Irnerio Martín

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Irnerio Martín
Nacimiento	30 de septiembre de 1863  España, Cádiz
Defunción	1902, 148 años  España, Cádiz
Nacionalidad	España
Período	Romanticismo
Género	poesía

Irnerio Martín fue un poeta romántico y periodista nacido en Cádiz el 30 de septiembre de 1863 y muerto también en Cádiz en 1902. Hijo de una acomodada familia burguesa formada por Cayetano Martín de Lora, banquero y empresario naval y Candelaria de Barberi, poetisa de cierta relevancia en los círculos sociales de la localidad y amiga personal de la literata Cecilia Böhl de Faber y Larrea (Fernán Caballero). Sus primeras obras poéticas las compone en su adolescencia con una clara influencia de la poesía de José de Espronceda, cuya obra "Canción del Pirata" se convierte en un referente inicial de su obra. Avalado por su madre, edita con apenas quince años su primera colección poética, titulada "Semblanzas" y va adquiriendo influencias del "romanticismo europeo". Su capacidad literaria le lleva a la redacción del periódico local "El Correo de Cádiz", aunque Irnerio tiene una vida muy acomodada y su inserción en el mundo laboral es puramente lúdica. Su particular "don de gentes" y su pasión por conocer y viajar le hace tener amistades en casi todo el mundo, Liverpool, Livorno, Alejandría, París o Heidelberg. En este tiempo de viajes es cuando la obra de Irnerio Martín alcanza su mayor nivel: "Cuadro de amores compartidos", "La vigencia de lo infinito", "Alejandría", "Constancia" o "Amistad furtiva" son algunas de sus obras más representativas. En un encuentro periodístico celebrado en Liverpool conoce al poeta griego Constantino Cavafis, con quien comparte su estilo de huir de la retórica y acercarse a lo más profundo de la sociedad para reflejarlo en su poesía. La amistad con Constantino le lleva a afincarse con él en la localidad griega de Alejandría, donde permanecerá durante tres años. La agitada vida nocturna, unida al consumo de alcohol y opiaceos llevaron a Irnerio al abandono absoluto de la literatura y a ser olvidado por todos a su suerte. Unos familiares maternos, pues con su padre había roto cualquier tipo de relación afectiva (que no económica) desde muy joven, consiguen dar con él y traerlo de nuevo a su Cádiz natal con la esperanza de que pueda reconducir su vida. Irnerio apenas tiene 37 años, pero su apariencia es la de un anciano de 70. Desde su llegada a Cádiz no vuelve a escribir y su vida transcurre entre los fumaderos de opio y las tabernas nocturnas. Precisamente en una de estas tabernas encontrará la muerte en una noche de verano cuando es alcanzado en el corazón (su corazón de poeta) por una daga perdida. Al igual que su vida y su excelentísima obra, la muerte de Irnerio Martín pasará completamente desapercibida a todos los efectos.

Un ejemplo de su obra es el poema "Gradas", de su obra "La Vigencia de lo Infinito"

Los días por vivir se erigen ante nosotros como una grada de seductores peldaños, peldaños cada vez menos seductores, ...peldaños cada vez más elevados.

Los días vividos van quedando atrás, entrañable gradería de secuencias añoradas; escondida en la memoria, cuan refugio de piratas.

Me aterra mirar atrás, ¡No quiero mirar mi grada! Y no es por no quererla, es por no poder recuperarla.

¡No quiero girarme! No quiero entender y aterrarme de lo infinita que se hace la añorada grada mía, de lo parca que es mi pendiente escalinata.