- Francisco R. Serrano
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Francisco R. Serrano
21 de junio de 1926 – 19 de junio de 1927 Predecesor Ramón Ross Sucesor Primo Villa Michel
1922 – 1924 Predecesor Enrique Estrada Sucesor Joaquín Amaro Domínguez
Datos personalesNacimiento 1886
Huatabampo, SonoraFallecimiento 3 de octubre de 1927
Huitzilac, MorelosProfesión Militar General Francisco Roque Serrano Barbeytia (Huatabampo, Sonora, en 1886 — Huitzilac, Morelos; 3 de octubre de 1927). Sus padres fueron Don Rufino Serrano y la Señora Micaela Barbeitia. Tomó parte en el movimiento libertario de 1910.[1] Fue un militar revolucionario mexicano, sirvió como Secretario de Guerra (ahora Secretaría de la Defensa Nacional). Ligado estrechamente con el grupo de los "Sonorenses" encabezado por el general Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. Con ellos guerreó durante la Revolución mexicana desconociendo al general Victoriano Huerta, quien usurpa la Presidencia de México luego del asesinato del Presidente Constitucional Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez. Su carrera militar siempre estuvo ligada con Obregón y Calles.
Arrancó su campaña para presidente de México en junio de 1927, respaldado por el Partido Socialista de Yucatán, el Centro Antirreleccionista, la Alianza de Partidos Antirreleccionistas de los Estados y el Partido Nacional Revolucionario (nada que ver con el organismo que fundó años después Plutarco Elías Calles) contra las circunstancias ilegales de la candidatura de su principal contrincante Álvaro Obregón, quien buscaba reelegirse, violando el axioma revolucionario de “Sufragio Efectivo, No Reelección”. Los dos principales candidatos anti reeleccionistas, Serrano y el general Arnulfo R. Gómez, hacen campaña política acusando a Obregón de un sinnúmero de delitos y este a su vez, se dedica a difamar en sus peroratas a sus contrincantes. Serrano y Gómez planean así aprehender a Obregón, Calles y Amaro durante las prácticas militares que se llevarían a cabo en el Campo Aéreo de Balbuena, pero el plan fracasó.
Serrano se traslada a Cuernavaca, Morelos, en donde festejaba su “santo” y es detenido el 2 de octubre. De acuerdo a testimonios de testigos presenciales, a Serrano y acompañantes, entre los que figuraban los generales Vidal y Peralta, se les recluyó en el cuartel de Cuernavaca con la única orden de mantenerles vigilados, lo cual es corroborado por el hecho de que Serrano y compañeros se encontraban armados y con ciertas comodidades, como era el contar con catres y no estar separados.
La tarde del 3 de octubre se dio la orden de trasladar a los reos a la Ciudad de México. Un poco antes de llegar a Huitzilac, la caravana de coches que llevaba a Serrano (quien viajaba en su automóvil particular) y a sus acompañantes (Carlos A. Vidal, Miguel A. Peralta, Daniel Peralta, Rafael Martínez de Escobar, Otilio González, Carlos V. Araiza, Alonso Capetillo, Augusto Peña, Antonio Jáuregui, Ernesto Noriega Méndez, Octavio Almada, José Villa Arce y Enrique Monteverde) hacia México se encontró con un regimiento de artillería con 300 soldados armados con rifles Thompson bajo las órdenes del general Claudio Fox. Cuando Serrano vió a Fox, le entrego su pistola al capitán García Alcántara, indicándole que “se la guardara por que ya no la iba a necesitar”. Ahí se hizo el intercambio de los prisioneros con la confianza de que serían trasladados sanos y salvos a la Ciudad de México. Una vez en posesión de los prisioneros, Fox hizo que les ataran las manos con alambre de púas y ya en Huitzilac, fueron obligados a bajar de los autos para ser asesinados por orden de Álvaro Obregón, quien en un delirio paranoico[cita requerida] y sospechando una asonada, hizo una purga sangrienta de los rangos militares y mató a quien en otra hora fuera su entrañable compañero de armas.
Las ropas de los muertos presentaban las gradaciones de las balas así como también las señales de las bayonetas. Al general Serrano se le tomo una mascarilla mortuoria en donde se aprecian claramente los golpes y vejaciones de que fue objeto. De esa mascara existen unas cuantas copias, una de ellas en poder del Museo de la Revolución Mexicana.
Los cadáveres fueron conducidos al Castillo de Chapultepec en donde Obregón y Calles dieron cuenta del cumplimiento de las órdenes y más tarde entregados a los deudos.
Lazos Externos
- Prescripción de Crímenes - Dr. Pedro Castro Martínez
- Sangre en Huitzilac
- Testimonio de agradecimiento del Dr. Pedro Castro Martínez
Referencias
Predecesor:
Enrique EstradaSecretario de Guerra y Marina
1920 - 1924Sucesor:
Joaquín Amaro DomínguezPredecesor:
Ramón RossGobernador del Distrito Federal
1926 - 1927Sucesor:
Primo Villa MichelCategorías:- Nacidos en 1889
- Fallecidos en 1927
- Militares de la Revolución mexicana
- Secretarios de la Defensa Nacional (México)
- Gobernantes del Distrito Federal
- Militares de México
- Sonorenses
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