- Carnaval ayacuchano
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Carnaval ayacuchano
Como muchas de las expresiones culturales venidas de Europa, los carnavales se reinterpretan en el Perú, dotándolos de un contenido diverso al que tuvo en su origen medioeval. Hasta hoy en Europa se habla de la temporal inversión del orden, para instaurar casi un caos temporal, donde surgen imágenes, personajes y símbolos festivos que rompen con la vida cotidiana y el trabajo.
La observación minuciosa de los carnavales en el Perú, nos muestra que que éstos son la afirmación de conceptos culturales propios y expresiones artísticas que corresponden a las culturas nativas o mestizas con contenidos propios, integrándose a la vida social contemporánea. Durante su celebración, los diversos sectores sociales involucrados se reafirman y expresan sus formas de pensar y sentir de acuerdo con las normas de las culturas de tradición oral, a las que pertenecen.
En las comparsas o pandillas que bailan en carnavales por plazas y calles, en las que los bailarines representan barrios, comunidades o clubes sociales, del mismo modo que en los bailes alrededor del árbol cargado de regalos -denominados umisha, yunza, sachakuchuy o cortamonte- econtramos una admirable capacidad de organización de los pueblos para afirmar su derecho a hacer arte, continuando con antiguos ritos o celebraciones en homenaje a la vida, en lo que se denomina Puqllay.
Puqllay, que es juego y duelo -duelo entre dos que compiten pero que no se eliminan-, es una suerte de carnaval indígena, que se inicia luego del solsticio de verano, que se cumple en diciembre y que coincide con Navidad. A partir de enero se llevan a cabo una serie de actividades festivas que forman parte del puqllay. Éstas incluyen el cambio de autoridades comunales, luego de las celebraciones de "compadres y comadres", después la llegada de las lluvias, el florecimiento de las plantas y el apareamiento de los animales. Y entonces coinciden estas celebraciones rituales andinas con el carnaval llegado de occidente. Los carnavales andinos desbordan, pues, el concepto de carnaval europeo, reafirmando los lazos familiares, sociales, culturales y desarrollando los leguajes artísticos propios.
Los lenguajes artísticos se expresan integralmente en los carnavales: la poesía en las coplas, con contenidos tanto eróticos como políticos; los juegos y duelos de los jóvenes enamorados que expresan su deseo de formar pareja y que muchas veces son parte de las danzas; la música con diversidad de ritmos e instrumentos que afirman una memoria colectiva e histórica, con sus propios valores estéticos.
Ni aún en la época más violenta, entre 1980 y 1990, se dejó de celebrar carnavales. Al contrario, la tansa situación social y política, la violación sistemática de los derechos humanos, la amenaza permanente contra la vida y la libertad, hicieron que las comparsas expresaran, cantando, todo aquello que no se podía decir abiertamente por miedo a la represalia, que podía venir tanto de los grupos terroristas como de la policía, los grupos paramilitares o del ejército y sus comandos especializados.
Las canciones de carnaval, así como los huainos (waynos), se constituyeron entonces en la mejor manera para la denuncia social: Esta vida ya no es vida, para los ayacuchanos/ yaraqaywampas kuskallaña / wayñuywampas kuskallaña (estamos muy juntos con el hambre / hermanados coin la muerte) (Carnaval del Centro Folclórico de Pacayccasaq).
Accomarca llaqta, Qunipampa llaqta / yawar mayulla currillaqta / sangre inocente (pueblo de Accomarca, pueblo de Qunipampa / corren ríos de sangre / sangre de inocentes) (Moyobamba campesino, de Jorge Gamboa).
El tema de las desapariciones se encuentra también en los versos. Recordemos que el Perú es uno de los países con mayor número de desaparecidos -más de 6.000- según las organizaciones que defienden los Derechos Humanos.
Killapas watapas pasanñam / ¡maypiñaraq? / ranrapa ukunpiñachu / allpayachkan / kichkapa chawpinpiñachu / qurayachkan (Meses y años han pasado / ¿dónde estará? / acaso dentro de los pedregales / volviéndose tierra, o en medio de las espinas / ya brotando como hierbas) (Huamanguino de Ranulfo Fuentes).
Y junto a los textos que criticany denuncian la situación social y política, y expresan el dolor causado por las muertes (aproximadamente 30.000, hacia 1990) continuaron vigentes los versos alusivos a la sexualidad, el amor, el erotismo propio de los carnavales y del tiempo en que los jóvenes solteros y solteras inician relaciones de amor; estuvieron siempre presentes los versos esperanzados en que vendrían tiempos mejores.
Categoría: Cultura del Perú
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