Obelisco de la Arganzuela

Coordenadas: 40°23′50.70″N 3°42′32.48″O / 40.3974167, -3.7090222

Obelisco de la Arganzuela.

El obelisco de la Arganzuela (denominado anteriormente como obelisco de la Castellana) es un monumento que ha tenido diversos emplazamientos en Madrid. Actualmente se encuentra en el distrito de Arganzuela, en el parque Madrid Río. Lo mandó construir Fernando VII, poco antes de su muerte, con objeto de celebrar el nacimiento de su hija, Isabel II.^[1] Fue inaugurado por la reina gobernadora María Cristina en 1833. Se ubicó inicialmente en el paseo de la Castellana en la actual plaza de Emilio Castelar, donde fue conocido como el obelisco de la Castellana.^{[2] [3]}

Historia

El arquitecto Francisco Javier de Marietegui y el escultor español José Tomás recibieron el encargo de construir un conjunto en forma de fuente que se ubicara en una plaza creada en el ensanche. El encargo vino directamente de Fernando VII a expensas del comisario general de cruzada Manuel Fernández Varela con el motivo de conmemorar el natalicio de la princesa de Asturias, Isabel II.^[2] El monumento habría de sustituir a otra fuente denominada fuente de la Castellana. El 10 de octubre de 1833 se inició la construcción en la glorieta del Cisne, y la muerte del rey apenas dos semanas antes casi hizo detener las obras. No obstante la construcción continuó e inauguró la reina gobernadora María Cristina el monumento ese mismo año.

En 1906 se desmontó de la plaza en la que se encuentraba ubicado para colocar en su lugar el actual monumento a Emilio Castelar.^[3] La plaza cambió de nombre de glorieta del Cisne a plaza de Emilio Castelar. El obelisco fue trasladado íntegramente a la plaza de Manuel Becerra (denominada por entonces como plaza de la Alegría), lugar en donde estuvo hasta la década de 1970. Protagonizó una anécdota al ser trasladado, cuando el diario ABC gastó la broma, por ser el día de los Santos Inocentes, de anunciar en sus titulares el hallazgo de una cápsula del tiempo en el monumento durante su traslado. El contenido de esta cápsula se mostraría en el Palacio de Bellas Artes, y a él acudieron cientos de madrileños cayendo en la inocentada.^[4] Tras todos estos emplazamientos encuentra su destino final en el que fue parque de la Arganzuela (actualmente integrado en el parque Madrid Río). Inicialmente colocado en una rotonda en forma de parque de agua, ahora el monumento está colocado junto a un paseo con los caños de sus esfinges cegados.

Descripción

El monumento consiste en un pedestal de grandes dimensiones colocado sobre zócalo de granito, coronado por una cornisa de piedra caliza que se encuentra decorada con diversas esculturas, armas Reales y de la Villa de Madrid. Sobre ella se eleva una gran columna de granito rojo rematada por una estrella de bronce.

Referencias