- Corocotta
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Corocotta
Corocotta fue un personaje de la Antigüedad (siglo I a. C.), cuya existencia se conoce únicamente por una sola cita, del historiador romano Dión Casio que, según la traducción más difundida, la de Adolf Schulten, reza así:
Irritóse tanto [Augusto] al principio contra un tal Corocotta, bandolero español muy poderoso, que hizo pregonar una recompensa de doscientos mil sestercios a quien lo apresase; pero más tarde, como se le presentase espontáneamente, no sólo no le hizo ningún daño, sino que encima le regaló aquella suma.
Dión Casio 56, 43, 3 (trad. de A. Schulten en Fontes Hispaniae Antiquae vol. V, Barcelona, 1940, p. 335)Contenido
Controversia sobre el personaje
Desde que Adolf Schulten publicara su tesis de que Corocotta fue un importante héroe de la resistencia ante Roma, un caudillo local durante las Guerras Cántabras de Augusto, basada en su interpretación de la única cita disponible sobre el personaje (Dión Casio LVI, 43, 3), fue ésta la que se impuso sin discusión en la bibliografía experta, regional y española, lo que ha motivado que hoy en día Corocotta incluso tenga una importante presencia social y cultural en Cantabria, así como en Internet. Sin embargo, existen objeciones para admitir que fuera un héroe local o militar, y que el personaje tuviera nada que ver con Cantabria e incluso con Hispania.
Tesis cantabrista
La tesis tradicional presenta a Corocotta como héroe de la resistencia ante Roma, como unificador y caudillo local durante las Guerras Cántabras de Augusto.
Según Adolf Schulten Corocotta luchó en las Guerras Cántabras contra Roma durante los años 29 a 19 a. C. Al mando de las unificadas tribus de la región, causó numerosos problemas al ejército romano. Fue tal su fama que durante la campaña del emperador Augusto en Hispania, entre los años 26–25 a. C., éste puso el precio de 200.000 sestercios a su cabeza. Fue el propio Corocotta el que se presentó en el campamento para cobrar la recompensa, ante el asombro del emperador, el cual, ante su gesto de valentía, le dejó marchar libre tras otorgarle la recompensa.
Adolf Schulten argumenta su tesis en el hecho de que:
Dión lo refiere con ocasión de la muerte de Augusto en el año 14 después de Jesucristo para demostrar su clemencia. Tratándose de una guerra en Iberia, y no habiendo habido en Iberia otra en tiempo de Augusto que la cantabro-astúrica, este Corocotta debe haber sido algún jefe de los Cántabros o Astures. Y como Corocotta se rindió al propio Augusto, debe situarse el suceso en los años 25-26, es decir, cuando Augusto personalmente estaba en Cantabria
Adolf Schulten, Los Cántabros y Astures y su Guerra con Roma, Madrid, 1962.También según Adolf Schulten, «su nombre más bien parece céltico, con la raíz Coroc-, que se encuentra en los nombres Coruc-us, Coroc-aucus, en Lusitania, donde existe también Corocuta (CIL, II, 550), que viene a ser lo mismo que Corocotta.»
Estas tesis son seguidas por autores contemporáneos como Joaquín González Echegaray (Los Cántabros, 1997) o Eduardo Peralta Labrador (Los cántabros antes de Roma, 2000), que añade como evidencia el hecho de que:
El nombre del caudillo cántabro Corocotta es de la misma raíz que el del dios (Corono), por lo que cabe suponer que el jefe cántabro se sintiese especialmente vinculado al arquetipo divino cuyo comportamiento imitaba al frente de sus tropas (el segundo elemento de su nombre es el celta "cotto", "viejo".
Los cántabros antes de Roma, pág. 226Tesis norteafricana
En la actualidad se ha postulado que Corocotta fue un afamado y audaz ladrón, de probable origen norteafricano. Alicia M. Canto, de la Universidad Autónoma de Madrid, ha planteado en 2004 y 2005 una revisión del texto griego de Dión Casio, así como de su contexto [2], que la lleva a descartar por completo la tesis de Schulten. Sus argumentos principales son:
- Dión Casio no cita a Corocotta dentro del relato de las Guerras Cántabras, de las que trata en sus libros LIII y LIV, donde hubiera sido el lugar más adecuado desde la perspectiva de la técnica histórica, sino dos libros después, en el LVI, y en el marco de un elogio de la clemencia de Augusto.
- Una traducción del texto griego de Dión Casio más precisa que la hecha por Schulten pone en evidencia que Dión no le define en realidad, como se viene repitiendo, como "bandolero español" o "bandido hispano", sino como "cierto bandido en Hispania" (tína lestén én Ibería), lo que no sólo no confirma ni autoriza a deducir un origen cántabro, sino que más bien sugiere una procedencia no hispana.[1]
- La atribución cronológica y circunstancial del incidente con Augusto en el escenario de las Guerras Cántabras fue hecha por Schulten sin una base real. Podría ubicarse en cualquiera de las estancias de Augusto, ya como emperador, en Hispania, caso en el que hay que recordar que éste pasó la mayor parte de las guerras cántabras en Tarraco, como es bien sabido, pues tampoco hay mención alguna en Dión Casio de que recibiera a Corocotta en ningún "campamento", o de que éste "se rindiera" (como afirmó el autor alemán). Incluso todo el asunto pudo ocurrir en cualquier otro lugar.
