- Guerra Jugurtina
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La Guerra de Jugurta (Bellum Iugurthinum) es un libro escrito por el historiador romano Cayo Salustio Crispo y narra la guerra entre Roma y el rey númida Yugurta entre el 111 al 105 a.C., así como las causas de esta.
Contenido
Historia
Al escribir la Guerra de Yugurta Salustio no cuenta con recuerdos propios de esta ni testimonios provenientes de partícipes de ella, pues tenía mas de 60 años de haber ocurrido. Para armar su relato contó con los documentos del senado sobre esta guerra, a los cuales pudo acceder sin problemas por su posición política. También pudo contar con la autobiografía de Sila (Comentarii Rerum Suarum), la Historiæ de Cornelio Sisena, que habla de los tiempos de Sila. Además de estas y otras fuentes provenientes de soldados y políticos partícipes de esta guerra, Salustio pudo acceder textos de origen cartaginés para explicar detalles geográficos e históricos de África. Tal ves esto explique por que comete muchos errores al describir África, pues los documentos cartaginenses estaban en lengua cartaginesa y Salustio recibió traducciones de pésima calidad.
A diferencia de la Conjuración de Catilina, Salustio deja de hacer la distinción entre buenos y malos, atribuyendo cualidades y defectos a todos los personajes involucrados en su historia.
Su postura contra la nobleza sigue presente en esta obra, atacando repetidamente la corrupción de los patricios. Pero también ve las virtudes de estos, como es el caso de Metelo, además de denunciar la ambición desmesurada de Mario, a pesar de ser este de la plebe. Las lecciones de moral siguen presentes, pero en menor número a diferencia de la Conjuración de Catilina, dando más importancia a las cuestiones políticas. Las digresiones también aparecen en menor número y mejor redactadas. Sobre la cronología de los hechos, esta también está bastante descuidada, posiblemente de forma intencional. Además muchas de las descripciones de las batallas han sido criticadas de imprecisas, denotando el poco o nulo conocimiento del autor sobre cuestiones de guerra. A pesar de sus errores la Guerra de Yugurta nos proporciona una visión muy realista de la política romana, de sus cualidades y defectos, y como esta se encaminaría tarde o temprano al caótico final de la República y el nacimiento del Imperio.
Estructura literaria
Capítulos I-III
Salustio inicia la obra con una explicación de moral, en la que hace hincapié a lo susceptible que es el hombre de corromperse moralmente. Afirma que obrando bien se es capaz de alcanzar la inmortalidad del alma.
Capítulos IV-XVI
Se narra brevemente la historia de la alianza ente Numidia y Roma contra Cartago, y como este reino salió beneficiado una vez concluida la guerra. Después se presenta a Yugurta, sobrino de Micipsa, rey de Numidia.
Yugurta es descrito como un joven noble y virtuoso, del cual desconfiaba Micipsa por sus cualidades sobresalientes, por lo que decide enviarlo con la caballería númida a combatir a los numantinos junto a los romanos, comandados por Escipión “el Africano”. En la campaña de Numancia Yugurta se destaca como buen guerrero y regresa a Numidia lleno de gloria. Pero al convivir con los romanos Yugurta aprende las bajas costumbres de estos, y llega a Numancia con ambiciones políticas. Al morir Micipsa el reino queda bajo el mando de los hijos legítimos de este, Hiempsal y Aderbal. Pero Yugurta actúa movido por la ambición y asesina a Hiempsal. Aderbal huye a Roma en busca de ayuda del Senado, pero las clases nobles ya han sido sobornadas por Yugurta e interceden a favor de este. Al final el Senado procede a dividir el reino en dos partes y repartirlas.
Capítulos XVI-XIX
Salustio hace una descripción incorrecta de África.
