Criaturas celestiales

Criaturas celestiales es una película de 1994, dirigida por Peter Jackson. Protagonizada por Melanie Lynskey y Kate Winslet en los papeles principales. Basada en un caso policial real ocurrido en Nueva Zelanda, en 1954.

Ganadora del premio León de Plata 1994 del Festival Internacional de Cine de Venecia (Peter Jackson).

Argumento

En 1950, en la ciudad de Christchurch, Nueva Zelanda, Pauline Parker (Melanie Lynskey) una muchacha de 14 años de edad, proveniente de una familia de pocos recursos, hace amistad con una joven británica de 15 años de edad, Juliet Hulme (Kate Winslet), proveniente de una familia acomodada, cuando ésta es transferida al colegio de Pauline. Ambas tienen viva imaginación, crean mundos de fantasía, y se hacen amigas íntimas. Un día, Juliet invita a Pauline a su casa y ésta queda impresionada por el estatus de la familia de Juliet. El padre era el rector del Canterbury University College.

Pasan dos años y las amigas desarrollan una relación amorosa, al mismo tiempo que crean una fantasía en la cual imaginan un reino imaginario llamado Borovnia, que incluye personajes que ellas dramatizan creando una familia real, asumiendo ambas los papeles principales, que corren distintas aventuras. En sus proyectos está escribir cuentos cortos basados en su fantasía, los que serían publicados en los Estados Unidos.

Juliet enferma de tuberculosis y es aislada en un sanatorio, lo que deja a Pauline muy triste, pero pronto inician una correspondencia que no sólo habla de ellas, sino también de los personajes fantásticos que han creado.

Los padres de Pauline tienen una pensión en la cual vive John (Jed Brophy), que pronto se enamora de ella y la seduce, pero son sorprendidos en el lecho por el padre de ella, Herbert Rieper (Simon O'Connor). Cuatro meses después Juliet regresa a su hogar y reinicia la relación amorosa con su amiga Pauline. Un día, el padre de Juliet, el dr. Henry Hulme (Clive Merrison) aparece por la casa de Pauline, para conversar acerca de la relación entre las dos muchachas, e insiste en que Pauline debería ser examinada por un médico.

La visita se realiza y el médico, el dr. Bennett (Gilbert Goldie) le sugiere a la madre de Pauline, Honora (Sarah Peirse) que su hija podría ser homosexual, algo considerado como una enfermedad mental en aquella época. Los padres acuerdan que las chicas deben separarse y les permiten pasar dos semanas juntas antes de enviar a Juliet a Sudafrica a vivir con su tía Edna, justificando su viaje como un cambio climático, beneficioso para la salud de Juliet.

Juliet sorprende a su madre manteniendo en una aventura amorosa con uno de sus pacientes y amenaza con decirle a su padre, pero su madre le dice que él sabe. Poco después, los dos anuncian su intención de divorciarse, alterando Julieta terriblemente. Pronto se decide que la familia dejará de Christchurch, con Juliet quedándos con un familiar en el sur de África. Ella se vuelve cada vez más histérica ante la idea de dejar Pauline, y las dos chicas planean huir juntas. Cuando el plan se hace imposible, ambas comienzan a hablar de asesinar a la madre de Pauline, Honora, ya que la ven como el principal obstáculo para su permanencia juntas. A medida que la fecha de salida de Julieta se acerca, se decide que las dos niñas deben pasar las últimas dos semanas juntas, en la casa de Juliet. Al final de ese tiempo Pauline vuelve a su casa y los dos finalizan los planes para el asesinato.

Honora planea un día para las tres en el Parque Victoria y las chicas deciden que ese será el día. Juliet pone un pedazo de ladrillo en una media y parten hacia el parque. Después de tomar el té, las tres caminan por un camino y cuando se inclina Honora a recoger un amuleto de color rosa, que las niñas han puesto ahí, Juliet y Pauline la golpean hasta la muerte.

En una posdata, se revela que al día siguiente, el diario de Pauline fue encontrado, en la que el plan para el asesinato había sido esbozado. Las dos son juzgadas, declaradas culpables y condenados a prisión. Se trata de una condición de su liberación final que nunca se vuelven a encontrar.

Comentarios

Fue el debut cinematográfico de Melanie Lynskey y Kate Winslet.

Fue filmada en Canterbury, Nueva Zelanda, y Christchurch, Canterbury, Nueva Zelanda.

Juliet Hulme acabaría siendo una muy conocida escritora de novelas detectivescas bajo el seudónimo Anne Perry.

Enlaces externos

• [1] Artículo sobre el juicio en el periódico Star-Sun del 23 de agosto de 1954 (en inglés)