Petroica traversi

Petroica traversi
Petroica de las Chatham
Estado de conservación
En peligro (UICN)[1]
Clasificación científica
Reino:	Animalia
Filo:	Chordata
Clase:	Aves
Orden:	Passeriformes
Familia:	Petroicidae
Género:	Petroica
Especie:	P. traversi
Nombre binomial
Petroica traversi (Buller, 1872)
Sinonimia
Miro traversi (protónimo)

La petroica de las Chatham^[2] (Petroica traversi) es una especie de ave paseriforme de la familia Petroicidae, endémica de Nueva Zelanda, más concretamente de las islas Chatham. En inglés se le llama "Black Robin". Estuvo al borde de la extinción, llegando a contar con sólo cinco individuos y aunque se recuperó de manera espectacular sigue en peligro.

Taxonomía y descubrimiento

La primera noticia de esta especie es de 1871, cuando William Travers dio una conferencia en el que describía los resultados de una expedición de su hijo, Henry Travers, a las islas Chatham. Al año siguiente se formalizó la descripción de la especie bajo el nombre de Miro traversi y siendo Buller el autor de la misma, aunque Frederick Hutton había propuesto ese mismo año el de Petroica traversi. Entre estos dos ornitólogos, hubo una fuerte competencia a la hora de nombrar especies. Al final el nombre del género fue el que propuso Hutton, pero como autoridad de las especie quedo Buller.^[3]

No tiene descritas ninguna subespecie,^{[4] [5]} algo normal dada su pequeña área de distribución.

Descripción

Es un pequeño pájaro, que mide en torno a los 15 cm y pesa entre 22 (hembras) y 25 g (machos). Su plumaje es negro por completo. Su pico, también negro, es corto y fino. Sus patas son largas y finas, y suele adoptar una postura erguida. No existe dimorfismo sexual, aunque la hembra es ligeramente menor.^[6]

Distribución y hábitat

Las islas Chatham: la isla Chatham es la mayor, la isla Pitt la segunda mayor, la isla Sudeste es la pequeña al este de Pitt, y Mangere y Pequeña Mangere se encuentran al oeste de Pitt.

Su distribución original se expandía por todo el archipiélago de las islas Chatham, pero para 1870 su territorio se restringía a la isla Mangere y la isla Pequeña Mangere. Su situación empeoró y quedo relegada a Pequeña Mangere. Los planes de recuperación de la especie, que incluyeron traslados conformaron su área de distribucón actual: isla Rangatira (Isla Sudeste) e isla Mangere. Estas dos islas tienen una superficie combinada de tres kilómetros cuadrados.^[6] La mayor parte de su población actual se encuentra en la isla Sudeste.

Es una especie básicamente forestal, aunque también se encuentra en zonas de matorral.^[6]

Comportamiento

Son territoriales todo el año, pero sobre todo en época de cría. Suelen mantener el mismo territorio y la misma pareja año tras año.^[6]

El canto está formado por entre cinco y siete sílabas, claras, simples y sostenidas. Lo realizan los machos para marcar territorio. Las hembras solo en ocasiones cantan una parte, pero nunca el canto entero. Su reclamo es un sonoro llamado de una única nota.^[6]

Alimentación

Se alimenta en el suelo, por lo general saltando mientras lo hacen y raramente en vuelo. Caza invertebrados que componen casi por completo su dieta: orugas, arañas, escarabajos, wetas, áfidos, etc.^[6]

Reproducción

En junio los machos comienza a cantar, y en septiembre comienza a dar comida a la hembra como parte del cortejo. La hembra normalmente comienza construir entre dos y tres nidos, aunque solo termina uno. Suelen construirlos en agujeros poco profundos, tocones podridos, o ramas huecas. Ponen los huevos entre octubre y noviembre, pero si pierden la puesta, pueden llegar a poner hasta tres; este hecho fue usado para lograr la recuperación de la especie. Las puestas son de entre uno y tres huevos, normalmente dos. Los huevos miden 22 x 17 mm, y son de color crema con puntos y manchas marrón purpúreo. La hembra incuba los huevos durante entre 17 y 19 días. Los dos padres se encargan de alimentar a los pollos. Los pollos tardan 20-23 días en emanciparse. Su madurez sexual llega a los dos años, aunque algunos son capaces de empezar a criar con un año. Su esperanza de vida se estima en unos cuatro años, aunque un ejemplar llegó a vivir doce.^[6]

Estado de conservación

Ilustración de John Gerrard Keulemans.

La llegada de los colonos europeos a las islas donde habitaba, acarreó la introducción de ratas y gatos a sus ecosistemas. Estos depredadores acabaron rápidamente con las poblaciones de essta especie y en la década de 1870 ya solo quedaban en las islas de Mangere y Pequeña Mangere.Y hacia 1880 desaparecieron de Mangere.^[6] La pérdida de hábitat, que supuso la quema quema de los bosques y su transformación en áreas de cultivo, también ayudó a su declive.^[7]

En 1980 llegó a contar únicamente con cinco ejemplares, tres machos y dos hembras. Un plan de gestión de la especie muy intensivo, fue efectivo; y de estar abocada a la extinción, se fue recuperando, llegando a contar en 1998 con 254 ejemplares, de los que 178 eran maduros. El último censo, de 2007, estima la población en 180 individuos; no se conocen las causas de este descenso, que pueden ser por cambios en la metodología de realización del censo, o a malas temporadas de cría debido a causas climáticas.^[1]

El plan de recuperación incluyó el traslado de las poblaciones de Pequeña Mangere a Mangere, donde se había realizado un extenso programa de reforestación. Después a principios de los 80, cuando los programas de recuperación ya habían mostrado ser muy eficientes, se llevaron algunos ejemplares a la isla Sudeste. Uno de los pilares de la recuperación fue el traslado de las puestas de Petroica traversi a nidos de otras especies para que los cuidaran y sacaran adelante. Al principio se probó en nidos de gerigón de las Chatham (Gerygone albofrontata), pero no dio resultado. Y al año siguiente, 1981, se pasaron los huevos a nidos de petroica carbonera (Petroica macrocephala), y fue un éxito. Un par de años después se reintrodujo la especie en la isla Sudeste.^{[6] [8]}

Actualmente las amenazas que se le presentan a la supervivencia de esta especie son la invasión de depredadores mamíferos en sus islas; la competencia con otras aves introducidas como los estorninos; la pérdida de hábitat a causa de los incendios forestales; y las enfermedades aviarias introducidas. Aunque ha habido casos de hibridación con Petroica macrocephala chathamensis, su incidencia ha sido escasa y no se considera un riesgo para la especie.^[7]

A nivel genético, el hecho de que durante mucho tiempo su población haya sido realmente pequeña y de que toda la población actal provenga de una única pareja parecía plantear un problema a su supervivencia, pero parece que a pesar del empobrecimiento genético, la especie es viable en este sentido.^[9]

Miscelánea

• En Nueva Zelanda se emitió un sello postal con su imagen.^[10]

Referencias

• Butler, D. & Merton, D. (1992). The Black Robin: Saving the World´s Most Endangered Bird. Oxford University Press. ISBN 0-19-558260-8. 

Enlaces externos

• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Petroica traversi. Commons
• Wikiespecies tiene un artículo sobre Petroica traversi. Wikispecies