Avistamiento de ballenas en Maine

El avistamiento de cetáceos, es la práctica de la observación de ballenas y otros cetáceos en su hábitat natural. Los cetáceos son vistos más comúnmente como recreación (similar a la observación de aves), pero la actividad también puede ser para fines científicos o razones pedagógicas. El tamaño y rápido crecimiento de esta industria ha dado lugar a complejos debates con la industria de la caza de ballenas sobre el mejor uso de estas como un recurso natural.

Historia

El avistamiento de cetáceos como una actividad organizada se remonta a 1950, cuando el Monumento Nacional Cabrillo de San Diego se declaró lugar público para la observación de la ballena gris.

En 1955 comienza a cobrarse a clientes US$1 por viaje a ver las ballenas a acercarse a las costas. El espectáculo se hace popular, atrayendo a 10.000 visitantes en su primer año. Esta industria se expande a toda la costa occidental de los Estados Unidos sobre la siguiente década.

En 1971, la Sociedad Zoológica de Montreal comienza sus actividades de avistamiento de cetáceos en la parte oriental de América del Norte, ofreciendo excursiones en el río San Lorenzo para ver rorcuales comunes y belugas.

A fines de 1970 el tamaño de la industria se multiplica gracias a las operaciones en Nueva Inglaterra. En 1985 viajaron mas visitantes a ver cetáceos de Nueva Inglaterra que a California. Este rápido crecimiento en Nueva Inglaterra se ha atribuido a la relativa densa población de yubartas, cuyo comportamiento acrobático, como saltos fuera del agua, resultaban mucho más llamativo para los espectadores.

A lo largo de los años 1980 y 1990 la observación de cetáceos crece en todo el mundo. En 1998 Erich Hoyt llevó a cabo el mayor estudio sistemático de observación de cetáceos y concluyó que los viajes para observación de ballenas eran disponibles en 87 países de todo el mundo, con más de 9 millones de participantes (una industria millonaria que necesita de gran infraestructura, como alojamiento, restaurantes y transporte), de más de mil millones de dólares. Su estimación para el año 2000 fue de 11,3 millones de participantes gastando $ 1,475 millones.

Regulaciones

Activistas medio ambientales, preocupados por lo que consideran la mentalidad del "dinero rápido" en algunos propietarios de embarcaciones, sugieren una serie de normativas con el fin de que esta industria no altere el hábitat de los cetáceos. Estas normas incluyen[1]:

• Minimizar la velocidad de las embarcaciones.
• Evite giros bruscos.
• Minimiza el ruido.
• No perseguir, rodear o movilizarse entre los cetáceos.
• No permitir la natación con delfines (esta última regla es más polémica y con frecuencia es ignorada, por ejemplo, en el Caribe).

Referencias

• Wdcs.org: Estado del avistamiento de cetáceos en América Latina.
• Acuerdo sobre la Conservación de Cetáceos del Mar Negro, el Mar Mediterráneo y la zona Atlántica contigua (ACCOBAMS)
• http://www.philippineholidays.com.au/All_Articles/whales.htm

Enlaces externos

• WDCS. ORG Latinoamérica

Commons

• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Avistamiento de cetáceos.