- La actitud misma de Corocotta, al presentarse ante el enemigo para cobrar, a título personal, la recompensa por su captura,[2] es impropia e ilógica en un verdadero "héroe de la resistencia indígena".
- Por fin, el estudio del nombre Corocotta (que procede del conocido animal originario de África, la krokóttas griega, citada ya en el siglo V a. C., y no sería céltico en el sentido que propugnó Schulten) lo presentaría como un apodo o mote muy congruente con lo anterior: "el Hiena" o "el Chacal", en buen encaje con la que sería la verdadera profesión del personaje. Para reforzar la dudosa seriedad de este apodo, así como su posible origen norteafricano, la autora ha aportado, y traducido al español, un documento tardío, el llamado Testamentum Porcelli, cuyo protagonista se llama M. Grunnius Corocotta, que era posiblemente originario de la región de Tebeste, cerca de Cartago, en el moderno Túnez. Desde esa misma zona pudo pasar a trabajar en Hispania el Corocotta de Dión Casio.
La Universidad de Cantabria acaba de publicar en octubre de 2008 una obra colectiva, de título Los cántabros en la antigüedad. La historia frente al mito[3], coordinado por José Ramón Aja, Miguel Cisneros y José Luis Ramírez Sádaba, cuyo apartado de "Fuentes literarias" contiene -aunque implícitamente y con algunos errores- un pleno respaldo a estas tesis sobre la no cantabricidad de Corocotta, y su real condición de "salteador de caminos".
Corocotta como reclamo turístico
En la actualidad, la figura de Corocotta es uno de los símbolos culturales y turísticos de Cantabria. En cualquier pueblo de mínimo interés turístico se encontrarán colgantes, estatuas artesanales o incluso "pins" del legendario personaje, con mayor o menor realismo y con mayor o menor dosis de humor. Los souvenirs suelen ser vendidos junto a un pequeño panfleto en el que se dan unas pocas nociones históricas, además de asegurarse el carácter fuerte y fiero del personaje, así como su destreza con las armas.
Notas
- ↑ Tampoco en la traducción inglesa de E. Cary para la Loeb Classical Library hay la menor referencia a un origen español, ni menos cántabro, y ello se debe a que el original griego realmente no lo dice: "Besides these traits of his, people also recalled that he did not get blindly enraged at those who had injured him, and that he kept faith even with those who were unworthy of it. For instance, there was a robber named Corocotta, who flourished in Spain, at whom he was so angry at first that he offered a million sesterces to the man that should capture him alive; but later, when the robber came to him of his own accord, he not only did him no harm, but actually made him richer by the amount of the reward", en [1]
- ↑ La cantidad es también errónea en Schulten, el texto griego dice "πέντε καὶ εἴκοσι μυριάδας", esto es, "doscientos cincuenta mil", que unos autores interpretan como sestercios y otros como denarios (lo que explica el "millón de sestercios" que traducen E. Cary y otros). Debe de tratarse de sestercios.
Bibliografía sobre la cantabricidad y el carácter caudillista de Corocotta
- Adolf Schulten, Los cántabros y astures y su guerra con Roma, Madrid, 1943 (reeds. 1962, 1969 y 2000).
- Joaquín González Echegaray, Los Cántabros, Madrid, ed. Guadarrama, 1966, págs. 85, 108, 123 y 146 (2ª ed. rev. Santander, 1986; 3ª ed. Santander, Librería Estudio, 1993; 5ª ed. rev. y act. Santander, Lib. Estudio, col. Biblioteca Cantabria nº 21, 2004).
- E. Martino Redondo, Roma contra cántabros y astures: nueva lectura de las fuentes, Santander, ed. Sal Terrae, 1982 (2ª y 3ª ed.: León, 1995 y 2002).
- E. Peralta Labrador, Los cántabros antes de Roma, Madrid, ed. Real Academia de la Historia, 2000, pág. 266.
Enlaces externos
- A favor del origen cántabro del personaje
- Artículo en El Mundo Magazine (en español)
- [4] (Sobre la historia de Cantabria)
- [5] (Sobre mitos y leyendas)
- En contra del mismo
- Alicia M. Canto, "El testamento del cerdito Corocotta" en Celtiberia.net (febrero de 2005)
- Otros
- Joaquín González Echegaray, “Las guerras cántabras en las fuentes”, edición digital a partir de M. Almagro et al., Las guerras cántabras, Santander, Fundación Marcelino Botín, 1999, págs. 146-169, 1ª parte, 2ª parte (no hace mención de Corocotta).
- Ampliaciones y debates en ambos sentidos, en Celtiberia.net (febrero de 2004)
- Nuevo debate, en Celtiberia.net (junio de 2005)
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