Capítulos XX-XVII
Yugurta invade el territorio de Aderbal. Este prefiere huir antes que presentar batalla. Sitiado en la ciudad de Cita, Aderbal pide ayuda del Senado romano, pero los nobles sobornados por Yugurta meten trabas al asunto y se envían a dos emisarios para negociar con Yugurta. Este intenta sobornarlos, pero ante la negativa de estos termina intentando negociar. Al final las negociaciones fracasan y los emisarios regresan a Roma. Por otro lado, los italianos atrapados en el sitio de Cita convencen a Aderbal de entregarse a Yugurta y pedir clemencia. Aderbal se rinde y Yugurta lo manda ejecutar junto con todos los hombres que hubiese en la ciudad, incluso los ciudadanos romanos. En Roma al saberse la matanza se lleva el caso al Senado. Los nobles interceden a favor de Yugurta pero la plebe indignada por la corrupción del Senado hostiga a tomar el camino de la guerra. El ejército de invasión a África se pone al mando de Lucio Bestia.
Capítulos XVIII-XL
Ya en Numidia Bestia es sobornado por Yugurta y así se da la paz entre ambas naciones, Bestia regresa a Roma donde es acusado de corrupción y se le destituye de su cargo, además se anula la paz que el aceptó.
Yugurta es obligado a compadecer en Roma por sus actos, donde gracias a su dinero sabe librarse de muchas acusaciones. Inesperadamente aparece un númida llamado Masiva, de la misma estirpe real que Yugurta. Este intenta pedir el trono de Numidia al senado pero es asesinado por órdenes de Yugurta. Se descubre que Yugurta ordena el asesinato y este escapa a Numidia. Se envía al mando de las legiones romanas a Espurio Albino, pero ante el avecindamiento de las elecciones consulares deja al mando del ejército a su hermano Aulo. Este se deja sobornar por Yugurta y conspira para que las tropas romanas sucumban ante un ataque sorpresa de Yugurta. Aulo pacta la paz y promete regresar a Roma. Albino – ahora cónsul – anula la paz y reemplaza a Aulo en el ejército, pero la desmoralización del ejército le impide actuar.
Capítulos XLI-XLII
Digresión sobre la corrupción de la nobleza desde la caída de Cartago.
Capítulos XLIII-LXXXIII
Quinto Cecilio Metelo es nombrado cónsul y puesto al frente de las legiones en Numidia. Este restablece la disciplina en el ejército y derrota a Yugurta en las batallas que siguen. Tomadas varias ciudades, Yugurta acepta rendirse ante Metelo y le entrega gran parte de sus recursos de guerra, pero su conciencia le impide entregarse y decide continuar la guerra. Por otra parte, Cayo Mario, legado de Metelo, después de hacer proezas en batalla y ganarse la simpatía del ejército, convence a Metelo que le permita ir a Roma apara postularse como cónsul. Aunque Mario era de clase plebeya – impedimento para acceder al puesto de cónsul –, su gran popularidad entre en ejército y el pueblo le aseguran la victoria en las elecciones, dándosele a su cargo Numancia. Para empeorar la situación de Metelo, el rey Boco de Mauritania se alía con Yugurta.
Capítulos LXXXIV-CXIV
Mario junta reclutas y con nuevas legiones armadas parte rumbo a Numancia. Metelo a su regreso a Roma es recibido con todos los honores de un Héroe. En Numancia Yugurta sufre constantes derrotas ante Mario, mientras que Boco, viendo la situación de su aliado, pide la paz a Mario. Lucio Cornelio Sila Felix es enviado por Mario a Mauritania para concertar la paz. Boco envía a su hijo Volux para guiar a Sila y sus huestes. Sila le dice a Boco que para alcanzar la paz con Roma este debe engañar a Yugurta y entregarlo a los romanos, a lo cual Boco se niega pero la presión de Sila lo obliga a aceptar. Boco llama a Yugurta a su palacio, cuando este llega desarmado para reunirse con Boco es capturado por los hombres de este y entregado a Sila. Finalizada la guerra, Yugurta es llevado encadenado a Roma. Mario es elegido cónsul y pacifica una rebelión en la Galia.
Bibliografía
- CIRUELO, José-Ignacio, Salustio: Política e Historiografía, 1ª ED., Barcelona, Ediciones Ariel, 1973, Colección Convivium XV.
- Cayo Salustio Crispo, Guerra de Yugurta, Agustín Millares Carlo (Traducción), 1ª Reimpresión, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1998, Bibliotheca Scriptorvm Græcorvm Et Romanorvm Mexicana.
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