El Campo de la Ribera es un predio militar, que fue utilizado por la última dictadura Argentina (desde 1976 hasta 1983) como un centro clandestino, en el cual reclutaban a los presos políticos para ser torturados y/o asesinados. Los prisioneros por lo general se encontraban "desaparecidos", o sea con absoluto desconocimiento de su paradero. Esta fue una metodología adoptada particularmente por este régimen, como un atroz complemento en el proceso sistemático de exterminio de personas por razones políticas e ideológicas implementado. Originalmente fue concebido como cárcel de presos comunes, luego abandonada. Después del 83, hasta el 2008, fue utilizado como establecimiento educativo medio, en una actitud del Gobierno Provincial repudiable, ya que esto atenta a la valoración simbólica de los espacios de tortura, muerte y desaparición, y a la posibilidad de dimensionar el significado histórico de los mismos. A partir del 2009, y gracias al trabajo de muchos sectores relacionados a los Derechos Humanos y la Educación, se logró recuperar el espacio como museo de la memoria, y la escuela fue trasladada a pocos metros a un nuevo edificio construido exclusivamente para esos fines.