Generología

Generología

La generología es una disciplina que estudia todos los asuntos relacionados con la compleja realidad del género y sus derivados: identidad de género, roles de género, estereotipos de género, asimetría de género, entre otros.

Contenido

Perspectiva histórica

Hasta mediados del siglo XX la palabra género no fue apenas utilizada en las ciencias experimentales o sociales. Generalmente se empleaba el vocablo sexo. En las décadas de 1950 y 1960, algunos investigadores, como Money[1] (1955) o Stoller[2] (1968), la introducen dentro del mundo académico. A su vez, buena parte de los feminismos, de los así llamados de la segunda ola, la incorporan en sus escritos (Nicholson,[3] 1997). Durante la segunda parte de la pasada centuria surgen y se consolidan varios enfoques centrados en las posibles relaciones entre el sexo y el género y sus derivados: identidades sexuales e identidades de género, roles sexuales y roles de género, estereotipos sexuales y estereotipos de género o asimetrías sexuales y asimetrías de género (Deaux,[4] 1985; Delphy,[5] 1993; Unger,[6] 1979). El enfoque hoy predominante es el de la sustitución del sexo por el género, entendiendo que, por una parte, éste abarca más que aquél y, por otra, no está cargado con tantas connotaciones negativas como el término sexo, sobre todo para las mujeres. De hecho, como pone de manifiesto Haig[7] (2004), se produce un claro declive del término sexo en los títulos de los trabajos científicos, recogidos en las principales bases de datos, a la par que un inexorable aumento del vocablo género. En el polo opuesto, se encontraría un enfoque minoritario, que asume que no está claro por qué se ha de sustituir en todo momento el término sexo por el de género, dado que a veces no se acaban de ver las aportaciones específicas que se puedan hacer desde las investigaciones del género que no se puedan obtener desde los estudios científicos sobre el sexo (Dunnett,[8] 2003). Se hace hincapié en la vaguedad del término y, por tanto, en la dificultad de encontrar su posible utilidad (Glasser y Smith III,[9] 2008 ). Un tercer enfoque asume que el sexo y el género hacen referencia a las mismas realidades, por lo que se pueden utilizar estos vocablos indistintamente (Hughes,[10] 2003). Un cuarto enfoque establece que sexo y género se refieren a realidades distintas, aunque el punto de partida es común a ambas: el morfismo sexual aparente (Fernández, 2000a,[11] 2000b,[12] 2010[13] ).

Perspectiva conceptual

Desde este último enfoque, se entiende que se deba hablar de sexología (la disciplina encargada de estudiar científicamente los asunto del sexo: p.e., identidades, roles, estereotipos y asimetrías sexuales) y de sexólogo (persona especialista en materia de sexo), al igual que de generología (la disciplina encargada de estudiar científicamente los asuntos del género: p.e., identidades, roles, estereotipos y asimetrías de género) y de generólogo (persona especialista en materia de género). Si bien la sexología cuenta con más de 100 años de trabajos centrados en el sexo, aunque con considerables problemas de institucionalización académica (Abranson,[14] 1990; McConaghy,[15] 1999), la generología está tratando de abrirse camino en el mundo académico recientemente, aunque los trabajos más diversos (provenientes de la psicología, antropología, sociología, historia, filosofía, etcétera) comenzaran a ver la luz hace unos 50 años.

