- Cosmología hindú
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Cosmología hindú
En el marco de la mitología hinduista no hay una única cosmogonía (creación del universo) ni una única cosmología (estudio de la conformación del universo).
Contenido
Varios mitos hinduistas de la creación
El dios despedazado
La leyenda más antigua está contenida en el himno «Purusha sukta» (del Rig vedá, en el I milenio a. C.). Describe la creación del universo a partir de los remanentes de un gigantesco varón primigenio llamado Purusha (‘varón’) en una época muy antigua, en que se realizaban purusha medha (‘sacrificios humanos’).
El huevo cósmico
Posteriormente a la aparición del budismo (siglo VI a. C.) con su ajimsá (‘no violencia’), desaparecieron los sacrificios humanos (sólo quedaron los sacrificios de animales), y aparecieron nuevas leyendas que contradecían la leyenda original.
El universo emanó de un huevo cósmico Hiranyagarbha (‘útero de oro’). Del huevo nació Prayapati. (Este Prajapati más tarde —en la época puránica— fue identificado como el demiurgo Brahmá).
La flor de loto de Brahmá
Los Puranás (primeros siglos de la era vulgar) presentan varios procesos de creación.
Primero, en un rincón del infinito universo espiritual existe un «océano de causa [material]». Allí está acostada la más grande de las formas de Vishnú: Karanodakasai Vishnú (‘el Vishnú acostado [sayi] en el océano [udaka] de causa [karana]’). De su cuerpo emanan los universos (a veces se mejora este mito con la idea de que cada molécula del aire que respira es un universo finito).
Cada universo esférico está lleno de líquido hasta la mitad. Sobre ese océano está acostado otra forma de Vishnú, llamada Garbhodakasai Vishnú (‘el Vishnú acostado [sayi] en el océano [udaka] de causa [karana]’), acostado sobre la serpiente divina Ananta Shesha. En su ombligo se forma un lago, y sobre ese lago nace una flor de loto. Cuando la flor se abre, de ella nace el dios Brahmá de cuatro cabezas.
Descripción del universo completo
Brahmá con su mente crea todo el universo: el mundo plano (la Tierra) y todos los lokas (‘locales’ o ‘lugares’, planetas y estrellas visibles e invisibles en el cielo, donde viven los dioses y otros seres). En el quinto canto del Bhágavata Puraná se explica que los grajas (astros) se mueven en el cielo a veces «de maneras retorcidas». El intervalo de «altura» de los planetas desde la Tierra es siempre el mismo (1.300.000 km). Su orden de cercanía a la Tierra es:
Graja Distancia hindú
(en mill. de km)Distancia real
(en millones de km)Sol 1,3 150 Luna 2,6 0,384 todas las estrellas 5,2 entre 40.000.000 millones de km y muchos billones de km Venus 7,8 entre 39 y 339 Mercurio 10,4 Marte 13 entre 56 y 399 Júpiter 15,6 entre 600 y 900 Saturno 18,2 entre 1090 y 1650 Los Siete Rishís u Osa Mayor[1] 32,4 entre 274.000.000 millones de km, y 5.193.000.000 millones de km Pitriloka (planeta mítico invisible) Brahmaloka (planeta mítico invisible) En algunas leyendas los planetas se presentan de manera esquemática o simbólica y entonces se los considera fijos uno debajo del otro, bajo la flor de loto de Brahmá, a varios miles de kilómetros de distancia uno del otro, formando el tallo del loto. La Luna es la estrella más grande.
El sol y los planetas, sin embargo, se ven en diferentes signos y constelaciones en diferentes épocas. Esto indica que su movimiento es diferente que el del zodíaco y el de la propia rueda del tiempo [la bóveda celeste].
Shuka Gosuami[2]El sol tiene tres velocidades: lento, rápido y moderado. [...]100.000 yojanas [1.300.000 km] más allá del sol se encuentra la Luna; su velocidad es mayor que la del Sol. [...] A 200.000 yojanas [2.600.000 km] más allá de la Luna hay muchas estrellas, de las cuales sobresalen 28.
A 200.000 yojanas [2.600.000 km] más allá de las estrellas se encuentra el planeta Venus.
Shuka Gosuami[3]Más allá de Venus (siempre a distancias iguales, de 2,6 millones de kilómetros) está Mercurio, Marte, Júpiter y Saturno. Luego hay un salto de 14,2 millones de km, hasta Pitriloka, el planeta de los antepasados piadosos.
Descripción de los continentes de la Tierra
Debajo de todos los lokas está la Tierra plana, con el monte Meru en el centro, rodeado por altísimas montañas (los Himalayas). Alrededor de los Himalayas hay un continente aproximadamente redondo, llamado Bharata Varsha (la India). Alrededor de ese continente hay un océano perimetral de agua salada (el océano Índico y el mar Arábigo), que rodea todo Bharata Varsha. Más allá de ese océano circular hay varios exóticos continentes concéntricos, cada uno rodeado por océanos de agua dulce, melaza, vino, miel y gui (mantequilla frita).
En las doctrinas hinduistas, la existencia del universo es gobernada por el trimurti (‘tres formas’):
En la actualidad, los hinduistas creen que la teoría de Darwin se ve refrendada por los dasavatara (‘las diez encarnaciones de Dios’). Aunque esta secuencia es una enumeración arbitraria (no toma las 24 encarnaciones principales del Bhágavata puraná, por ejemplo), creada por el poeta orisano Yaia Deva (en el siglo XIII d. C.) no proveniente de las enumeraciones de los Puranás o los Vedás.
El universo no está hecho de átomos, sino de pancha maja bhuta (‘cinco grandes elementos’) arbitrarios, cada uno ocho veces más denso que el anterior:
En la actualidad, los hinduistas creen que el ciclo de creación y destrucción del universo no tiene principio (anadi) ni final (ananta).
Notas
- ↑ En realidad las estrellas de las constelaciones están a diferentes distancias entre sí. En la constelación de la Osa Mayor, sus estrellas se encuentran a un rango de distancias de la Tierra que va desde 274.000.000 millones de km (29 años luz) y 5.193.000.000 millones de km (549 años luz). El año luz tiene unos diez billones de kilómetros (9.460.730.472.580,8 kilómetros). En la constelación no hay 7 estrellas sino 35.
- ↑ Según el Bhāgavata puraṇá 5.22.2.
- ↑ Según el Bhāgavata puraṇá 5.22.2, 8, 11 y 12.
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