- Condado de Pallars
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El condado de Pallars fue uno de los existentes en el territorio que, durante la primera mitad del siglo IX, algunos cronistas de la corte carolingia denominaron Marca Hispánica.
Este condado se encontraba situado en la cuenca alta del Noguera Pallaresa, entre la cresta del Pirineo y la población de Tremp, incluyendo el Valle de Àneu, el Valle de Cardós y el Valle Ferrera, así como la ribera izquierda del río Noguera Ribagorzana y el valle del Flamicell.
En el siglo IX pertenecía a los condes de Toulouse, hasta que en 872 se independizaron de estos.[1]
A la muerte de Suñer I (1010/11) se separó en dos dinastías: los descendientes de Guillén Suñer regirían el Pallás alto y los de su hermano Ramón Suñer, el bajo. Desde entonces, políticamente se constituyó en dos condados: el Pallás alto (sobirà) y Pallás bajo (iussà).[1]
En el siglo XI, los documentos de los condados pallareses se databan generalmente según el año del reinado del soberano de Francia, pero aparecen otros datados por la fecha del reinado del rey de Aragón; así en 1063 aparece un Factum iudicium in mense iunio, anno primo regnante Sancioni rege, Ranimiro regis filio ('Juicio hecho en el mes de junio, el año primero, reinando el rey Sancho, hijo del rey Ramiro'), que alude a los monarcas Sancho Ramírez y Ramiro I de Aragón. En 1095 otro documento se data por el reinado de Pedro I de Aragón, Alfonso VI de Castilla, Felipe I de Francia y los dos condes de Pallás (Artal y Raimundo). En el siglo XII tenemos suscripciones como la del 24 de enero de 1103, que menciona explícitamente como rey a Pedro I de Aragón con la expresión regnante Petrus rex, o la del 24 de mayo de 1124 que indica regnante in Ribagorza Aldefunso rege et in comitatu Paliarensis Bernardo comite et Artallo similiter, donde el aludido es Alfonso I de Aragón el Batallador . No aparece, en cambio, ni una sola datación de diplomas por el año del mandato del conde de Barcelona, que no se menciona nunca en la documentación de Pallás.[2] Solo tras los acuerdos de esponsales entre Ramiro II de Aragón y Ramón Berenguer IV de Barcelona para casar al conde barcelonés con su hija y heredera, la futura reina Petronila de Aragón, comienzan a aparecer, ya tras la unión dinástica de reino y condado, dataciones por Raimundus Berengarius princeps Aragonensium et chomes Barchilonensium, es decir, por Ramón Berenguer IV de Barcelona como «princeps Aragonensium et chomes Barchilonensium» (por ese orden de titulación), tras haberse constituido la Corona de Aragón.[3]
En este mismo sentido, la introducción de los Usatges como norma jurídica es muy tardía, y para estos siglos anteriores a la creación de la Corona de Aragón, se utilizó la ley gótica (lex gotica), lo cual incide en su independencia en relación con sus instituciones legales. En cuanto a la moneda, por Pallás circuló la moneda aragonesa en los siglos XI y XII o se pensó en cantidades de oro o plata en metálico según valores de cuenta por medidas jaquesas. Así, se puede leer en un testamento de 1100, que la condesa Valencia legó a la iglesia de San Pedro de Roma «17 onzas de oro de Jaca», o cómo en 1196 se precisa en un pago que se trataba de sueldos jaqueses.[4]
Contenido
El dominio tolosano
A principios del siglo IX, el conde Guillermo I de Tolosa conquistó los territorios del Pallars y Ribagorza a los árabes, y los incorporó al condado de Tolosa, con el que formó una unidad administrativa. En el Pallars y la Ribagorza, los condes de Tolosa actuaron como un poder prácticamente soberano; así, otorgó unos privilegios a los monasterios de la región muy parecidos a los concedidos por la corte carolingia. Bajo dominio tolosano se fundaron los monasterios de Gerri, en el valle del Noguera Pallaresa, de Senterada, en el Flamicell, y de Alaó, en el Noguera Ribagorzana. Por su parte, mediante la expedición de un precepto, Carlomagno incluyó el Pallars y la Ribagorza dentro del obispado de Urgel. En el año 806, Guillermo I de Tolosa abdicó y se hizo monje; sus sucesores fueron Bigó de Tolosa (806-816) y Berenguer de Tolosa (816-835)
La independencia de Pallars y Ribagorza
El dominio del Pallars y Ribagorza por los condes de Tolosa era rechazado por los clanes aristocráticos locales. De este modo, en el año 833, Aznar Galíndez, conde de Urgel y Cerdaña, se apoderó de estos pagi, sustrayéndolos así al dominio tolosano; gracias a los sentimientos indigenistas, Asnar Galí, a pesar de haber perdido Urgel y Cerdaña, concedidos en el año 834 a Sunifredo I por Luis el Piadoso, consiguió resistir en el Pallars y la Ribagorza hasta el año 844, cuando lo expulsó el conde Frédol de Tolosa.
