Calle Uría
Oviedo,  España
Historial de nombres	Avenida de Francia (durante una semana en 1918)
Longitud	730 metros
Orientación	Noroeste a Sudeste
• Noroeste	Estación de trenes de Oviedo
• Sudeste	Cruce de la calle de San Francisco, calle de Fruela y calle del Marqués de Santa Cruz
Edificios representativos:	Campo de San Francisco, Plaza de la Escandalera, Edificio de Santa Lucía

La Calle Uría es una calle de Oviedo, Asturias, España. Es el eje comercial más importante de la ciudad.

Historia

El 12 de noviembre de 1868 el Ayuntamiento de Oviedo aprobó el proyecto presentado por el ingeniero Salustio G. Regueral "para abrir una ancha y elegante calle desde las casas números 4 y 6 de la calle del Rosal hasta el sitio donde debe levantarse la estación de ferrocarril".

La parte del proyecto comprendida entre Rosal y el Campo de San Francisco, no fue realizada hasta 1880, pero el resto ya fue ejecutado en 1874. En ese mismo año el Ayuntamiento acordó poner el nombre de Uría a la nueva calle. Al comienzo de la misma, cerca de la plaza de la Escandalera, se conservó hasta 1879 el famoso Carbayón, árbol de gran importancia simbólica para los ovetenses, que el 9 de septiembre de dicho año fue entregado en subasta por 192 pesetas.

Numerosas casas y chalets surgieron rápidamente a uno y otro lado de la calle, por iniciativa de la colonia "americana"; años después fueron adquiridas y completadas las edificaciones por la floreciente colonia leonesa, y la calle de Uría vino a merecer así, ya desde el segundo decenio del siglo XX, el pomposo título de "arteria principal de la ciudad". En 1957 se llevó a cabo un notable ensanche de la calle, aprovechando para ello los jardincillos y atrios que existían en el lado de los impares.

El cierre del acogedor Café Peñalba, el 30 de septiembre de 1962, y la demolición de los numerosos y elegantes chalets, acabaron con el carácter íntimo de la calle, despersonalizándola y convirtiéndola en una vía standard de espléndidos comercios.

En 1890 construyó el "americano" Santos Rodríguez Valdés todo un grupo de casas desde la calle Uría a la de Pelayo, dejando entre los edificios un paso público, cubierto, al que dotó de suntuosas entradas por ambas calles. Este paso se conoció hasta comienzos del siglo XX con el nombre de Pasaje de Don Santos. Ocupado después por diferentes establecimientos, permaneció cegado muchos años, hasta que, demolidas después de la guerra las casas sobre él construidas, fue rehecho en su forma actual, y abierto nuevamente al paso público, lleva desde 1975 el nombre de Pasaje de Plácido Álvarez-Buylla.

En 1918, la calle Uría llevó el nombre de Avenida de Francia durante una semana. Habiendo estallado la Primera Guerra Mundial, el 28 de septiembre de 1914 ya se propuso en el Ayuntamiento dar el nombre de la invadida Bélgica a una calle nueva. Esta moción no prosperó; pero el 8 de noviembre de 1918, ganada ya la guerra por los Aliados, el Ayuntamiento de Oviedo acordó por unanimidad felicitar a los embajadores de las naciones vencedoras y "cambiar el nombre de la calle Uría, principal vía de Oviedo por el de Avenida de Francia...", acordándose también en la misma sesión erigir en la Escandalera un monumento a la naciente Sociedad de Naciones.

El citado acuerdo fue inmediatamente impugnado por parte de la prensa y por el cronista de Asturias y de Oviedo: todo el mundo admiraba el heroísmo con que Francia se había defendido, pero era lamentable que para ensalzar al vecino se atacasen y anulasen los propios valores; y, en atención a ello, considerando que "se pueden hermanar estos dos sentimientos, dando el nombre de Avenida de Francia a la principal avenida que del paseo de los Álamos, en el Campo San Francisco, va a la escalinata del Bombé, haciendo que la calle de Uría conserve su nombre", el Ayuntamiento, también unánimemente, rectificó de esta forma su anterior acuerdo, el 15 de noviembre de 1918.