña Militar Nacional Montonera".[15]

Con vías a aniquilar a sus opositores, este nuevo régimen dictatorial (cuyos dirigentes y cuadros militares habían sido entrenados en la "Escuela de las Américas" a cargo de los EEUU, y en donde se les enseñaba, entre otras materias, técnicas de acción psicológica, tortura, y control de población) inició una política institucionalizada de secuestro, desaparición forzada, tortura y exterminio en más de trescientos cuarenta centros clandestinos de detención. Años después los defensores de tal régimen alegarán que éste "continuó la política ordenada por la Presidente Martínez de Perón", a través de tres decretos por los cuales en 1975 ordenaba "aniquilar el accionar subversivo".

En las calles murieron, en enfrentamientos con los grupos de tarea, montoneros reconocidos. Carlos Caride, Carlos Hobert (miembro fundador de montoneros), Sergio Puiggrós, Miguel Zavala Rodríguez, Rodolfo Walsh, Francisco Urondo, que tomó la pastilla de cianuro cuando se vio rodeado.[49]

Entre mediados y fines de 1976 la Conducción Nacional y los cuadros de más jerarquía de la organización guerrillera partieron al exilio a México donde establecieron su "cuartel general", desde el cual continuaron actuando. La señora de Levenson, sesenta años de edad, madre de un militante Montonero muerto a mediados de 1976, fue secuestrada el 11 de febrero de 1977. María Graciela Tauro y Jorge Daniel Rochistein, ambos montoneros, fueron desaparecidos el 15 de mayo de 1977. Adriana y Gaspar Tasca, ambos montoneros, fueron secuestrados entre el 7 y 10 de diciembre de 1977. Adriana estaba embarazada de cinco meses. En enero de 1978 la jerarquía montonera se fue a Cuba, por motivos de seguridad, pues en esos días un comando militar junto a militantes "doblados" intentaron atentar contra Firmenich en suelo mexicano. La operación pudo ser desbaratada gracias a uno de los integrantes del comando, Tulio Valenzuela, quien simulando estar "quebrado" y ser un militante "doblado", al llegar a México se puso en contacto con la organización y denunció la maniobra. José Pérez Rojo y Patricia Roisinblit, ambos militantes montoneros, fueron desaparecidos el 6 de octubre de 1978. Ambos fueron secuestrados de su hogar en la calle Gurruchaga 2259, Buenos Aires. Patricia estaba embarazada

En 1979, llegaron a Argentina cuatro pelotones de combatientes que efectuaron varios atentados: Dinamitaron el edificio donde vivía Walter Klein, secretario de Coordinación Económica, pero sobrevivieron él y toda su familia. Al Secretario de Hacienda del gobierno nacional, Dr. Juan Alemán, lo ametrallaron pero salió vivo del atentado. Al empresario Francisco Soldati y su chofer, los asesinaron en la avenida 9 de Julio. Pero el resultado para Montoneros fue catastrófico: muchos guerrilleros fueron descubiertos por los servicios de inteligencia militar, y a otros los delataron sus compañeros quebrados por las torturas y abusos que padecieron. En 1980, la conducción montonera, que estaba refugiada en Cuba, continuó el plan de la contraofensiva, pero un nuevo pelotón fue secuestrado y desaparecido en marzo cuando llegó al país. Varios de ellos, como Tropas Especiales de Infantería (TEI), habían realizado cursos en el Líbano.[50] Fueron casi un centenar de guerrilleros montoneros que regresaron de manera clandestina al país entre 1979 y 1980. Luego de una estadía en La Habana, la dirigencia de los Montoneros se trasladó a Europa. Mientras tanto, los montoneros sobrevivientes de la columna oeste de Gran Buenos Aires formaron el "Batallón Héroes Montoneros", entre ellos figuraban Graciela Estela Alberti[51] y Ricardo Soria, quienes fueron secuestrados en Buenos Aires el 17 de marzo de 1980. En México Montenoros constituye una Brigada Sanitaria 'Adriana Haidar" encabezada por Silvia Berman que cumple una importante misión durante la guerra contra Somoza en Nicaragua.[52]

La represión tuvo también coordinación con los militares uruguayos: en 1977-1978, en el marco de los operativos contra los GAU y otros grupos de extrema izquierda, elementos Montoneros presentes en Uruguay fueron sistemáticamente perseguidos.[53]

Durante el transcurso del "Proceso", la mayoría de los cuadros activos de la organización Montoneros fueron muertos o secuestrados, quedando a disposición de las Fuerzas Armadas o de seguridad como "detenidos/desaparecidos".

