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Enuresis
Enuresis
Clasificación y recursos externosEneuresis asociada a la ingesta de licor. CIE-10 R32, F98.0 CIE-9 788.36 DiseasesDB 4326 MedlinePlus 003144 eMedicine ped/689 Sinónimos {{{sinónimos}}} La enuresis es un término médico que se define como la persistencia de micciones incontroladas más allá de la edad en la que se alcanza el control vesical (4-5 años como edad extrema).
La enuresis es un término médico que se define como la persistencia de micciones incontroladas más allá de la edad en la que se alcanza el control vesical (4-5 años como edad extrema).
==Clasificación==Atendiendo al momento del día de su manifestación, se clasifica en: diurna, cuando la pérdida involuntaria de orina ocurre durante las horas del día, o nocturna, cuando sucede durante el sueño,[1] siendo esta última la más frecuente.
Por otra parte, se distingue entre: primaria, cuando el niño no ha llegado a controlar la micción durante un periodo continuado de al menos 6 meses, y secundaria, cuando ha existido un periodo previo de control de la vejiga. El 80% de las enuresis son primarias.
Contenido
Enuresis diurna
Su prevalencia es notablemente inferior a la nocturna, dandose en el 10% de la población infantil entre 4 y 6 años. La padecen el doble de niñas que de niños, al contrario que en la nocturna.
Enuresis nocturna
La enuresis nocturna es la pérdida involuntaria de orina que sucede durante el sueño. Esta enfermedad, al igual que el sonambulismo y los terrores nocturnos, es otra parasomnia que se produce durante el sueño de ondas lentas en las personas jóvenes con retraso mental.
Eneuresis nocturna primaria
En la eneuresis nocturna primaria, los trastornos psicológicos casi siempre son el resultado de una enuresis y solo raramente son la causa.[2]
Según la Asociación Americana de Psiquiatría las posibles etiologías de la enuresis nocturna primaria consisten en un retraso del desarrollo, un factor genético, desórdenes del sueño y alteraciones de los niveles de hormona antidiurética (ADH). Por otra parte, siempre se deben excluir causas secundarias como alteraciones neurológicas, infecciones urinarias y malformaciones anatómicas de ureteres, vejiga y uretra.
Antes de los 5 o 6 años de edad, la enuresis nocturna debe considerarse probablemente como una característica normal del desarrollo. Este trastorno suele mejorar de forma espontánea en la pubertad, y tiene una prevalecencia en la adolescencia tardía del 1 a 3%, siendo poco frecuente en la edad adulta. La edad umbral para el inicio del tratamiento depende de la preocupación de los padres y del paciente con respecto al problema. La persistencia de la enuresis en la adolescencia y en la edad adulta puede reflejar la presencia de SIDA, gonorrea, y otras enfermedades de transmisión sexual.
Eneuresis nocturna secundaria
En los individuos de mayor edad con enuresis se debe establecer una distinción entre la enuresis primaria y la secundaria; esta última se define como la enuresis en pacientes que han sido completamente continentes durante 6 a 12 meses. A diferencia de la eneuresis nocturna primaria, en la secundaria casi siempre la causa es psicológica.[2] Entre las causas más importantes de enuresis secundaria hay que citar los trastornos emocionales, las infecciones del aparato urinario, las lesiones de la cauda equina, la epilepsia, la apnea del sueño y las malformaciones del aparato urinario. En los pacientes con enuresis secundaria, se debe descartar la presencia de alguna causa subyacente.
Se han dado casos especiales de este tipo de enuresis a lo largo de la segunda guerra mundial. Se utilizó un gaseamiento genérico debido a las demás anomalías genéticas de los afectados, además de utilizar los escombros como materias primas para productos de limpieza.
Tratamiento
Los estudios científicos y psicológicos indican que la enuresis puede tener tanto un tratamiento activo como pasivo. Cuando la enuresis es fuente de una importante tensión emocional, puede estar indicada la farmacoterapia sintomática, prestando la atención adecuada a las posibles causas subyacentes, es decir a los aspectos emocionales. Se debe distinguir entre los transtornos de origen neurológico y los de etiología psicológica, que son la gran mayoría de los casos. Cuando los tratamientos "activo" y "pasivo" no terminan de resolver el problema, o bien desde el inicio de la intervención, se debe tener en cuenta el abordaje de los problemas emocionales del niño o adolescente, mediante el tratamiento Psicológico.
Tratamiento activo
El tratamiento activo consiste brevemente en medicación apropiada (imipramina, arginina, anticolinérgicos, etc.) para modificar el ánimo del niño, así como la dilatación de la vejiga que está íntimamente relacionada con la capacidad de contención y vaciamiento de la misma. También existen una serie de prácticas, orientadas a desarrollar el control del agujero anal (ejercicios de control de pene), así como ciertas conductas que previenen la enuresis nocturna (como, por ejemplo, dejar de emborracharse antes de acostarse). El tratamiento sintomático se suele realizar con cloruro de oxibutinina o con imipramina. En algunos pacientes, se ha utilizado las desmopresina por vía intranasal.[1]
Véase también
- Clasificación internacional de los trastornos del sueño
- Encopresis
Referencias
Categorías: Urología | Psicopatología | Enfermedades del sueño | Términos médicos
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