El sentimiento indigenista continuó a pesar de todo; en el 872, el condado de Tolosa sufrió una crisis de poder a raíz del asesinato del conde Bernardo II de Tolosa por fieles de Bernardo Plantapilosa, reconocido después como conde por Carlos el Calvo. Entonces, un noble local, Ramón I de Pallars-Ribagorza, aprovechó para independizar los territorios del condado al sur del Pirineo y crear una saga condal propia.
Ramón I de Pallars-Ribagorza (872-920) era hijo del conde Lope de Bigorre y biznieto de Lope Centulo, nombrado en el año 818 duque de los vascos, pueblo predominante en las zonas interiores del Pirineo. Para consolidar su independencia, Ramón I procuró constituir un obispado propio al Pallars, conseguido gracias a las intrigas de Esclua, y encontrar aliados contra los condes de Tolosa, que aspiraban a recuperar el dominio sobre los sus territorios al sur del Pirineo; por eso, el conde de Pallars-Ribagorza buscó influir en los estados vecinos: en Navarra, intervino en el año 905 en el golpe de estado que entronizó a su sobrino Sancho Garcés I; y en Zaragoza estrechó vínculos con los Banu Qasi. Así mismo, en el año 904, el miembro de los Banu Qasi Lope ibn Muhamad, rompiendo con la orientación seguida por su padre, dirigió un ataque contra Pallars y Ribagorza; posteriormente, una nueva expedición, dirigida, en el año 907, por al-Tawil de Huesca, se apoderó en Ribagorza de Roda i Montpedrós; por eso, el conde tuvo que abandonar la política de entendimiento con los musulmanes.
A la muerte de Ramón I (920), sus dominios se repartieron entre los sus hijos: Miró y Bernado Unifredo rigieron la Ribagorza, Isarn y Lope cogobernaron el Pallars.
La dinastía de Pallars
Isarn de Pallars (920-948) sólo dejó un hijo, Guillermo, que murió soltero, mientras que Lope de Pallars (920-963) se casó con Goltre goda, hija de Miró de Cerdaña, la dinastía pallaresa se integró, entonces, al tronco de los descendientes de Guifredo I el Velloso: en el 963, Pallars aparece regido por los hijos de este matrimonio -Ramón II de Pallars, Borrell y Suñer-, primos hermanos de Bernardo Tallaferro de Besalú y de Wifredo II de Cerdaña. A la muerte de Suñer de Pallars (1011), que había sobrevivido a sus hermanos, el condado pasó en cogobierno a sus dos hijos, los cuales, no obstante, se lo dividieron quedándose Ramón III (1011-1047) el Pallars Jussá, y Guillermo II (1011-1035) el Pallars Sobirá; división que la evolución histórica posterior convertiría en definitiva; por tanto, el antiguo condado de Pallars quedó escindido en dos: el condado de Pallars Jusá y el condado de Pallars Sobirá.
El conde Ramón Suñer se casa con la infanta Mayor, hija del conde de Castilla García Fernández.[5] Repudiada por su marido, tal vez por motivos de parentesco, se sostuvo en una zona de su condado hasta que, hacia 1025, se vio obligada a volver a Castilla, donde la vemos abadesa-condesa de monasterio de San Miguel de Pedroso[6]
Condes de Pallars (siglos IX-XI)
- Ramón I de Pallars-Ribagorza (870-920)
- Lope I de Pallars (920-947)
- Isarn I de Pallars (920-948)
- Ramón II de Pallars (948- d de 995)
- Borrell I de Pallars (948-d de 995)
- Ermengol I de Pallars (d de 995-1010)
- Suñer I de Pallars (948-1011)
El obispado de Pallars
El año 888, gracias a la actuación de Esclua, obispo intruso de Urgel y pretendido metropolitano de la Tarraconense, a instancias del conde Ramón I se creó el obispado de Pallars, cosa que significaba sustraer los territorios de Pallars y Ribagorza a la autoridad de los obispos de Urgel.
El sínodo de Urgel (892) obligó a Esclua a renunciar al obispado de Urgel; entonces, se reconoció que el obispado de Pallars subsistiría sólo en vida de su titular Adolfo de Pallars; así mismo, Ató de Pallars, hijo del conde Ramón I consiguió suceder a Adolfo y regir el obispado hasta su muerte, en el año 949; entonces, la diócesis pallaresa se extinguió y sus parroquias fueron reintegradas al obispado de Urgel.
Notas bibliográficas
- ↑ a b Ubieto (1987:246)
- ↑ Ubieto (1987:246-247)
- ↑ Ubieto (1987:247-248)
- ↑ Ubieto (1987:248-249)
- ↑ Fray Justo Pérez de Urbel. Historia del Condado de Castilla : “Major comitissa, soror comitis Sancci de Castella, fuit uxor comitis Paliarensis Raimundi Suniarii” , Tomo II, página 1013 .
- ↑ R. de Abadal, Los obispos de la diócesis de Roda,[lugar, editorial, año y páginas requeridos]
Bibliografía utilizada
- Antonio Ubieto Arteta, «Los condados de Pallás», en Creación y desarrollo de la Corona de Aragón, Zaragoza, Anubar, 1987, págs. 246-265. ISBN 84-7013-227-X.
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