No obstante, algunos miembros de la cúpula dirigente de Montoneros (Firmenich, Perdía y Vaca Narvaja), sobrevivieron. Algunos (tal el caso del propio Firmenich) fueron acusados de haber actuado como agentes de contra inteligencia y entregadores de sus propios compañeros por el fiscal Romero Victorica y se inició una causa basada en rumores, provenientes muchos de ellos de fuentes militares o de servicios de inteligencia, finalizando con la exoneración por falta de pruebas.

Prensa Montonera

A lo largo de su corta existencia, la agrupación Montoneros utilizó de manera abundante especialmente la prensa gráfica, como modo de difusión de sus ideas políticas. Las primeras entrevistas y notas a Montoneros se pueden encontrar en Cristianismo y Revolución.

En 1973 la organización lanza el semanario El Descamisado, de gran importancia para la época, con la dirección de Dardo Cabo, que publicó 47 números y llego a tener una tirada de 100.000 ejemplares. En 1974 el semanario es clausurado y enseguida se lanza otra revista de igual características, llamada El Peronista para la Liberación Nacional y dirigida por Miguel Lizaso, que apenas sobrevive 6 números, ya que es clausurada nuevamente. Poco tiempo después, se lanza La Causa Peronista, cuyo director fue Galimberti. En septiembre de 1974 este semanario es clausurado luego de publicar un reportaje de cómo fue asesinado Aramburu.

El intento más serio por parte de Montoneros, fue el lanzamiento del Diario Noticias, dirigido por Miguel Bonasso y que tuvo un plantel de periodistas de primer nivel. Fue clausurado en 1974 después de 8 meses y 267 números. En 1975, ya en la clandestinidad Montoneros lanza la revista Evita Montonera, que tuvo 25 números entre 1975 y 1979 y estaba supervisada directamente por la conducción nacional de la organización. Por otra parte, se editaron clandestinamente otras revistas, como Estrella Federal, perteneciente al "Ejercito Montonero" o El Montonero. También desde el exilio, se pueden encontrar publicaciones que respondían a esta agrupación, como El Descamisado, edición Centroamerica y Noticias de la Resistencia. Existieron otras revistas como Ya! es hora del Pueblo o Militancia Peronista, que si bien no respondían directamente a la organización Montoneros, le eran afines. En 1975, el Partido Autentico, un partido politico fuertemente influenciado por Montoneros, lanza un periódico quincenal formato de formato tabloide grande llamado El Autentico, de muy corta vida, ya que sólo pudieron publicar 8 números. Fue la ultima publicación legal de Montoneros. Más tarde Rodolfo Walsh lanza la agencia clandestina de noticias ANCLA, que tuvo gran relevancia especialmente en los primeros tiempos de la dictadura militar.

Código de Justicia Revolucionario

Montoneros tenía un Código de Justicia Penal Revolucionario aprobado el 4 de octubre de 1975 que era aplicable a todos los integrantes (art. 1°). Entre las penas se incluía la de muerte para ciertas conductas de sus integrantes (art. 21) que debía ser dictada por el Consejo Nacional (art. 28°).[54]

Actualidad

La organización Montoneros ha dejado de existir. Muy pocos de sus militantes orgánicos han sobrevivido luego del exterminio de la dictadura. Fue una de las organizaciones más castigadas en pérdida de vidas con 5.000 desaparecidos según el propio Mario Firmenich.[55] [56] Entre los sobrevivientes, existen aquellos que critican con dureza a la que fuera su conducción nacional, algunos que intentan minimizar o negar su participación en esa época y otros que, aun reconociendo muchos errores graves, reivindican su pertenencia y su práctica en la organización guerrillera enmarcándola en un contexto histórico y geopolítico.

