- María Amelia de Braganza
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María Amelia de Braganza Princesa de Brasil
Infanta de PortugalNombre real Maria Amélia Augusta Eugénia Josefina Luísa Teodolinda Heloísa Francisca Xavier de Paula Micaela Gabriela Rafaela Gonzaga Nacimiento 1 de diciembre de 1831
París, FranciaFallecimiento 4 de febrero de 1853
Funchal, Isla de MadeiraEntierro Panteón Real de San Vicente de Fuera Casa Real Casa de Braganza Padre Pedro I de Brasil Madre Amelia de Beauharnais
María Amelia Augusta Eugénia Josefina Luísa Teodolinda Heloísa Francisca Xavier de Paula Micaela Gabriela Rafaela Gonzaga Princesa de Brasil e Infanta de Portugal (París, 01 de diciembre de 1831 - Funchal 4 febrero de 1853). Hija de Don Pedro I de Brasil y IV de Portugal e de Doña Amelia de Beauharnais, Princesa y Duquesa de Leuchtenberg.Biografía
María Amelia nació en París en el mismo año en que su padre abdicó la corona en Brasil y se exilió en Francia. El nacimiento de la princesa era una razón para su padre reunir a todos los brasileños que viven en París, para presenciar el nacimiento de una princesa en el exilio. En Brasil, los derechos dinásticos de la niña fueron objeto de disputas políticas, por haber nacido en el extranjero, después del exilio del Emperador. Estos conflictos se han resuelto completamente sólo después de la ascensión de Pedro II de Brasil, medio hermano de María Amelia, que determinaron el reconocimiento del prescedências de la princesa y su madre por el Congreso.
Durante los cuatro primeros años de vida, María Amelia vivía en París con su madre, la Emperatriz Doña Amelia, y dos de su media hermana, la princesa María da Gloria y Isabel Maria de Alcântara Brasileira, Duquesa de Goiás, hija de la Marquesa de Santos, qué fue amante de Pedro I. Cuando su padre le quitó el trono de Portugal para la media hermana María da Gloria, que se convirtió en la reina Maria II, María Amelia fue a vivir con su madre en Lisboa, en el Palacio de Queluz.
Después de la muerte de su padre en 1834, vivía con su madre en el Palacio de las Ventanas Verdes, en Lisboa.
Vida AdultaCon ojos cafés[18] y cabello castaño,[19][20] Maria Amélia creció para convertirse en una "mujer de belleza impactante al igual que inteligencia cultivada", de acuerdo con el historiador H. Montgomery Hyde.[21] Era descrita como muy amable, religiosa[22] e inteligente[23][24][20] y posedora de astucia al igual que una personalidad impulsiva y altamente ironica.[24] la princesa recibió una educación refinada. Era altamente hábil en el dibujo, pintura y tocar el piano.[25] Maria Amélia además amaba la poesía.[26] Hablaba Portugues, Francés y Alemán con soltura.[22] Un maestro mencionó que ella "tiene, sin saberlo, un talento excepcional para la dialectica, una habilidad que haría una fortuna de un joven estudiante de ley." [27] Uno de los factores principales que aparentemente motivaran la dedicación de María Amélia a los estudios fue su padre. El fallecido Duque de Braganza que dejó una gran sombra en su vida, y que siempre era recordado por su hija, la cual seguido preguntaba a la gente que la rodeaba: "y mi padre, que me ve desde el cielo, estaría satisfecho de su hija?"[27] Ella nunca fue capaz de recuperarse por completo de la muerte de su padre algo que realmente la afectó. Una carta escrita por la princesa el 27 de Agosto de 1851 habla sobre sus sentimientos:
