Pequeño poblado de origen prehispánico ubicado a 5 kilómetros al este de la ciudad de San Felípe, valle de Aconcagua en la V región de Chile. Curimón significa en lengua mapuche "tierras negras", posiblemente en alusión a su fertilidad.

Iglesia de Curimón, el poblado con más historia del valle de Aconcagua, V Región de Chile

Historia prehispánica

El poblado agrupaba a una pequeña comunidad de Picunches (gente del norte) de la etnia mapuche, posiblemente agricultores y cazadores recolectores. Se han encontrado vestigios del cultivo de maíz, quínoa y la producción de ganado camélido. La elección del lugar se debe principalmente a la presencia de un pequeño cerro que domina el valle, y a la posibilidad de cruzar el río Aconcagua a través de una pequeña angostura que se forma en las rocas que provee el mismo cerro, lugar donde se construyera en fecha indeterminada un primer puente. Durante la dominación incásica del valle de Aconcagua es construido un pucará en la cima del pequeño cerro, desde donde se dominaba estratégicamente todo el valle y principalmente el puente sobre el río Aconcagua (actual puente ferroviario), razón por la cual además el camino del Inca atravesaba el valle a esta altura (actual calle San Francísco).

Importancia histórica del poblado

Quizás pocos poblados de Chile pueden exhibir una tan nutrida bitácora de acontecimientos históricos como Curimón: Las huestes de Diego de Almagro llegaron al valle central de Chile a través de este poblado, y posteriormente las tropas de Don Pedro de Valdívia. Es este último quien conmina a los Franciscanos que lo acompañaban a crear un convento en el poblado, sentando las bases del primer asentamiento español den el valle de Aconcagua, y por lo tanto muy anterior a la fundación de San Felipe y Los Andes, actuales ciudades predominantes.

El camino del inca es durante cientos de años la única ruta de entrada al valle del Mapocho y a la ciudad de Santiago, siendo denominado "el camino de Chile". Por allí transitan laicos y religiosos hacia el norte de Chile y predominantemente hacia la ciudad de Mendoza, en aquellos años dependiente de Chile.

El 3 de agosto de 1740 se firma en el convento de Curimón el acta de fundación de la ciudad de San Felipe el Real.

Los monjes Franciscanos aconsejaron personalmente a don Ambrosio O'higgins sobre el lugar de fundación de la ciudad de Los Andes, ya que el padre de Don Bernardo pretendía fundarla cerca de Curimón. Los monjes le aconsejaron hacerlo el las proximidades del cerro dedicado a la Virgen María (12 Km. al este), lugar donde existían además numerosas canteras propicias para la construcción.

Los monjes Franciscanos del convento alojaron en numerosas ocasiones, y de manera muy discreta (disfrazado de franciscano), al guerrillero y héroe de la independencia de Chile, coronel don Manuel Rodríguez Erdoyza, y apoyaban secretamente sus esfuerzos por congregar y azuzar a la población.

Los patios interiores del convento de San Francísco de Curimón alojaron a las tropas del Ejército Libertador, bajo el mando del General San Martín antes de la decisiva batalla de Chacabuco. El grueso del ejército se congregó en el poblado desde el 8 de febrero de 1817, siendo librada la batalla el día 12.

Tras haber enviudado del capitán Arturo Prat Chacón (21 de Mayo de 1879), Doña Carmela Carvajal vivió en su hacienda familiar ubicada en el poblado, hasta 1881 cuando se traslada a Valparaíso.

La primera santa Chilena, Sor Teresa de los Andes, se apoyaba al rezar en el tronco y sombra de una palma chilena, en el patio dedicado a la Virgen María de su monasterio (carmelitas descalzas) en Los Andes. La palma había sido donada y trasladada desde el convento de San Francísco de Curimón.