Relación entre sexología y generología

En cuanto a la relación de estas dos disciplinas también podemos encontrar diversas posturas. Para algunos, no tiene sentido hablar de generología, pues ese campo puede estar perfectamente cubierto por la sexología (la mayoría de los que no ven que el género aporte nada al sexo, salvo tal vez confusión); para otros, la generología está llamada a ocuparse de todos los asuntos que antes eran analizados desde la sexología (la mayoría de los que pretender sustituir el sexo por el género); para un tercer grupo de investigadores, ambas disciplinas debieran ser complementarias (los que asumen que existe la doble realidad del sexo y el género). Un ejemplo prototípico, a la hora de captar la fundamentación empírica de estas posturas, lo constituye la clase de investigaciones centradas en la heterosexualidad y homosexualidad (dianas clave de la sexología), por un lado, y la masculinidad y feminidad (dianas actuales de la generología), por el otro. La cuádruple tipología derivada de la sexología (personas bisexuales, heterosexuales, homosexuales y asexuales) y la cuádruple tipología derivada de la generología (personas andróginas, masculinas, femeninas e indiferenciadas), apenas tienen relación (Fernández et al., 2006a,[16] 2006b[17] ). A la luz de estos datos, ¿cuáles serían los núcleos específicos de cada una de estas disciplinas, contempladas como relativamente independientes?

Contenidos de la sexología y la generología

En el caso de la sexología, cabría destacar, entre otros, la anatomía sexual, la fisiología sexual, la reproducción y el control de la natalidad, el desarrollo sexual a lo largo del ciclo vital (identidades, roles, estereotipos y asimetrías sexuales), las orientaciones sexuales, las enfermedades de transmisión sexual, las disfunciones sexuales o la educación sexual (Masters, Johnson y Kolodny,[18] 1992; Money y Musaph,[19] 1977). Por lo que respecta a la generología: la historia de los distintos movimientos feministas, el morfismo sexual como variable estímulo (interacciones entre los sexos en contextos distintos a los sexuales), el sexo como variable sujeto (diferencias y semejanzas no específicamente sexuales pero asociadas a cada morfismo sexual), las identidades de género a lo largo del ciclo vital, los roles de género, los estereotipos de género, las asimetrías de género, las políticas de igualdad, la educación e intervención de género, el género y la salud, los “masculinismos”, etcétera (Chrisler & McCreary,[20] [21] 2010 ; Unger,[22] 2001; Worell,[23] 2001).

Perspectiva futura de la generología

Hasta ahora, con lo que contamos es con todo un cúmulo de conocimientos muy diversos en torno a los núcleos antes señalados, obtenidos a lo largo de más de 50 años. Generalmente, estos núcleos han sido investigados desde disciplinas muy distintas, lo que ha dado lugar a una cierta yuxtaposición de conocimientos sin apenas integración. Se echan, pues, en falta enfoques integradores que nos posibiliten visiones mínimamente coherentes del campo de estudio del género. Tal vez la asunción de una perspectiva funcional marque las investigaciones de los próximos años. ¿En qué consistiría? En poner a unos elementos o núcleos en función de los otros. Así, en un primer momento es el morfismo sexual aparente el que estimula nuestros sentidos y cerebro (se procesa esta información). A continuación hemos de dar sentido a esa información procesada, que se irá modificando a medida que nos desarrollamos a lo largo del ciclo vital, dentro de una sociedad y contexto determinados (identidades). Pero no estamos solos en este mundo, por lo que captamos que todas las sociedades asignan ciertos papeles en función de los distintos morfismos (roles de género). Con el tiempo, los roles dan origen a un sistema de creencias, que varían según los diferentes periodos históricos y sociedades (estereotipos de género). A su vez, estos estereotipos, estarán en la base de determinadas discriminaciones de poder o estatus (asimetrías de género). Además, en esta perspectiva funcional, más que en la estructural (aportaciones de las distintas disciplinas sin hilo conductor que las vertebre, salvo la palabra género), es donde vamos a poder analizar las interacciones bidireccionales o el condicionamiento circular entre los distintos núcleos analizados: el morfismo sexual requiere de la reflexión individual, que irá cambiando a medida que tengamos más conocimientos sobre el propio origen de los morfismos, pero a su vez la reflexión individual estará condicionada por el contexto social, que por su parte estará condicionado por la reflexión individual. La perspectiva funcional debiera ser, pues, la columna vertebral de la generología.