Yo estaba en [el Palacio Real de] Queluz ... Después de la muerte de mi padre, nunca volví a ver este palacio. No podía recordar nada, nada en absoluto, con la excepción del cuarto donde murió mi padre! ... De allí recordaba todo. Todo objeto estaba gravado en mi memoria, a pesar de que, en aquella ocasión, tenía tan solo tres años de edad! fue con gran emoción cuando entré a ese cuarto! ... la cama ... la cama sigue siendo la misma, en el mismo lugar, con las mismas cortinas; estaban los mismos covertores, las mismas almohadas... todo tan bién preservado... ¡ay de mí! ... [28] el jardín es hermoso; me mostraron una arboleda de naranjos, plantados en el mismo día de la muerte de mi padre, y bajo su orden, y un sicomoro que mi mismo padre plantó ... Una profunda tristeza me invadió cuando contemplando estos árboles que sobrevivieron a mi padre y que, probablemente vivan más que nosotros. Es una imagen de la fragilidad humana. El hombre es el más frágil de todos los seres; perece, mientras los objetos que fueron aparentemente creados para su uso, duran los siglos! pero yo estoy angustiada en mis melancolias reflexiones... —Maria Amélia[28]
Compromiso con final trágico
A principios de 1852, el archiduque Maximiliano de Habsburgo, primo del Emperador Don Pedro II, que fue más tarde Emperador de México, en aquel entonces sirviendo en la marina Austriaca se detuvo a visitar Portugal, visitó a Amélie y a Maria Amélia.[29] La princesa ya lo había conocido en una reunión familiar en Miunic en 1838. Se enamoraron instantaneamente y fueron comprometidos. [29] El compromiso nunca llegó a oficializarse debido a la muerte prepatura de Maria Amélia[29]En Febrero de 1852, Maria Amélia contrajo la fiebre escarlata.[32] pasaban los meses, y no se recuperaba afectada por continuas toces preludios de tuberculosis.[33][34] El 26 de Agosto, la princesa partió hacia del palacio de Janelas Verdes, donde vivía,[35][36] y viajó hacia la isla de Madeira. El clima de la isla tenía una reputación de sanar, como Maria Amélia llegó a mencionar: "Dicen que las fiebres desaparecen, como si fuese magia!"[37] Mientras se despedía de su familia, Maria Amélia pudo haber sentido una mala profecía, debido a que preguntó a su sobrina: "Acaso no es cierto, María, que nunca me olvidarías?"[37]
Desembarcaron el 31 de Agosto en Funchal, la capital de Madeira.[38] Toda la ciudad la recibió alegremente, y una multitud siguió a la princesa hacia su nuevo hogar.[39] Ella adoraba la isla y le dijo a su madre: "Si algún día me recupero mi antigua buena salud, acaso no madre?. Haremos largas excursiones en las montañas, encontraremos nuevos caminos, al igual que sucedió cuando estuvimos en Stein!"[40] Pero su salud solo empeoró, y para finales de Noviembre, toda esperanza se había ido.[23] Para principios de 1853, la princesa permanecía en cama y sabía que su muerte se acercaba: "Mi fuerza disminuye día con día; puedo sentirlo ... estamos llegando al principio del fin."[41] Pasando la media noche en las primeras horas del 4 de Febrero, un sacerdote administró los ultimos ritos. Maria Amélia trató de consolar a su madre: "No llores ... deja que la voluntad de Dios se cumpla; que venga a mi ayuda en mi ultima hora; que consuele a m pobre madre!"[42] Murió esa mañana alrededor de las 4 a.m.[43] de 1853, a los 22 años, en la ciudad de Funchal y está enterrada en el Panteón Real de San Vicente de Fuera.
