- Género (ciencias sociales)
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El género es el conjunto de los aspectos sociales de la sexualidad, un conjunto de comportamientos y valores (incluso estéticos) asociados de manera arbitraria, en función del sexo. Según la Enciclopedia Británica, la identidad de género es "una autoconcepción de un individuo como masculino o femenino, indistintamente del sexo biológico".[1] En el seno de las ciencias sociales, el término hace referencia a las diferencias específicamente sociales, algunas de las cuales son los roles de género, pero también otros hechos sociales como los valores, moral e incluso formas estéticas.
Históricamente, el feminismo postuló la existencia del género y estudios antropológicos y sociológicos posteriores han mostrado que los roles de género son construidos socialmente, sin poderse encontrar una base biológica clara para muchos de esos roles. Así, se entiende que el género es una construcción social a través del cual se asignan diferentes roles a hombres y mujeres.[2] Con respecto a la gente que se siente identificada con un sexo que no es el suyo biológico, se dice que su identidad de género no corresponde con su cuerpo físico. Es el caso de las personas transexuales, transgénero o queer.
Desde hace algunos años, algunos denominan género a lo que parece diferenciar la identidad femenina de la masculina; así como las múltiples características que conllevan: comportamiento, actitud, consideración social, carácter físico etc.
En las ciencias políticas y sociales, hay autores que ya en el siglo XX diferencian entre sexo y género; asignando lo primero a una realidad biológica y lo segundo a una creación social. El siglo XXI comienza con la inserción de los estudios de género en las líneas de investigación de las universidades americanas y europeas. Algunas publicaciones de principios de siglo XXI, como la obra de Judith Butler (El género en disputa, Deshacer el género), parecen afirmar que el género en sí no existe; cuestionando la obra de Freud, la Teoría queer y el feminismo, se pregunta hasta qué punto las conductas que diferencian a los hombres y mujeres son biológicas o sociales. Las marcadas diferencias de género quedan vinculadas así al machismo, propio de sistemas y civilizaciones que son más subdesarrolladas.
Contenido
Investigaciones antropológicas
Uno de los estudios antropológicos pioneros que permitieron ubicar el concepto género en las ciencias sociales es el de Margaret Mead, quien en 1935 publica Sexo y temperamento en tres sociedades primitivas en donde describe los roles y características de varones y mujeres en tres sociedades de Nueva Guinea: los Arapesh, los Mundugumor y los Tchambuli (ahora Chambri). Las dos primeras tienen en común que no existen diferencias sociales entre varones y mujeres.[3]
Mead describe a los Arapesh como apacibles, cariñosos y atentos con la crianza de los niños, la cooperación y la ayuda al prójimo. Tanto varones como mujeres demuestran gran interés por lo erótico siempre y cuando éste se relacione con un profundo afecto. No existe tampoco presión social en lo referente a la ocupación de varones y mujeres. La única tarea que todos deben cumplir es el cuidado de los niños.
Entre los Mundugumor tampoco hay diferencias sociales entre varones y mujeres. Todos los miembros adultos de la comunidad son agresivos, desconfiados y crueles, con una sexualidad violenta y rápida. Las madres no desean tener sus hijos y cuando los tienen no son afectuosas con ellos. La elección de pareja la realizan tanto varones como mujeres.
En la sociedad Tchambuli sí hay roles de género diferenciados. Las mujeres son dominantes, tienen un trato impersonal pero continuo con los demás. Ellas se ocupan de la pesca, la fuente de alimento por excelencia de la cual depende la supervivencia del grupo. También se dedican a la manufactura de mosquiteras que, junto al pescado, son intercambiados por otros productos. Este intercambio es realizado por los varones. Ellos son emocionalmente dependientes de sus mujeres, se dedican al arte, la confección de vestidos y el maquillaje utilizados en las danzas rituales a los que las mujeres asisten de espectadoras. La actividad de intercambio de la producción de las mujeres es una ocasión donde ellos visten sus mejores galas. La casa, la familia y la esposa es nominalmente del varón, aunque no tiene real poder de decisión.
La importancia del trabajo de Mead reside en que demostró que no existe correspondencia natural estricta entre sexo y género y que lo hizo en una época en la Antropología daba esta correspondencia por supuesta.
Referencias
- ↑ Gender Identity, Encyclopædia Britannica Online, 2007.
- ↑ Sexualidad en la infancia
- ↑ CARRANZA AGUILAR, María Eugenia: Antropología y género. Breve revisión de algunas ideas antropológicas sobre las mujeres Publicado en el sitio del Seminario Mulleres e Universidade de la Universidade de Satiago de Compostela y el Centro de Estudio Avanazados - Casa de Europa
Bibliografía adicional
- Jesús Trillo-Figueroa (2009). La ideología de género. Libros Libres. ISBN 978-84-92654-22-2. http://www.libroslibres.com/ficha_libro.cfm?id=244&.
- Durán y Lalaguna, Paloma (2007). Sobre el género y su tratamiento en las organizaciones internacionales. Ediciones Internacionales Universitarias. ISBN 978-84-8469-209-6.
- Eliot, Lise (2010) (en inglés). Pink brain, blue brain : how small differences grow into troublesome gaps--and what we can do about it. Boston: Mariner Books. ISBN 9780618393114). Introducción Reseña en español en Diaro de Mallorca
Enlaces externos
- Igualdad de género: una estrategia rentable -- Plan de Acción del Grupo del Banco Mundial
- Gallardo Linares, Francisco J.; Escolano López, Víctor M. (2009, Marzo). Informe Diversidad Afectivo-Sexual en la Formación de Docentes. Evaluación de Contenidos LGTB en la Facultad de C.C.E.E. de Málaga. Málaga (España): CEDMA.
- Jutta Burggraf, Sexo y Género: La naturaleza de la personalidad humana, en el centro de la batalla ideológica. Nueva Revista, nº 96
Wikimedia foundation. 2010.