- Concilio de Gerona
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El Concilio de Gerona se celebró a finales de diciembre del año 1077.
Este concilio se esforzó para introducir la reforma eclesiástica. Fue un concilio tempestuoso. El arzobispo de Narbona, Guifré, que se oponía a las medidas que se querían tomar, se abstuvo de acudir y su gente perturbó la reunión. Los prelados y el legado Amado de Olorón salieron de la ciudad. Fueron a Besalú, donde el conde Bernardo II les había ofrecido refugio y defensa, y allí acabaron sus tareas (año 1078).
Excomulgaron a Guifré de Narbona y expulsaron de sus monasterios a muchos abades simoníacos. Algunos autores creen que, en ciertas disposiciones presas, Amado se extralimitó. Uno de los aspectos más interesantes de este concilio fue el de las reordenaciones. <<La decisión de Amado de Gerona --dijo un autor-- comprometió a la autoridad de Gregorio VII?. Es seguro que, por exceso de celos, los legados de este papa ultrapasaran sobre sus instrucciones y hubiesen de ser criados a la orden. Es muy verosímil que las decisiones de Gerona son imputables a Amado únicamente... No por eso el acta de Amado es menos instructiva, sin duda ha de explicarse así: los reglamentos pontificales excluyeron de todo ministerio a los simoníacos y los clériguos ordenados por ellos. Pero aplicar estas reglas a España habría equivalido a deponer la más grande parte de la clerecía. Para continuar el culto, el legado prescribió las reordenaciones...>>
El 6 de febrero de 1101 hubo otro concilio en Gerona presidido por el cardenal Ricardo.
Referencias
- Historia de Cataluya de Rovira i Virgili pàgs. 299 i 300, Editorial Gran Enciclopedia Vasca 1977 (ISBN-84-248-0322-1 Volumen IV)
Categoría:- Concilios
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