- Chaparral
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- Este es un artículo sobre el Chaparral, el ecosistema de arbustos. Para otros usos véase Chaparral (desambiguación)
Chaparral es un ecosistema de arbustales o brezales, primariamente de California, EE. UU., con un clima mediterráneo (medio, inviernos húmedos y veranos cálidos y secos) y quemazones. Similares comunidades vegetales se encuentran en cinco regiones climáticas mediterráneas del mundo, incluyendo la cuenca endorreica mediterránea (conocida bosque o matorral mediterráneo), Chile central (matorral chileno), región del Cabo en Sudáfrica (conocida como fynbos), y el oeste y sur de Australia.
El término chaparral es un término castellano; proviene de chaparro:[1] mata de encina o roble de muchas ramas y poca altura, que a su vez viene del vasco txaparro, con el mismo significado.
Una comunidad vegetal típica de chaparral consiste de siempreverdes densos Quercus y otros arbustos resistentes a la sequía. Crecen muy densamente, que se hacen impenetrables a animales grandes y a humanos. Esto, más su generalmente condición árida, lo hace notoriamente próximo a los fuegos. Tan es así, que muchas especies del chaparral requieren algo de entrada de fuego (calor, humo, o madera carbonizada) para germinar, aunque las plantas del chaparral no están "adaptadas" al fuego per se. Sí, esas especies se adaptaron a un particular régimen de fuego estacional, frecuencia, intensidad y severidad del quemado.
Contenido
Ecología del fuego en chaparrales
El chaparral es una de las zonas verdes de Norteamérica con mayores probabilidades de que se produzca un incendio en ella. Como consecuencia de esto, y teniendo en cuenta que el límite entre la zona urbana y el rural cada vez se desplaza más al interior de estas zonas, mantener el control sobre el chaparral se convierte cada vez en algo más importante.
Hay dos hipótesis relativas al régimen de fuego del chaparral que aparecen causando considerable confusión y controversia en el campo del "fuego silvestre" y el manejo de tierras:
- 1º), los más viejos stands de vegetación del chaparral se ponen “senescentes” o “decadentes”, implicando que necesitan quema para reverdecer (Hanes 1971),
- 2º), las políticas de supresión del fuego han conseguido que el chaparral acumule niveles antinaturales de combustible (pasto seco) engendrando la posibilidad de más grandes fuegos (Minnich 1983).
La perspectiva que los más viejos chaparrales son desaconsejables o improductivos pueden haberse originado en los 1940s, cuando se condujeron estudios para medir la cantidad de forraje disponible a las poblaciones de ciervos. Sin embargo, de acuerdo a recientes estudios, el chaparral de California es extraordinariamente resiliente a periodos muy largos sin fuego (Keeley, J.E., A.H. Pfaff, H.D. Safford, 2005) continuando en mantener crecimientos productivos a través de condiciones pre-fuego (Hubbard 1986, Larigauderie et al. 1990). Las semillas de muchas especies de plantas del chaparral, requieren 30 años o más de pajonal (hojas secas acumuladas) antes de germinar exitosamente (e.g.: Quercus berberidifolia, toyón: Heteromeles arbutifolia, Prunus ilicifolia). Cuando los intervalos entre fuegos cae debajo de 10 a 15 años, muchas spp. del chaparral son eliminadas y el sistema es típicamente reemplazado por pastos y malezas no nativas (Haidinger & Keeley 1993, Keeley. 1995, Zedler. 1995).
La idea que los chaparrales más viejos son responsables de causar devastadoras quemas fue originalmente propuesto en los 1980s al comparar quemas en Baja California y el sur de California. Se sugirió que la supresión del fuego en el sur de California alojaba a más combustible, acumulándose para posteriores más grandes fuegos (en Baja California, los fuegos frecuentemente se realizan sin esfuerzos de activa supresión). Esto es similar al argumento de que la supresión del fuego, en el oeste de EE.UU. ha permitido a los bosques de "pino ponderosa" a “sobre-stock.” En el pasado, las quemas superficiales mataban los renovales en intervalos entre 4 a 36 años, clareando y creando un sistema ecológicamente más equilibrado. Sin embargo, el chaparral tiene un régimen de fuego en la corona, significando que la quema consume al sistema entero. Análisis detallado de datos históricos de quemas ha mostrado que la supresión de sus actividades ha fallado en excluir del chaparral del sur de California incrementos en pino ponderosa (Keeley et al. 1999). Además, el número de fuegos se incrementa en etapas en función del crecimiento poblacional. Sobre todo, la edad de los stands del chaparral no tienen una correlación significativa con su tendencia a la quema (Moritz et al. 2004). La baja humedad ambiental, la baja humedad del combustible, y grandes vientos aparecen como los factores primarios en determinar cuando el stand del chaparral arderá.
Especies
En el centro y el sur de California, los chaparrales forman un hábitat dominante. Los miembros de la biota nativa del chaparral de California, tienden a rebrotar rápidamente post fuegos, e incluye:
- Ceanothus (Ceanothus spp.)
- Chamiso (Adenostoma fasciculatum)
- Redshanks (Adenostoma sparsifolium)
- fruta del chaparral (Pickeringia montana)
- Quercus berberidifolia, Q. dumosa, Q. wislizenii var. frutescens
- Berries de café (Rhamnus californica)
- Islay o Hollyleaf Cherry (Prunus ilicifolia)
- Silk-tassel bush (Garrya spp.)
- Laurel sumac (Malosma laurina)
- Manzanita (Arctostaphylos spp.)
- Mountain mahogany (Cercocarpus spp.)
- Toyon (Heteromeles arbutifolia)
- Yuca (Yucca whipplei)
Referencias
- Haidinger, T.L., J.E. Keeley. 1993. Role of high fire frequency in destruction of mixed chaparral. Madrono 40: 141-147.
- Hanes, T. L. 1971. Succession after fire in the chaparral of southern California. Ecol. Monographs 41: 27-52.
- Hubbard, R.F. 1986. Stand age and growth dynamics in chamise chaparral. Master’s thesis, San Diego State University, San Diego, California.
- Keeley, J. E., C. J. Fotheringham, M. Morais. 1999. Reexamining fire suppression impacts on brushland fire regimes. Science 284:1829-1832.
- Keeley, J.E. 1995. Future of California floristics and systematics: wildfire threats to the California flora. Madrono 42: 175-179.
- Keeley, J.E., A.H. Pfaff, H.D. Stafford. 2005. Fire suppression impacts on postfire recovery of Sierra Nevada chaparral shrublands. International Journal of Wildland Fire 14: 255-265.
- Larigauderie, A., T.W. Hubbard, J. Kummerow. 1990. Growth dynamics of two chaparral shrub species with time after fire. Madrono 37: 225-236.
- Minnich, R. A. 1983. Fire mosaics in southern California and northern Baja California. Science 219:1287-1294.
- Moritz, M.A., J.E. Keeley, E.A. Johnson, A.A. Schaffner. 2004. Testing a basic assumption of shrubland fire management: How important is fuel age? Frontiers in Ecology and the Environment 2:67-72.
- Zedler, P.H. 1995. Fire frequency in southern California shrublands: biological effects and management options, pp. 101-112 en J.E. Keeley, T. Scott (eds.), Brushfires in California wildlands: ecology and resource management. International Association of Wildland Fire, Fairfield, Wash.
Véase también
Enlaces externos
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