Véase también

Referencias

  1. Money, J. (1955). Hermaphroditism, gender, and precocity in hyperadrenocorticism: Psychological findings. Bulletin of the Johns Hopkins Hospital, 96,253-264.
  2. Stoller, R. J. (1968). Sex and gender: On the development of masculinity and femininity. New York: Science House ISBN:0-7012-0318-8
  3. Nicholson, L. (Ed.).(1997). The second wave. New York: Routledge. ISBN: 0-415-91761-1.
  4. Deaux,K. (1985). Sex and gender. Annual Review of Psychology, 36, 49-81.
  5. Delphy. C. (1993). Rethinking sex and gender. Women’s Studies International Forum, 16, 1-9.
  6. Unger, R. K. (1979). Toward a redefinition of sex and gender. American Psychologist, 34, 1085-1094.
  7. Haig, D. (2004). The inexorable rise of gender and the decline of sex: Social change in academic titles, 1945-2001. Archives of Sexual Behavior, 33, 87-96.
  8. Dunnett, S. B. (2003). Sex and gender in Brain Research Bulletin. Brain Research Bulletin, 60, 187-188.
  9. Glasser, H. M., & Smith III, J. P. (2008). On the vague meaning of “gender” in education research: The problem, its sources, and recommendations for practice. Educational Researcher, 37, 343-350.
  10. Hughes, R. N. (2003). The categorisation of male and female laboratory animals in terms of “gender”. Brain Research Bulletin, 60, 189-190.
  11. Fernández, J. (Coord.).(2000a). La intervención en los ámbitos de la sexología y la generología.Madrid: Pirámide. ISBN: 84-368-1436-3.
  12. Fernández, J. (2000b). «¿Es posible hablar científicamente de género sin presuponer una generología?» Papeles del Psicólogo, 75, 3-12.
  13. Fernández, J. (2010). El sexo y el género: dos dominios científicos diferentes que debieran ser clarificados. Psicothema, 22, 256-262.
  14. Abramson, P. R. (1990). «Sexual science: Emerging discipline or oxymoron?» The Journal of Sex Research, 27, 147-165.
  15. McConaghy, N. (1999). «Unresolved issues in scientific sexology». Archives of Sexual Behavior, 28, 285-318.
  16. Fernández, J., Quiroga, M. A., & Del Olmo, I. (2006). «Is sexual attraction independent of the instrumental and expressive traits?» The Spanish Journal of Psychology, 9, 162-170.
  17. Fernandez, J., Quiroga, M. A., & Del Olmo, I. (2006). «Is there any relationship between sexual attraction and gender typology?» The Spanish Journal of Psychology, 9, 3-9.
  18. Masters, W., Johnson, V., & Kolodny, R. (1992). La sexualidad humana (Vols. 1, 2 y 3). Barcelona: Grijalbo. ISBN: 84-253-2567-6.;
  19. Money,J., & Musaph,H.(Eds.).(1977). Handbook of sexology. Amsterdam: Elsevier. ISBN: 90-219-2104-9.
  20. Chrisler, J. C., & McCreary, D. R. (Eds.).(2010). Handbook of gender research in psychology. Vol. 1: Gender research in general and experimental psychology. New York: Springer. ISBN: 978-1-4419-1464-4.
  21. Chrisler, J. C., & McCreary, D. R. (Eds.).(2010). Handbook of gender research in psychology. Vol. 2: Gender research in social and applied psychology. New York: Springer. ISBN: 978-1-4419-1464-8.
  22. Unger, R. K. (Ed.).(2001). Handbook of the psychology of women and gender. New York: John Wiley & Sons. ISBN: 0-471-33332-8.
  23. Worell, J. (Ed.).(2001).Encyclopedia of women and gender. Sex similarities and differences and the impact of society on gender. San Diego, CA: Academic Press. ISBN: 0-12-227245-5.

Enlaces externos

  • Ver el portal sobre LGBT Portal:LGBT. Contenido relacionado con Portal LGBT.svg.

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