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Tura Satana
Tura Satana en 2008.Nombre real Tura Luna Pascual Yamaguchi Nacimiento 10 de julio de 1938
Hokkaidō, JapónFallecimiento 4 de febrero de 2011 (72 años)
Reno, Estados UnidosOcupación Actriz Años en activo 1963-2011 Pareja John Satana (1951–1952)
Endel Jurman (1981–2000)Sitio web turasatana.com Ficha en IMDb
Tura Luna Pascual Yamaguchi (Hokkaidō, Japón; 10 de julio de 1938 - Reno, Nevada, Estados Unidos; 4 de febrero de 2011) mas conocida como Tura Satana, fue una actriz japoneso-estadounidense famosa por su papel de Varla en la película Faster, Pussycat! Kill! Kill! dirigida por Russ Meyer en 1965.Comenzó su carrera siendo bailarina exótica con tan sólo 13 años. Su padre era un actor de cine mudo de ascendencia japonesa y filipina, y su madre era una artista de circo nativa americana descendiente de cheyennes, escoceses e irlandeses.
Tura creció junto a su numerosa familia en un barrio en el Oeste de Chicago compartido por italianos, judíos y polacos. Única familia asiática en 30 kilómetros a la redonda, la explosión de la Segunda Guerra Mundial les grana una fuerte hostilidad en el vecindario, por lo que finalmente el gobierno los reubicó en el campo de concentración (rodeado por alambrado de púas) en Manzanar, en Lone Pine (California).
El término del conflicto les permite instalarse en la comunidad de El Manzanar, donde Tura asiste a la escuela y logra los primeros éxitos escolares (fue la mejor atleta femenina de la primaria). No obstante, sus triunfos se opacan ante las constantes envidias y hostigamientos que sufre de ciertas chicas negras, en particular hacia sus rasgos orientales; las humillaciones se prolongan por dos años hasta que – cansada de los castigos en su casa por llegar con la ropa dañada – pone fin al martirio propinando puñetazos a las cinco niñas.
Contenido
“La violencia es inolvidable”
Violada por una pandilla de jóvenes blancos a los diez años, verá esfumarse la justicia cuando sus atacantes no son procesados por la justicia.
Posteriormente la joven se convierte en la desnudista estrella de los clubes nocturnos de Nueva Orleans, siendo conocida como “La Señorita Belleza del Japón”. Durante esta época retoma sus coqueteos con el karate (alcanza el cinturón negro) y protagoniza un extraño episodio luego de que el auto en el que viajaba se estrellara y ella misma rescatara a los pasajeros cuando comenzó a incendiarse; según declaró más tarde, pudo recuperar la conciencia tras ver entre las llamas a un niño indio, visión que asegura presenciar en ciertos momentos clave.
Con una pequeña fortuna acumulada en el circuito de los clubes (y una fama de ninfómana que también le cuelga un romance con Elvis Presley), Tura se arriesga a probar suerte en Hollywood, debutando en 1963 con un pequeño papel en la comedia Irma la Dulce (que protagonizaban Shirley Mc Laine y Jack Lemmon). Pero no será hasta dos años después que se convierta en un verdadero objeto de culto, tras cruzar su camino con el del inefable realizador Russ Meyer.
Violencia en la carretera
Paradigma legendario del cine marginal, Russ Meyer (1921-2004) es un nombre ineludible para comprender los derroteros de la explotación cinematográfica entre los años sesenta y setenta. Ex fotógrafo de Playboy con alguna experiencia en cortometrajes, sazonó los años previos a la legalización de la pornografía en Estados Unidos con una veintena de filmes que no sólo dieron forma al género soft nudie, sino que también recrearon el viejo cóctel de sexo y violencia en una efectiva fórmula que otros imitarían hasta el cansancio.
Meyer resultaba una opción certera para aumentar los crecientes bonos de Tura Satana. Tras sacudir a la reprimida sociedad estadounidense con The Inmoral Mr. Teas (1959), el director detentaba un aura transgresora que capitaliza con astucia en las siguientes Eve and the Handyman (1960), Lorna (1964), Mudhoney y Motorpsycho (ambas de 1965), siempre llevando las emociones hasta el límite e inundando la pantalla con mujeres de voluptuosos pechos. Huelga decir que la ex bailarina llenaba cabalmente los requisitos y logra adjudicarse su primer papel protagónico: Varla, la despiadada karateka de Faster, Pussycat! Kill! Kill! (1966).
Inserta en el subgénero de las road movies (películas realistas o fantásticas cuya trama —entroncada a eternas carreteras— involucra una suerte de viaje iniciático para el protagonista), Faster, Pussycat! se centra en un peligroso trío de delincuentes motorizadas que siembra discordia en los caminos, torturando a una núbil pareja, secuestrando a la chica y entrando en conflicto con una siniestra familia hacendada en el desierto. Pletórico en curvas y asesinatos, su delirante metraje ofrece a una Tura visceral e intensa, secundada por una dupla no menos exuberante (Haji y Lori Williams) mientras se entrega a un festín salvaje que ameniza el surf rock de The Bostweeds y Meyer capta en acertado blanco y negro.
