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Cadacualtez
Concepto técnico de la antropología filosófica que designa, en cada psiquismo, existencialidad o mente existente en la naturaleza, aquello debido a lo cual ese psiquismo es distinto de todos los otros aun antes de comenzar a diferenciarse en contenidos mentales.
Contenido
Explicación simple
Se trata de un concepto emparentado con la noción del filósofo Martin Heidegger de Jemeinigkeit (ver abajo, Traducciones), pero diferente de esta. El concepto de cadacualtez asume que en la naturaleza se localiza una diversidad de psiquismos, por ejemplo en los organismos de seres humanos, perros o simios – pero no en montañas o pinos, ni tampoco como una subjetividad general (panpsiquismo) o "alma del mundo". Los psiquismos, mentes o existencialidades hallados en la naturaleza difieren entre sí porque desarrollan diferentes contenidos mentales: por ejemplo, cada ser humano aprende diferentes cosas, un perro o una foca conoce a cierta persona o aprendió ciertas habilidades mientras otro no, etc. No existe duda científica de que los psiquismos difieren por sus contenidos mentales. ¿Pero difieren también intrínsecamente, antes de comenzar a conocer o aprender? La pregunta es de importancia porque, si no difiriesen intrínsecamente, sería posible pensar que la mente es un material común ("mentalidad"), como el agua o el oro, del cual se toman todas las muestras que luego adoptan diferentes formas: el oro podría tomar forma de anillo o de moneda, el agua la de un vaso o de una botella, dicha supuesta "mentalidad" la de tal o cual desarrollo cognoscitivo, por ejemplo. Esta idea del psiquismo, existencialidad o mente se refleja en la noción angloestadounidense de "consciousness": un elemento natural fungible como el oro o el agua, del cual diferentes muestras tomarían, con el desarrollo, diferentes formas.
Esa conocida descripción no es única. Otra postura es la de que los psiquismos serían cadacuálticos, es decir se caracterizarían por su cadacualtez: antes de empezar ningún desarrollo ya serían distintos entre sí. Si las cosas fueran así no existiría ningún "elemento mental", ningún "polvo de la mente" (mind-dust) que al aglomerarse formara los psiquismos según la idea de William James o Albert North Whitehead.
Historia del problema
Esta difícil cuestión y sus derivaciones se advierten mejor en perspectiva histórica. El platonismo ha sido descripto como la filosofía de mayor influencia en la cultura occidental: el citado filósofo Whitehead llegó a pensar que la mayoría de los sistemas filosóficos son sólo "notas de pie de página" a Platón. Pero el platonismo, que todo lo describe en base a Ideas generales, no posee medios de distinguir internamente un individuo-muestra de otro, por ejemplo la mente de un perro de la de otro independientemente de sus conocimientos y habilidades. Debido a esa indistinguibilidad, bajo influencia platonista, en el Medioevo se adoptó el adagio "de individuum scientia non datur", que significa "acerca del individuo no es posible que haya ciencia" (entendiéndose, ciencia platónicamente concebida).
El platonismo inglés o British Platonism fue una escuela sumamente influyente en su país a partir del siglo XVII. En esa línea, John Locke, que en otras cuestiones se oponía al platonismo, describió las relaciones del alma y el cuerpo como sólo consistentes en causalidad eficiente; es decir – siguiendo el ejemplo propuesto por Platón, del timonel y cualquier barco que ese timonel accidentalmente conduzca – afectados entre sí sólo porque el piloto mueve el timón mientras el barco lo lleva a él. No habría ni podría existir otro tipo de relación. El vínculo entre un alma o psiquismo y su cuerpo sería pues puramente accidental y, por eso, la relación mente-cerebro consistiría sólo en causalidad eficiente.
De este modo en materia de antropología filosófica se dejó de considerar, o quedó oculta a la vista, la posibilidad de una relación intrínseca de cada psiquismo con el cuerpo (o parcela de naturaleza) en el que se encuentra, antes bien que en otro – a veces denotado como el problema de "por qué me despierto siempre detrás de mi nariz y no de otra". No es posible considerar, en escenarios platonistas o lockeanos, que cada psiquismo sea diferente de cualquier otro aun antes de desarrollarse en diferenciaciones cognoscitivas y que pueda estar constituido con alguna relación interna particular hacia un cuerpo determinado (lo que incluye el momento histórico y situación en que ese cuerpo existe) y no hacia ningún otro. La respuesta de Locke fue que existe sólo un "enchufe" o acople accidental psiquismo-cuerpo, desconsiderando toda conexión intrínseca.
