Cretorigona prisca o Trigona prisca ha sido considerada hasta recientemente como la abeja fósil más antigua. En el año 2006 se encontró otra abeja fósil más antigua, Melittosphex burmensis

El registro de abejas fósiles es relativamente pobre. Nos sirve para establecer la edad de grupos de abejas en virtud que los fósiles hallados son los conservados en ámbar. Siendo muy fragmentarios los registros y tendencioso en la fosilización de las táxas que recogen resina con el propósito de construcción de panales.

La mayoría de los fósiles encontrados en ámbar provienen del Eoceno o son más nuevos.

La abeja fósil más vieja encontrada hasta recientemente es Trigona prisca hallada en ámbar de Nueva Jersey, Estados Unidos. Es un fósil fascinante pero anómalo por varios motivos:

• Primero, es un miembro de un grupo de las abejas, la tribu Meliponini de los corbiculados de la subfamilia Apinae.

• Segundo, tanto el origen como la edad son inciertos, dejando dudas si puede adecuadamente ser utilizado hasta la fecha la antigüedad de abejas. Porque la localización estratigráfica exacta del ámbar que contiene esta abeja no se conoce, el fechado de este fósil ha sido indirecto (por la comparación con la composición química de otros ámbares de Nueva Jersey. Mientras que la edad fue presumida inicialmente en 80 millones de años, otros autores la han estimado desde entonces en 70 millones de años, y en 65 millones de años de edad.

Si este fósil es de hecho del final del cretáceo, sugiere que, lejos de estar en sus primeros tiempos de la evolución, las abejas habrían experimentado al final del Cretáceo una significativa diversificación.

Existen abejas fósiles en ámbar de origen dominicano de aproximadamente 23 millones de años y en ámbar báltico de aproximadamente 42 millones de años. Estos dos lugares proporcionan información importante sobre la antigua diversidad de la abeja y sobre las distribuciones biogeográficas. En el ámbar dominicano hay representantes de cinco familias actualmente existentes: Colletidae, Halictidae, Andrenidae, Megachilidae, y Apidae.

Los depósitos de ámbar bálticos incluyen los representantes de cuatro familias actualmente existentes: Halictidae, Melittidae, Megachilidae, y Apidae y de una familia extinta Paleomelittidae. La fauna fósil báltica es al parecer en polarización negativa hacia abejas corbiculadas recolectoras de resina. Estos depósitos ambarinos bálticos proporcionan información importante en la evolución de las abejas corbiculadas y de la transición de nidifcación solitaria a la nidificación eusocial.

El registro fósil de las avispas cavadoras o esfécidos, se presenta un grupo parafilético dentro de las abejas, proporciona una cierta información adicional relevante a la edad de abejas. Los fósiles más viejos de la avispa esfeciformes son de mediados del cretáceo. Sin embargo, como en las abejas, los fósiles más viejos de esfeciformes representan táxas derivadas. Los fósiles más viejos del esfeciformes se han colocado en la tribu Pemphredonini, que por análisis cladístico se colocan en una posición derivada dentro de Crabronidae /(Sphecidae), el grupo supuesto hermano a las abejas. Así, las abejas y los crabrónidos deben haber diversificado a mediados del cretáceo, pero la abeja crabrónida de partida debe haber existido mucho antes de esto. Como resultado de todo esto se concluye que los fósiles disponibles actualmente subestiman perceptiblemente la edad de ambos grupos tanto para las abejas como para las avispas esfeciformes.

La antigüedad de abejas se podría estimar potencialmente gracias al registro fósil más completo de las plantas Angiospermas (plantas con flor). Una literatura substancial existe en la evolución temprana de las flores de la angioespermas y la historia evolutiva de la asociación insectos-flor, tales como moscas, polillas y mariposas, avispas, y abejas.

Enlaces externos

• [1] ENGEL, Michael S. A New Interpretation of the Oldest Fossil Bee (Hymenoptera: Apidae). AMERICAN MUSEUM OF NATURAL HISTORY