El impacto de Faster, Pussycat! en el circuito independiente convirtió al filme en un instantáneo clásico de la serie B, reportando numerosos elogios para el realizador y su actriz. Redescubierto por la comunidad universitaria a comienzos de los setenta, se erigió desde entonces como un alabado filme de culto… si bien para entonces su escultural musa transitaba rumbos bastante alejados.
Chicas y zombies
Los auspiciosos dividendos generados por la mancuerna Meyer-Satana no se extendieron más allá. Quizás temiendo encasillarse junto al director, la pantera mestiza apartó sus pasos de quien alimentó las siguientes décadas con un festivo catálogo que aunó comedia rosa, sadomasoquismo, brutales tintes gore y chicas superdotadas (Candy Samples, Edy Williams, la mítica Kitten Natividad o incluso una primeriza Pam Grier) en señeros títulos como Mondo Topless (1966), Vixen (1968), Beyond The Valley of the Dolls (1970), Supervixens (1975) y Up! (1976).
No obstante, Tura estaba lejos de dormirse en los laureles y a sus 27 años se encuentra decidida a aprovechar su meteórica fama. Tras aceptar en 1966 un papel secundario en Our Man Flint (trasunto de James Bond protagonizado por James Coburn), se permite incursionar nuevamente en la música con unas cuantas grabaciones; hasta sale durante un tiempo con el actor Rod Taylor, célebre por su rol en el clásico de 1960 The Time Machine.
Por esto, resulta cuanto menos extraña su decisión de rodar a las órdenes de Ted V. Mikels, otro cineasta encaprichado con las mujeres quien —según la leyenda— vivía atendido por ocho sensuales señoritas en su castillo de California (todo un Fantomas venido a menos). Cuales hayan sido las circunstancias, Mikels logró fichar a la actriz en The Astro-Zombies (1968) y The Doll Squad (1973), dos cintas de escasa factura económica y argumental que obtuvieron algún reconocimiento más allá del llamado cine trash (basura). De hecho, la premisa manejada en The Doll Squad (tres investigadoras femeninas trabajando para un misterioso patrón) sería plagiada años después para crear la popular serie televisiva Charlie’s Angels.
El legado
De esta manera la Perla Oriental daba fin a su aventura en el estrellato, pues al poco tiempo se retira sin aclarar sus verdaderos motivos. Años después (y en pleno apogeo de sus filmes en la esfera independiente) se la encontró trabajando como enfermera, asistente de un doctor e incluso pasando llamadas telefónicas, radicándose finalmente en Hollywood para vivir junto a su segundo marido; desde entonces, sus apariciones públicas se limitaron a contadas conferencias, al tiempo que su impetuosa carrera tomaba relevo nada menos que en su hermana menor, también una ex stripper que trabajó en el cine bajo el seudónimo de Lonnie Satin.
La vida de Tura Satana han tomado un cariz inusualmente legendario en el tiempo. Como ocurrió en los años cincuenta con la fabulosa Bettie Page, su breve paseo por el espectáculo no le impidió proyectar su asombroso magnetismo más allá de la nostalgia, manteniéndola fresca hasta el presente como personaje de historietas, referencia musical (con canciones como Viva Satana! de Babasónicos y hasta un grupo llevando su nombre) y recurrente icono cultural (DC Comics la incluyó en su aclamado Big Book of Women).
Princesa oscura del cine independiente por pleno derecho, Tura encarnará por siempre a la mujer rebelde y voluntariosa, capaz de torcer sus propias limitaciones para alcanzar sus sueños. Todo un logro magistral.
Fallecimiento
Tura falleció el 4 de febrero de 2011 en Reno, Nevada. Su mánager de toda la vida, Siouxzan Perry, comunicó que la causa de su muerte se debió a un fallo cardíaco.
Filmografía
- Irma La Douce (1963)
- Faster, Pussycat! Kill! Kill! (1965)
- Our Man Flint (1966)
- The Astro-Zombies (1969)
- The Doll Squad (1974)
- Man Hands and Swollen Glands (1990)
- Mark of the Astro-Zombies (2002)
- Sugar Boxx (2008)
- The Haunted World of El Superbeasto (2009)
- The Wild World of Ted V. Mikels (2010)
Referencias
http://gxlblog.blogspot.com/2007/01/la-duea-de-la-calle-si-los-aos-sesenta.html
http://gxlblog.blogspot.com/2007/01/tura-satana-segunda-parte-con-una.html
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