- La Encamisá de Torrejoncillo
-
La Encamisá es una fiesta que se celebra la noche de cada 7 de diciembre en el municipio español de Torrejoncillo (Cáceres), en la comunidad autónoma de Extremadura.[1]
Contenido
En que consiste
A las diez en punto de la noche del 7 de diciembre, víspera del día de la Inmaculada Concepción, la puerta de su Iglesia Parroquial (San Andrés) se abre y de ella sale un estandarte celeste con la Imagen de María Inmaculada bordada. En otro lugar de su Plaza Mayor, otro grupo de personas hacen sonar sus escopetas, lanzando salvas en honor a la Virgen, cubriendo toda la plaza de humo y olor a pólvora que hace que el momento no sea solo visual y todos los sentidos capten algo de esta fiesta. El estandarte recorre unos 20 metros y es entregado al mayordomo que monta un caballo atalajado vistosamente para la ocasión. Este va acompañado por dos personas a sus lados y detrás varias centenas de jinetes que en el momento de recibir el mayordomo el estandarte, lo vitorean y aclaman. Gritan las almas y no las gargantas. Todos van cubiertos por una sabana blanca, adornada con finísimas puntillas y en algunos casos por la imagen de María Inmaculada o por estrellas doradas.
Entre todos hacen que el momento sea indescriptible e irrepetible. Noche entrañable, mágica y misteriosa. Las lágrimas se abren paso entre las mejillas de la multitud, recordando a los que esa noche no nos acompañan pero que también vitorearan a la Virgen por boca de otros. Entre una nube con olor a pólvora, la procesión recorrerá las empinadas calles del pueblo.
En las plazuelas se encienden “joritañas” con las que combatir al frío o simplemente charlar alrededor de ella con los familiares y amigos, en las cuales los niños quemarán sus “jachas” (haz de gamonita) que con mucho amor y paciencias les han preparado sus abuelos o padres. Todo el pueblo acompaña y aclama a su Virgen lanzándole entre viva y viva un trocito de su corazón. Después de dos horas y media aproximadamente la comitiva regresa a la plaza y todo el pueblo despide el Estandarte con la misma fuerza que lo recibió pero con la satisfacción de haberlo tenido cerca de ellos, de haberle pedido esa gracia que alguien espera alcanzar, de haberlo acompañado un año más y de llevarse cada uno a la Virgen más cerca de su corazón. A continuación, los mayordomos invitan a todos los asistentes a degustar los coquillos y a probar los ricos caldos de la zona.
Orígenes
No se puede certificar cual es el origen de la fiesta pero se supone que proviene de algún hecho bélico en el que intervinieron torrejoncillanos. Los elementos que forman la fiesta como son los jinetes encabezados por un estandarte y las escopetas hace suponer el origen bélico de la fiesta.
Algunos estudiosos como Domínguez Moreno sitúan el origen de La Encamisá en la época prerromana en honor a la diosa Ataecina, diosa de la noche, y relaciona el fuego y los ruidos estruendosos con un fin purificador.
López Bernalt también dice que el origen estaría en una “acción encamisada” (“Ataque sorpresa que se ejecutaba de noche poniéndose los atacantes camisas blancas para distinguirse del enemigo”. Diccionario de Autoridades) durante el año 1465 cuando la ciudad de Coria sufrió un asedio.
Otros investigadores, como Juan Moreno Lázaro, data su origen en la guerra de Flandes, por 1585. Francisco de Bobadilla y sus tercios se ven obligados a recogerse en la isla de Bommel, cercados por el enemigo, uno de los soldados, el mismo día 7 de diciembre, encuentra, al cavar para hacer una trinchera, un canuto con un óleo conteniendo la imagen de la Purísima. Este hecho levanta la moral de la tropa y el lienzo es vitoreado y aclamado. En esa madrugada del 7 al 8, cae una helada tan grande que los barcos que cercan la isla quedan inmovilizados por el hielo. Advertido Bobadilla, ordena a los soldados que se pongan sus camisas sobre el uniforme, y deslizándose sobre el hielo, logran sorprender al camuflarse, a los holandeses, que pasaron de sitiadores a prisioneros. Los tercios son transportados al pueblo de Bulduc, donde llevaron el lienzo y donde celebraron una fiesta en honor a María Inmaculada.
La leyenda, más que teoría, que ha cobrado más fuerza nos llevaría a la Batalla de Pavía. Es durante esta campaña en la que el Capitán Avalos, de origen torrejoncillano, camufló a sus hombres bajo sábanas que les hicieron invisibles en la nieve. Así lograron ganar. A la vuelta a su pueblo, dicen, comenzó a representarse esta hazaña bélica, adquiriendo la fiesta un creciente fervor mariano al afirmarse que la Virgen les ayudo a vencer en Italia.
En la mención que hace Majada Neila en su libro “Morena Extremadura”, estudio de las raíces moras en Extremadura, de la Encamisá dice que “...la impresión que la fiesta da al visitante es totalmente moruna”. Majada además comenta que la Encamisá nos puede transportar en la memoria a alguna fiesta actual norteafricana. Se basa para certificar esto en la “algarada de las calles, el manto blanco de los jinetes, el olor a pólvora, el aceite de los frites y la algarada de vítores, gritos, campanas, tiros y cantos hasta enronquecer...”.
El pregón
Aunque con fecha variable, normalmente el sábado anterior al 7 de diciembre, se celebra el pregón de las fiestas, organizado desde 1973 por la Asociación "Paladines de la Encamisá". Esta asociación se encarga de velar para que la fiesta guarde sus tradiciones, asume la mayordomía en caso de que no se ofrezca ninguna persona y organiza un amplio programa de fiestas en torno a la celebración de la Encamisá.
Al día siguiente, domingo por la mañana, se celebra la Ofrenda de flores a María Inmaculada en la que mujeres y parejas ataviadas con el tradicional traje torrejoncillano recorren las calles de Torrejoncillo para terminar en la Iglesia depositando las flores a los pies de María.
Véase también
- Torrejoncillo
- Historia de Torrejoncillo
- Trofeo la Encamisá de Campo a Través
Referencias
Enlaces externos
Categorías:- Fiestas de interés turístico nacional (España)
- Fiestas de interés turístico regional de Extremadura
- Procesiones religiosas de España
- Torrejoncillo
Wikimedia foundation. 2010.