Manteniendo ese olvido o desconsideración lockeana de dicha posibilidad, David Hume señaló que la causalidad eficiente no brindaba ninguna impresión sensible. Hume no podía saber que siglo y medio más tarde las ideas de Max Planck conducirían a una explicación de por qué eso ocurre (el motivo es que la causación física es discreta o cuántica, de modo que se gasta al efectuar el cambio y no sobra nada para causar adicionalmente una impresión sensible del acto causal mismo). Pero Hume además declaró que la causación eficiente tampoco brinda una impresión sensible cuando el propio sujeto es el que obra causalmente. Esta descripción académica fundamentó reducir las psiquismos a sus contenidos mentales ("mentes"). Esto se tornó importante tras la Ilustración, con la controversia contra las naciones cuyo poder político se beneficiaba con ciertas tradiciones religiosas. Pero hacia 1821 Maine de Biran inició una reacción crítica al mostrar, contra lo que había afirmado Hume, que la causación brinda impresiones cuando el propio sujeto es el agente causal. Con ello dejó de parecer obligatorio describir a los psiquismos como solamente mentes o colecciones de contenidos mentales, una cuestión filosófica que ya se había tornado de relevancia política. Dejando esta conexión política de lado, la investigación del tema se benefició con el concepto de Christfried Jakob (1866-1956) de "entonaciones subjetivas". Ese nombre se aplica a las sensaciones, pero si estas entonan algo entonces lo entonado es diferente de sus entonaciones. Esa idea del psiquismo como algo más que sus contenidos mentales se desarrolló, primeramente en discípulos de Jakob, en la noción de cadacualtez.
Definiciones: como sustantivo
1. Cada psiquismo sin considerar sus contenidos o diferenciaciones mentales, en tanto y en cuanto es incanjeable e insubstituible por ningún otro psiquismo también sin consideración de sus contenidos mentales;
2. (manifestación del anterior como) la determinación constitutiva, de cada psiquismo encontrado en la naturaleza, para afectar causalmente y ser afectado causalmente por ninguna otra parcela de naturaleza excepto cierta parcela - a saber, tal y tal cerebro y sus demás circunstancias corporales y exteriores - que, debido a esta determinación, adquiere el estatus de ser llamada suya;
3. la determinación que cada uno tiene de sostener intercambios causales constitutivos con cierta parcela establecida de naturaleza, antes bien que la existencialidad de uno haya eclosionado, en cambio, en cualquier otro cerebro o circunstancia constitutiva.
Traducciones
En tanto término técnico filosófico (empleado en estudios de identidad personal y relaciones mente cerebro) y científico (empleado especialmente en electroneurobiología), cadacualtez es utilizado sin modificación en castellano, catalán, euskera, finés, francés, griego, guaraní, holandés, inglés, japonés, latín, polaco, ruso y sueco. En alemán, el filósofo Martin Heidegger empleó Jemeinigkeit para un concepto emparentado pero diferente, que el filósofo indio J. L. Mehta ("The Phil. of MH", Banaras Hindu Univ. Press, 1967) virtió al inglés como my-own-owness y José Gaos (traduc. de "Sein u. Zeit", FCE, México 1951) como "lo en cada caso 'mío' "; Jemeinigkeit presupone una cosmovisión fenomenalista mientras cadacualtez se refiere a un denotado transfenomenal u óntico. Cabe observar que tanto la traducción gaosiana de Jemeinigkeit cuanto su forma en árabe, el tecnicismo ananafsi ("ana-nafs-i": de ana = mí, nafs = alma o ser íntimo + i = sufijo posesivo), denotan aquello por lo que uno es uno, mientras cadacualtez en cambio enfatiza aquello por lo que uno no es otro.
Derivados
cadacuáltico/a, cadacualticamente
Etimología
Del castellano cada cual, más una terminación que denota carácter: el carácter de ser cada cual y no otro.
Referencias
Los tratamientos del tema suelen encontrarse insertos en exposiciones de otros asuntos más amplios o relacionados, por ejemplo:
- M. Crocco, ¡Alma de reptil!, Electroneurobiología 2004; 12 (1), pp. 1-72.
- ib., A Palindrome: Conscious Living Creatures as Instruments of Nature; Nature as an Instrument of Conscious Living Creatures, Electroneurobiología vol. 7 (2), pp. 81-116, 2000 (en inglés).
Algunos aspectos históricos se comentan en:
- M. Szirko, ¿Por qué en relatividad el tiempo depende del marco de referencia?, Electroneurobiología vol. 13 (3), pp. 238-244, 2005.
Categoría: Terminología filosófica
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