- Infección
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Infección es el término clínico para la colonización de un organismo huésped por especies exteriores. En la utilización clínica del término infección, el organismo colonizador es perjudicial para el funcionamiento normal y supervivencia del huésped, por lo que se califica al microorganismo como patógeno.
- Infección Lítica: En una infección, un virus penetra en una célula, hace copias de sí mismo y destruye la célula. Por ejemplo el bacteriófago T4 tiene un centro de ADN dentro de una intrincada cápside de proteína que se activa al contacto con una célula huésped. Luego inyecta su ADN directamente dentro de la célula huésped, que ya no distingue entre su ADN y el ADN del virus. Por tanto comienza a producir ARN mensajero con los genes del virus. El mARN se convierte en proteínas de virus que actúan como una cuadrilla de demolición molecular y despedazan el ADN de la célula infectada, que deja de funcionar. Luego, el virus toma el material de la célula huésped para hacer miles de copias de su molécula de ADN, con el que se arman nuevas partículas virales. En poco tiempo, la célula infectada sufre lisis, es decir, se rompe, y libera cientos de partículas virales que pueden infectar otras células. Como la célula se rompe y se destruye, el proceso se llama infección lítica.[1]
- Infección lisogénica: En una infección lisogénica, un virus integra su ADN en el ADN de la célula huésped y la información genética viral se duplica junto con el ADN de la célula huésped. A diferencia de los virus líticos, los lisogénico no destruyen de inmediato al huésped, si no que permanecen inactivos por un periodo prolongado. El ADN viral incorporado en el ADN de la célula huésped se llama prófago. El prófago puede formar parte del ADN de la huésped durante varias generaciones antes de activare. Un virus quizá no permanezca indefinidamente en forma de prófago. Al final, los diversos factores pueden activar su ADN, que entonces se desprenderá del ADN de la célula huésped y dirigirá la síntesis de nuevas partículas virales.[1]
- Infección cruzada: Es la transmisión de agentes infecciosos entre los pacientes y el personal en un entorno clínico. La transmisión puede ser el resultado del contacto directo, persona a persona o indirecto mediante objetos contaminados que se denominan “fomites”.[2]
Las etapas de las infecciones líticas y lisogénicas pueden ser distintas que las de otros virus cuando atacan células eucariotas. Pero la mayoría de los animales muestran patrones de infección similares a la infección lítica o lisogénica de bacterias.
Contenido
Características
Aunque todos los organismos pluricelulares son colonizados en algún grado por especies exteriores, la inmensa mayoría de estas habitan en una relación simbiótica o sin consecuencias para el huésped (comensalismo). Un ejemplo de lo anterior, son las especies de bacterias anaerobias que colonizan el colon de los mamíferos; otro ejemplo son las distintas especies de estafilococos existentes en la piel humana. Algunas características de las infecciones son dolor e irritación.
Una infección activa es el efecto de una lucha en la cual el organismo infectante trata de utilizar los recursos del huésped para multiplicarse, a costa del mismo. El estado de la infección es, de manera frecuente, simplemente cuestión de las circunstancias. Casi todo organismo, en las condiciones adecuadas, puede volverse patógeno y casi ningún organismo, si está presente en pequeñas cantidades y en áreas bien protegidas por el sistema inmunitario del huésped, puede llevar a cabo una infección comprometedora.
Factores
Las variables que se ven envueltas en la producción en un huésped al que se le ha inoculado un patógeno y el resultado final, son:
- La ruta de entrada del patógeno y el acceso a las zonas del huésped que gana el patógeno.
- Período de incubación.
- Cantidad de gérmenes.
- La virulencia intrínseca del organismo particular (Capacidad de multiplicación).
- Toxicidad.
- Poder de invasión.
- Tiempo de actuación.
- Asociación microbiana.
- El estado inmune del huésped que está siendo colonizado.
Ejemplos
A modo de ejemplo, las especies de estafilococos presentes en la piel se mantienen inofensivas en la misma, pero cuando se presentan en un espacio normalmente estéril, como es la cápsula de una articulación o el peritoneo, se multiplicarán sin resistencia y crearán una gran carga para el huésped.
Véase también
Notas y referencias
Categoría:- Enfermedades infecciosas
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