- Lápiz pastel
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El lápiz pastel es un instrumento de dibujo cuya mina es una pasta hecha con pigmentos secos moldeados en una barra que se cohesiona mediante una goma o resina.
Mientras que las antiguas técnicas del pastel eran un tanto complicadas por la forma de pintar, el lápiz pastel ha sido mejorado en la actualidad para mantener una limpieza de la técnica y así lograr la definición de los trazos de color.
Características
Los lápices carecen de los aglutinantes que poseen otras técnicas como el lápiz de carbón. Esto hace que sea tremendamente difícil de adherir a la superficie pictórica, que suele ser un papel poroso. El medio de asegurarla es mediante el empleo un fijador , pero le resta brillo al pastel y falsea los colores. El pastel es muy apreciado por la delicada gama de colores que ofrece y por una característica otorgada por su propia fragilidad: al carecer de aglutinantes, el color de la barra es exactamente el mismo que obtendrá el artista tras su aplicación. Además, no necesita ser preparada con anticipación y tampoco requiere de tiempo de secado. Esto permite trabajar a gran velocidad con trazos espontáneos y directos. Las cualidades de los lápices pasteles no compensan sus dificultades técnicas, por lo que su uso ha estado muy limitado durante la historia. El momento en el que tuvo su mayor apogeo fue durante el auge del retrato en la Francia del siglo XVIII, y por los impresionistas de la segunda mitad del siglo XIX, a los que sirvió por su facilidad de aplicación y la espontaneidad que permitía a la hora de captar los infinitos cambios del paisaje o la figura.
Véase también
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