Legado
La muerte de Maria Amélia afectó profundamente a todos aquellos que eran cercanos. El Emperador Pedro II de Brasíl nunca conoció a su hermana pequeña en persona, pero había formado un fuerte vínculo con ella a través de cartas. Escribió en su diario 7 años después de su muerte: "Escuché la misa de mi querida hermana Amélia a quién quería mucho y me siento mal por nunca haberla conocido en persona".[49] Amélie visitó la tumba de su hija cada 4 de Febrero hasta su propia muerte[50] Amélie financió la construcción de un hospital en Fuchal llamado "Princesa D. Maria Amélia" en honor a su hija. El hospital aún existe[51] Amélie legó sus pertenencias en Bavaria al Archiduque Maximiliano, "a quien [ella] hubiera [sido] feliz tener como su yerno, si Dios hubiera conservado a su amada hija Maria Amélia".[E]El Archiduque Maximiliano quedó angustiado por memorias de su prometida[52] Después de su casamiento con Carlota de Bélgica, hizo peregrinaje personal a lugares conectados con Maria Amélia en 1859[53][54] Al llegar a la isla de Madeira, escribió:
Veo una vez mas con tristeza el valle de Machico y la querida Santa Cruz donde, siete años atrás, experimentamos tan tiernos momentos ... siete años han pasado llenos de felicidad y tristeza, fertiles en suplicios y desiluciones amargas. Fiel a mi palabra, regreso una vez mas buscando en las olas del oceano un alivio que el resplandor de Europa ya no puede dar a mi alma atormentada. Cuando comparo ambas epocas, me siento invadido por una profunda melancolía. Siete años atrás me desperté a la vida, felizmente mirando el futuro; hoy, me siento exhausto; pesa en mis hombros, el peso de un pasado amargo ... Aquí murió, de tuberculosis, el 4 de Febrero de 1853, la unica hija de la Emperatriz de Brasíl, una criatura extraordinadamente dotada. Dejó este equivocado mundo, puro como un angel que regresa al Cielo, su verdadera tierra natal. —Maximilian[55][56]
En Funchal, visitó el hospital que llebaba el nombre de Maria Amélia. Maximiliano financió, hasta su muerte, el mantenimiento de un doble cuarto de hospital ahí. También donó al hospital, en memoria de Maria Amélia, una estatua de nuestra señora de los lamentos.[54] De ahí, se dirigió a la casa (llamada Quinta das Angústias) donde ella murió. Escribió sobre ese momento: "... durante un largo rato permanecí en silencio en medio de pensamientos de dolor y añorando bajo las sombras de un magnifico arbol que cubre y protege la casa donde el angel, tan amargamente llorado, dejó de existir".[54] En sus memorias, Maximiliano también mencionó la isla de Madeira, y que fue allí donde fue "extinguida la vida que parecía destinada a garantizar mi unica y tranquila felicidad".[57]Maximiliano partió de Madeira con destino a Brasil, al cual arrivó el 11 de Enero de 1859. Visitó tres provincias Brazileñas durante su viaje.[F]Quedó Fascinado de Brasil, la unica monarquía en Sudamerica. [G] Años después, el 10 de Abril de 1864, aceptó la propuesta de convertirse en emperador del recién formado Imperio Mexicano.[58] Había sido inspirado por la estabilidad y prosperidad que había observado mientras visitaba Brasíl bajo el gobierno del hermano de su difunta prometida, y creía que podía lograr el mismo resultado en Mexico.[59] El 19 de Julio de 1867, Maximiliano fue ejecutado, al ser capturado por republicanos Mexicanos.[58] Mientras se quitaba todas sus pertenencias para enfrentar a la escuadra de fusilamiento, Maximiliano pidió que el pequeño medallo de la Bendita Virgen María, el cual colgaba de su cuello, fuera enviado a Amélie (Madre de María Amélia).[58][60] Fue su ultimo "homenaje a Maria Amélia".[58] Mientras que la muerte de Maria Amélia tuvo poco impacto en los eventos de Brasíl o Portugal, su muerte tuvo significantes, aunque sean indirectas, repercusiones en la historia de Mexico.[H]
Referencias
- Este artículo fue creado a partir de la traducción del artículo Maria Amélia de Bragança de la Wikipedia en portugués, concretamente de esta versión, bajo licencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0 y GFDL.
- Este artículo fue creado a partir de la traducción del artículo Maria Amélia de Bragança de la Wikipedia en inglés, concretamente de esta versión, bajo licencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0 y GFDL.
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