- Visión beatífica
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La visión beatífica (del latín beatus = "feliz") es un privilegio divino que consiste en el conocimiento inmediato de Dios.[1]
Este privilegio lo tienen los ángeles y las almas de los justos.[1] Adán gozaba de este don[1] ("Oí tus pasos por el jardín", Génesis 3,10). Después del pecado original, Adán y toda la descendencia humana ha perdido el don de poder ver a Dios.[1] Jesús conservó la visión beatífica durante su estancia en la Tierra.[1]
Está en directa relación con la creencia en la Theosis tanto en la Iglesia Católica como en las Ortodoxas.
Durante la historia, algunos santos místicos (como Santa Teresa de Ávila) han poseído el don de la visión beatífica.
Según la teología católica, los justos en el Cielo o Paraíso gozarán el poder ver a Dios. La visión de la esencia divina y la fruición de ella suprime en ellos los actos de Fe y Esperanza, y continuará hasta la Eternidad.[1]
El papa Juan XXII generó gran controveria al afirmar que los Justos NO tendrían la Visión Beatífica hasta el día del Juicio. Su sucesor, Benedicto XII promulgó en 1336 la bula Benedictus Deus en la que fijó oficialmente la doctrina católica sobre la visión beatífica, según la cual los fallecidos en gracia de Dios gozan de su visión hasta el Juicio Final.
Referencias
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