Referencias

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  4. Gambini, Hugo: Historia del peronismo. La violencia (1956-1983) pág. 281 Buenos Aires 2008 Javier Vergara Editor ISBB 978-950-15-2433-8
  5. a b c Pastoriza, Lila (2006). «La 'traición' de Roberto Quieto. Treinta años de silencio.». Lucha armada en la Argentina n*6 pág. 4. Buenos Aires. 
  6. Juicio revolucionario a Roberto Quieto en Evita Montonera n* 12, feb-marzo de 1976 pág. 13
  7. Carlos Altamirano (entrevista) y Rafael Filipelli (filmación), “La última entrevista a J.M. Aricó”, en Estudios, Nº 5, Córdoba, enero-junio de 1995
  8. Entrevista a Mario Eduardo Firmenich por Felipe Pigna
  9. «Juicio a las Juntas».
  10. [Decíamos ayer. La prensa argentina bajo el proceso, Eduardo Blaustein y Martín Zubieta, p. 554, Colihue 1998.]
  11. «Campo Santo. Parte II. Capítulo XX. El poder real de la guerrilla».
  12. «Documento desclasificado del Departamento de Estado del 14 de junio de 1978.».
  13. «Documento desclasificado del Departamento de Estado del 26 de mayo de 1977.».
  14. García, Prudencio (1995). El drama de la autonomía militar: Argentina bajo las juntas militares. Alianza Editorial. p. 505. ISBN 8420694142. 
  15. a b c d e f Lewis, P.H. Guerrillas and generals: the "Dirty War" in Argentina. Westport, CT: Praeger Publishing, 2002; pp. 47, 105, 112, 125, 418
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  17. Latin America in the era of the Cuban Revolution. Por Thomas C. Wright. p. 107. Praeger Publishers 2001.
  18. Cruce verbal entre el represor Menéndez y Alsogaray. ARGENPRESS.
  19. The Argentina Reader: History, Culture, Politics, Por Gabriela Nouzeilles y Graciela R. Montaldo, p. 382, Duke University Press, 2002
  20. Terrorism in context. Por Martha Crenshaw. Página 230.
  21. Anzorena, O. Tiempo de violencia y utopía: del golpe de Onganía (1966) al golpe de Videla (1976). Buenos Aires: Ediciones del Pensamiento Nacional, 1998; p. 327.
  22. Listado de Desaparecidos. Proyecto Desaparecidos.
  23. Operativo Independencia, el plan para “aniquilar a la subversión” Clarín.com
  24. Juicio ex jefatura de policía. Vieron al “El Tuerto” Albornoz usurpando una casa de desaparecidos. ARGENPRESS.
  25. [Decíamos ayer. La prensa argentina bajo el proceso, Eduardo Blaustein y Martín Zubieta, p. 554, Colihue 1998.]
  26. Crowley, Eduardo, A house divided: Argentina, 1880-1980, Londres: C. Hurst & Co., 1984
  27. The encyclopedia of kidnappings, Por Michael Newton, p. 193, Infobase Publishing, 2002
  28. Documentos desclasificados por el Departamento de Estado Norteamericano.
  29. http://books.google.com/books?id=NtZ3EvNYxjYC&pg=PA125&dq=#v=onepage&q&f=false Terrorism in Context By Guerrillas and generals: the "Dirty War" in Argentina By Paul H. Lewis, p. 125, Praeger Paperback (October 30, 2001)
  30. a b Pilar Calveiro: Política y/o violencia. Una aproximación a la guerrilla de los años 70 pág.120. Grupo editorial Norma Buenos Aires 2005 ISBN 987-545-334-X
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Bibliografía

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  • Evita Montonera Nro. 12

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Enlaces externos


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  • Montoneros — fue una organización armada argentina que desarrolló sus acciones con mayor intensidad entre los años 1970 y 1977. Sus raíces tempranas se pueden encontrar en la decada del 60, en la confluencia de militantes del movimiento nacionalista… …   Enciclopedia Universal

  • Montoneros — Les Montoneros étaient une organisation politico militaire argentine péroniste qui pratiqua la lutte armée entre 1970 et 1979, avec une intensité maximale jusqu en 1976. Ses objectifs étaient : la déstabilisation du gouvernement autoproclamé …   Wikipédia en Français

  • Montoneros — Demonstration der Montoneros am 1. Mai 1974 Das Movimiento Peronista Montonero, die Peronistische Bewegung Montonero, ist eine argentinische Stadtguerilla. Sie entstand um 1970 innerhalb des links revolutionären Flügels der peronistischen… …   Deutsch Wikipedia

  • Montoneros —    Of the many guerrilla organizations active in Argentina during the 1960s and 1970s, the Montoneros were the largest and most powerful. Unlike the other principal guerrilla group, the Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP, People’s… …   Historical Dictionary of the “Dirty Wars”

  • Dirty War — For other uses, see Dirty War (disambiguation). Argentinean Dirty War Part of Operation Condor …   Wikipedia

  • Jeunesse péroniste — La Jeunesse péroniste (Juventud Peronista ou JP), fondée en 1957 par Gustavo Rearte et d autres jeunes, était l organisation de jeunesse du Mouvement national justicialiste (ou péroniste). Elle visait à rassembler les jeunes militants argentins… …   Wikipédia en Français

  • Mario Firmenich — Firmenich en 1979 Nacimiento 24 de …   Wikipedia Español

  • Juventud Peronista — «JP» redirige aquí. Para otras acepciones, véase JP (desambiguación). Gustavo Rearte, cofundador de la Juventud Peronista. Falleció el 1 de julio de 1973. La Juventud Peronista, más conocida como JP, engloba al sector juvenil del Movimiento… …   Wikipedia Español

  • Terrorismo de Estado en Argentina en las décadas de 1970 y 1980 — Este artículo o sección puede ser demasiado extenso(a). Algunos navegadores pueden tener dificultades al mostrar este artículo. Por favor, considera separar cada sección por a …   Wikipedia Español

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